Economía

Congelar precios no bajará la inflación aunque sea una medida temporal

El presidente Maduro instruyó a los ministros a evaluar el congelamiento de todos los productos en el país y convocó una reunión para tratar el tema. Analistas explican que la medida no podrá contener la inflación y que debe ser aplicada por un tiempo determinado.

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Foto: FEDERICO PARRA | AFP

Tanto los controles como los congelamientos de precios nunca han permitido frenar la inflación, en todo caso lo que han servido es para represarlos. Es decir, limitan por un tiempo el incremento en los bienes y servicios, para luego registrar un alza significativa, especialmente si la medida no viene acompañada de un plan integral.
Esta es la conclusión de analistas consultados sobre el anuncio realizado el lunes por el presidente Nicolás Maduro de iniciar un plan para congelar los precios «de todos los productos del país». En una alocución ofrecida en horas de la noche, el mandatario ordenó a sus ministros evaluar la medida y llevar a cabo una reunión para tratar el tema.
No ofreció mayores detalles pero la sola medida significa para varios economistas, el empeoramiento de la tasa de inflación, una mayor escasez y más pérdidas para los empresarios.
Anabella Abadi, economista del Grupo ODH Consultores, señala que las regulaciones de precios son medidas que deben ser tomadas de manera temporal, ya que una vez que se levanta el congelamiento cualquier rezago se verá reflejado posteriormente. Mientras más tiempo pase, mayor será el rezago, al tiempo que se alimentan los precios en el mercado negro.
«Ninguna de estas medidas sirven para atacar la inflación. Para controlarla es necesario aumentar la producción y tener una política monetaria responsable. En este último caso que el Banco Central de Venezuela cumpla con su objetivo que es la estabilidad monetaria y cambiaria», dijo.
Venezuela tiene varios años con una fuerte emisión de dinero por parte del BCV, lo que ha originado un alza importante de la liquidez contra una menor oferta de bienes y servicios, lo que impulsa la inflación.
El país además cuenta ya con 14 años de control de precios de bienes de primera necesidad como alimentos y medicinas. Durante este período el gobierno se ha visto obligado a permitir ajustes de manera oficial y de otros incrementos concertados de manera informal con el sector privado.
Abadí recuerda además que prácticamente existe un congelamiento de precios en el país, ya que la Ley de Costos y Precios Justos establece que el máximo de ganancia de cualquier producto es de 30%.
«Un congelamiento de precios va a ser muy dañino para la economía, se incrementarán los desincentivos para invertir y habrá problemas de sostenibilidad para las empresas», acotó la economista.
El profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Zambrano Sequín, sostiene que las veces que se ha implementado un congelamiento de precios se hizo para proteger a la población de un plan de ajuste económico, ante choques adversos y especulativos, al tiempo que han sido por un tiempo breve.
«Cuando un gobierno dicta este tipo de políticas tiene que tener en primer lugar capacidad para garantizar que la medida sea efectiva y eso no pareciera que es una condición que se cumple en estos momentos en el país. Creo que la medida tendrá un muy poco impacto para evitar un alza de la inflación», dijo Zambrano.
La medida de congelar precios en la economía venezolana se ejecutó durante la gestión del presidente Luis Herrera Campíns en 1983 con el llamado «viernes negro» que devaluó el bolívar tras un largo período de estabilidad. En esa ocasión duró 60 días y fue efectiva para todos los bienes y servicios de la economía. Luego entró en vigencia un sistema administrado de precios.
Zambrano recalca que Venezuela tiene un considerable tiempo con regulaciones de precios, los cuales han mostrado ser poco efectivos al observarse la realidad inflacionaria y la aguda escasez de bienes. Reitera que con unas expectativas de inflación generalizada en la economía, este tipo de medidas no tiene prácticamente posibilidad alguna de frenar la evolución de los precios y mucho menos de resolver la aguda escasez.
«Creo que es una medida infeliz porque los ciudadanos van a constatar en el muy corto plazo que los precios van a seguir acelerándose incluso más rápido de lo que ya se ha observado. Además es muy contradictorio aumentar salarios, que tiene un costo en la producción para las empresas y luego congelar los precios. Esto no tiene sentido».
Aunque el BCV sigue sin informar la variación del Indice Nacional de Precios al Consumidor (Inpc), consultoras privadas y la Asamblea Nacional estiman una inflación de entre 700% y 1.000%.
Para el economista Angel Alayón un congelamiento de precios en las actuales condiciones, empeorará los niveles de inflación y de escasez, ya que los controles tienden a rezagar los precios.
«Un congelamiento de precios en una economía hiperinflacionaria, este problema se maximiza, por lo que resulta ser una medida contraproducente ya que agravará todos los problemas que tiene la economía venezolana», dijo.
Recordó Alayón que al permitir ciertos aumentos en algunos productos alimenticios, bienes de higiene personal y en medicamentos, el gobierno se dio cuenta del impacto que han tenido los controles en la inflación y en el abastecimiento.
«Debemos esperar conocer si finalmente la medida abarcará todos los bienes y servicios. Se anunció una comisión ministerial para estudiar el tema, pero todavía pondría en compás de espera este congelamiento de precios«, sostuvo.]]>

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