El “anclaje” monetario del cual habló Nicolás Maduro en el Programa económico de recuperación y crecimiento para la prosperidad futura parece una solución factible al problema monetario que afronta Venezuela, según un boletín de Datanálisis. Sin embargo, “estos anclajes suelen efectuarse sobre bienes que generan más confianza de la que genera la propia moneda del país para así garantizar una especie de disciplina monetaria que convenza a todos los agentes económicos”, dice el texto.
Entre las claves que Datanálisis sobresale la falta de confianza que, de acuerdo al informe, las transacciones realizadas con el Petro son desconocidas por el público, ese factor genera desconfianza en la criptomoneda que además ha sido rechazada en varias oportunidades por los proveedores extranjeros, “motivado principalmente por el tema relacionado con las sanciones impuestas por los Estados Unidos, y agentes locales no parecen convencidos de comenzar a utilizarla”.
“El constante cambio de la fecha de entrada en vigor de la reconversión por si sola genera desconfianza”
Otro aspecto que genera esta medida económica es confusión entre los agentes; y la eliminación de los ceros que no es múltiplo de tres parece potenciar el efecto de confusión. En otros países de la región -como Brasil y Argentina- eliminaron tres ceros a la moneda; sin embargo, la eliminación de cinco ceros pareciera traer consigo considerables problemas técnicos, logísticos y financieros; como la modificación de listas de precios, adecuación de los sistemas de pago electrónicos nacionales (cajeros y puntos de venta), etc.
¿Qué pasará con los precios por debajo de Bs. 50.000?
Hay diversas interrogantes en el venezolano: una de ellas es: ¿cómo pagarían los caraqueños el pasaje? Tomando en cuenta que para julio de 2018 oscila entre Bs. 10.000 y Bs. 20.000, montos que luego de la reconversión quedarían entre 0,1 y 0,2. A dicha pregunta Datanálisis dice que “Lo más lógico es pensar que si el gobierno no piensa incluir monedas de menor denominación, entonces estos precios sean llevados a la denominación más baja, es decir, Bs. S. 0,5, lo que en este caso supondría un aumento de entre 150% y 400%. Al hacer el mismo cálculo con otros precios, los resultados son más dramáticos. La unidad tributaria aumentaría en 4.066%, un ticket de metro aumentaría en 620.000% y el precio de la gasolina aumentaría alrededor de 20.000%”.
Otro aspecto a destacar con la nueva reconversión monetaria es su posibilidad de ejecución, ya que “solo si el gobierno ha conseguido traer al país las piezas de los nuevos billetes para el momento en que realizó el anuncio, y solo si ya el proceso de adecuación de todos los cajeros y puntos de ventas del país ha comenzado para estas fechas, y solo si los bancos nacionales han sido debidamente notificados sobre la nueva reconversión, sería medianamente probable que efectivamente el 20 de agosto veamos en circulación la nueva moneda”.
Es decir, que de otra manera Datanálisis destaca que la medida gubernamental no estaría lista para aplicarse en la fecha antes mencionada, pues, cabe recordar que la reconversión monetaria llevada a cabo en el año 2007 duró aproximadamente nueve meses.
La falta de efectivo es un elemento crucial ya que, dado al tiempo que toma una nueva reconversión en ejecutarse, esta siempre queda corta en una economía que atraviesa hiperinflación.
“La eliminación de los 5 ceros probablemente responda al hecho de que el gobierno se haya dado cuenta de que la primera reconversión se quedaría muy corta frente a la creciente demanda de efectivo que genera la hiperinflación, no obstante, dado que la reconversión por si sola no ataca problemas estructurales de la economía para acabar con el proceso hiperinflacionario, la eliminación de los 5 ceros sin piezas de billetes suficientes podría arrastrar los mismos problemas que se viven hoy”.
Datanálisis subraya que si la reconversión se ejecutara este 27 de julio, se necesitarían 2.400 millones de bolívares soberanos en billetes para solventar el problema del efectivo; en caso de que liquidez monetaria siga creciendo a la velocidad en que lo ha hecho en promedio en lo que va de año (64% mensual), se necesitarían alrededor de 5.000 millones de bolívares soberanos.
Según la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional el promedio de inflación diario se ubica en 2,8%, aunado a esto, el Fondo Monetario Internacional prevé una inflación de 1.000.000% a final de año, por ende, para Datanálisis “es lógico lógico pensar que sin medidas económicas que acompañen la reconversión monetaria a mediano plazo la hiperinflación diluirá la nueva moneda venezolana”.