Economía

"Mi nombre es Rosdil, soy pueblo y tengo hambre"

Rosdil Ramírez trabaja vendiendo helados en la calle, vive en el barrio Los Delfines, en el municipio Mariño de Nueva Esparta y alzó su voz de protesta en la Asamblea Anual de Consecomercio para pedirle a los empresarios de toda Venezuela que vayan a un paro cívico general para recuperar el país y salir de la dictadura.

Publicidad
Manifiesto leído en Consecomercio
Texto y fotos: Johanna Bozo

Tiene 46 años, tres hijos y siete nietos. Llegó al Hotel Wyndham Concorde, donde se celebró el evento, acompañada de un grupo organizado de manifestantes, de la sociedad civil, jóvenes, adultos mayores, trabajadores independientes, pequeños empresarios y emprendedores insulares, que se enteraron de la actividad.
Se reunieron la noche del jueves y decidieron entregar un manifiesto a las autoridades del Consejo Nacional del Comercio y los Servicios (Consecomercio) con sus solicitudes.
Se acercaron con banderas y pancartas, gritando consignas, pidiendo libertad y paro comercial. Y mientras la presidenta saliente de Consecomercio, Cipriana Ramos, los recibía, Rosdil gritó y lloró.
“Los neoespartanos nos estamos cayendo muertos de hambre en las calles. En Margarita el hambre es más grande que en otros lados por su condición de insularidad. Estamos aislados, la población pobre de Nueva Esparta no se ha muerto solo porque tenemos sardinas. La gente tiene hambre, no tenemos comida. Necesitamos que se pare el país para ponerle fin a esta situación”, exclamó.
Una y otra vez repitió que tenía hambre, afirmó que en el barrio donde vive 90% de los habitantes solo come sardinas y que el gobernador Carlos Mata Figueroa no ha hecho nada para ayudarlos.
«Métanse en los barrios para que vean. La comida que hay es extremadamente cara y no hay sueldo que te alcance para poder pagarla. Tiene que pararse el comercio, las empresas, el transporte, todos. Es una necesidad, tengo hambre, esto es hambre, yo soy pueblo, yo soy hambre de esta República”, dijo antes de perderse nuevamente entre la multitud y seguir ofreciendo a quienes acudieron a esta convocatoria sus helados, esos que carga en una cava roja para venderlos “donde sea, porque tengo que comer».
Rosdil Ramírez
– El manifiesto –
El documento que entregaron los neoespartanos este viernes fue leído por una de las manifestantes y textualmente les pedía “unirse inmediatamente al clamor popular para un gran paro nacional, pensando en las bases morales, éticas y profesionales, para seguir apostando e invirtiendo en el país que nos merecemos”.
Esto, luego de presentar como consideraciones el rompimiento del hilo constitucional, el secuestro de los poderes públicos; la desmedida, brutal y asesina acción de las Fuerzas Armadas, la Guardia Nacional, la Policía Nacional Bolivariana y los “mal llamados colectivos”, así como la “destrucción absoluta del aparato productivo nacional” y el llamado presidencial a una Constituyente.
Joselin Valderrama, quien dijo ser emprendedora, señaló: “Mientras los empresarios sigamos trabajando en dictadura seguimos cooperando con la dictadura. El país libre se construye en libertad, pero si estamos en dictadura no podemos seguir trabajando, apoyándola y prolongándola”.
Ramos recibió a los ciudadanos junto a Francisco Martínez, presidente de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y Teodoro Bellorín, presidente de la Cámara de Comercio de Nueva Esparta, y les prometió leerlo y discutirlo en la asamblea.
“Nosotros los comerciantes no estamos ajenos a absolutamente nada. Todos los días estamos protestando, recorremos el país, nos reunimos con las cámaras y trabajadores para manifestar lo que está sucediendo. Estamos en cada actividad de calle. Ese es el trabajo de nosotros, generamos empleo. Sin trabajadores no hay comercio, sin comercio no hay trabajo, pero sin país no hay nada y nosotros estamos completamente claros. Sin país no hay bienestar”, señaló Ramos.
En cuanto al llamado a paro cívico que le solicitaron, respondió que este tema debe ser tratado con todas las cámaras afiliadas porque no es competencia exclusiva de la dirigencia; aunque comentó que ciertamente el sector ya está paralizado por el desabastecimiento, la imposibilidad de importar, la escasez de materia prima y los actos vandálicos que están sufriendo día a día.
]]>

Publicidad
Publicidad