Trabajadores de Banesco Banco Universal están preocupados y en medio de la incertidumbre tras la medida del gobierno de intervenir la institución por 90 días. La presencia de funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) del Cicpc a las puertas de la sede tomó por sorpresa a los presentes.
Este jueves 3 de mayo, Banesco fue objeto de dos eventos históricos para la institución: La detención de su presidente y de otros 10 ejecutivos del banco por parte de la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim), anunciada por el fiscal designado por la Asamblea Nacional Constituyente, Tareck William Saab y, la intervención a puertas abiertas por 90 días por parte de la Vicepresidencia Sectorial Económica.
En un recorrido realizado por El Estímulo, se logró conversar con uno de los empleados de la sede principal en Ciudad Banesco en Bello Monte, Caracas, y comentó que desde el jueves en la tarde les ordenaron que no ofrecieran declaraciones a la prensa.
Sin embargo- desconocen lo que sucede con el banco y las intenciones del gobierno, pero que la operatividad del mismo se mantiene estable. Así mismo una empleada con ocho años de antigüedad en la empresa describió que los trabajadores estaban tristes.
«Todos sabemos que lo que toca el gobierno termina en quiebra o inoperativo, tememos que eso pase con Banesco», dijo la mujer que prefirió mantener su nombre en el anonimato.
Si Banesco llegase a ser una empresa pública la trabajadora tomará una decisión radical. «Me iré. No le trabajaré a ninguna empresa del gobierno».
Un trabajador del área de análisis de caja informó que en las oficinas todavía no tienen muy claro qué fue lo que pasó. “No sabemos qué es lo que va a pasar. Lo único que sabemos es lo que hemos leído en la prensa”, declaró.
El presidente de Banesco Internacional, Juan Carlos Escotet, envío también este viernes un comunicado a los trabajadores, en el cual les ratificó su apoyo y a «mantener el ánimo en alto».
A pesar de la magnitud de la medida, las oficinas de Banesco no mostraban una alta cantidad de clientes para ejecutar algún tipo de operación.
En el caso de la sucursal de la avenida Urdaneta las personas entraban y salían y comentaban lo ocurrido. Algunos no entienden, otros como Elena Mayo corren a retirar dinero. «Tengo 7 millones de bolívares y ahora voy a ver como los saco».
Otras personas llaman a esta decisión como una «mala idea» porque ya está acostumbrado a que todo lo que se expropia o es tocado por el gobierno termina en ruina. En su caso no siente miedo por lo que le pueda ocurrir a su dinero puesto que confía en la solidez de Banesco, pero que el gobierno tome el control le hace pensar que todo irá a peor.
En la sede de Chacaóto la desolación es llamativa, pero Robert Morales sale de la sucursal y destaca que no sabe qué pasará con el dinero.
«Ahí tengo los ahorros de toda mi vida». El análisis que hace el usuario es que el gobierno quiere tener control de las remesas que envían desde el extranjero los familiares de los venezolanos que huyeron en busca de un mejor futuro.
Esa opinión coincide con la de Yohanna Obeso, clienta de Banesco desde 2009. «El gobierno nos quiere tener de rodillas y ahorcados. Se mueren por saber y administrar lo que nos mandan desde otros países para sobrevivir a la crisis«.
Considera que es un hecho que la decisión del gobierno busca «desbancar a los bancos».]]>