En una declaración que dio en la Casa de Nariño, Juan Manuel Santos reveló que el miércoles la Policía Fiscal y Aduanera y otros organismos de control colombianos «decomisaron en Cartagena casi 400 toneladas de alimentos no aptos para consumo que iban a ser repartidos por esos comités políticos de control social en Venezuela».
El mandatario aseguró que ese decomiso «es la punta del iceberg de un negocio despreciable que involucra empresas de fachada en Colombia, México y muchos otros países».
Señaló que cuatro agencias de inteligencia de ese país, investigan un gran caso de corrupción alrededor de los CLAP que involucra lavado de activos con empresas.
Las autoridades colombianas decomisaron 15 contenedores con 25.210 cajas CLAP por tratarse de «alimentos no aptos» para el consumo e incumplían requisitos sanitarios. Todos los empaques tenían plagas y gorgojos.
Santos explicó que el régimen de Maduro inventó la figura de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que son «usados para distribuir alimentos y mercados a los más pobres por parte de organizaciones políticas afectas al régimen».
Añadió que a través de esos Comités el régimen de Maduro «explota la crisis humanitaria de los venezolanos no solo para ejercer un control político y social, sino con fines electorales y para reprimir a la oposición».
Según el gobernante colombiano, la investigación de los organismos de control evidencia posibles delitos de corrupción, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.
«He solicitado a la Policía Nacional y la DIAN (Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales) entregar todas las pruebas recolectadas a la Fiscalía General de la Nación, con quien hemos venido trabajando, para que avance la investigación, en la que también están colaborando autoridades de otros países», dijo Santos.
El jefe de Estado colombiano reiteró el llamado de la comunidad internacional y de los venezolanos que sufren por la crisis para «que permita el establecimiento de un canal humanitario para que organizaciones acreditadas, legítimas y transparentes puedan brindar ayuda y asistencia a los venezolanos que padecen la escasez y el hambre que su régimen ha producido».
En opinión de Santos, es tal el estado de negación de la crisis, que Maduro está diciendo no sólo que no hay éxodo sino que hay retorno de venezolanos a ese país.
«La verdad es que han llegado a tal situación que los llamados colectivos han sido autorizados a que saqueen residencias familiares para robarse la comida», aseguró Santos.
Aseguró que la semana pasada las fuerzas armadas de Venezuela hicieron una redada en un depósito controlado por esos colectivos en el barrio Catia en Caracas, donde recuperaron 140 toneladas de alimentos robados, los cuales fueron trasladados al Fuerte Tiuna.
Por su parte, el director de la Policía Fiscal y Aduanera, general Juan Carlos Buitrago, y el comandante de la Dirección de Investigación Criminal (Dijín), general Jorge Luis Vargas, dijeron que se investiga una red internacional de lavado de activos que pasa por Colombia, México y Venezuela.
Explicaron que cuatro agencias extranjeras indagan con la Policía y la Fiscalía de Colombia al menos 46 cuentas bancarias a través de las cuales se han movido más de 29 millones de dólares por nueve países involucrados, varios de ellos en Centroamérica y en Europa.
«Se logró la inmovilización de esta mercancía que están utilizando empresas fachadas, empresas de lavado de dinero para actos de corrupción y de reexportación ilegal hacia el gobierno de Venezuela», indicó Buitrago.
Entre tanto, el director del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos de Colombia (Invima), Javier Guzmán, aseguró que los mercados decomisados tenían harina, azúcar, pasta, arroz y que «interna y externamente todos estaban con plagas».
«Ninguno de estos productos era apto para consumo humano y por eso sanitariamente dimos parte de inconformidad para proceder a su disposición final», agregó Santos.
Con información de EFE]]>