Economía

Venezuela crece 6,5% con inflación de 150%, prevé FMI en informe regional sobre 2023

La economía de Venezuela se encamina a consolidar en 2023 el fin de la depresión económica, según datos del FMI sobre una América latina y el Caribe que vive malos tiempos.

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FMI

Una nueva actualización de previsiones económicas para América latina, emitida este miércoles 1 de febrero por el Fondo Monetario Internacional (FMI), ubica a Venezuela como uno de los países de la región de mayor crecimiento nominal en su Producto Interno Bruto (PIB), con un 6,5%.

El informe, redactado por tres prominentes economistas del FMI, advierte que América Latina en general enfrenta un crecimiento más lento en medio de alta inflación y tensiones sociales.

Sobre Venezuela no hay mayores consideraciones desde el FMI, además de las cifras en el cuadro general.

Venezuela viene de una profunda depresión económica que la hizo perder en los primeros años de esta era Maduro, -entre los años 2013 y 2021- el 80% del tamaño de su economía (medida por el PIB, o suma total de bienes y servicios que produce un país en un año determinado).

Este crecimiento de 2023 se suma a la estimación del FMI de otra alza en 2022, -de 6,0% del PIB-, y un modesto crecimiento de 0,5% en 2021, cuando Venezuela comenzó a salir de la peor depresión económica sufrida por país alguno en tiempos de paz y sin que mediara un desastre natural.

Si se suma el resultado de 2021, de 2022 y el previsto para 2023, el PIB habrá crecido en tres años 13%, una cifra importante.

Pero en perspectiva, es como si una persona, un atleta que pesara 100 kilos hace 10 años hubiera bajado de peso hasta 20 kilos, y ahora engordara 13% en tres años sobre esos 20 kilos.

Aunque es un claro indicio de recuperación, todavía estará convaleciente y ensayando unos pasos para salir de la cama. Apenas estará pesando unos 23 kilos, muy lejos de la contextura que tenía cuando comenzó el derrumbe.

Según economistas independientes, esa depresión fue causada por decisiones equivocadas en matera económica, intervencionismo y controles de una economía descentralizada bajo el régimen socialista del chavismo. Esta política acabó destruyendo el tejido industrial y productivo del país. A eso se sumó la quiebra de Pdvsa, que era el motor de la economía nacional y hoy apenas produce la cuarta parte del petróleo que producía en 2012, tras años de corrupción y pésimas gestiones gerenciales y técnicas.

Después de 2017, cuando el régimen de Maduro arreció sus acciones contra la democracia, los derechos humanos y las libertades civiles y políticas, una serie de sanciones financieras internacionales su sumaron a las cargas que arrastra la economía venezolana.

El FMI ve duro escenario en toda América latina

Por su parte, el FMI advierte respeto a América latina en su conjunto que el nivel de vida seguirá en caída, pues la desaceleración del crecimiento, la alta inflación y la incertidumbre global seguirán afectando a millones de hogares. 

Previsión del FMI para el comportamiento del PIB en países de América latina y el Caribe.

«Es probable que 2023 sea un año desafiante para la región», que crecerá 1,8% (en comparación con el 1,7% pronosticado en octubre), señala el FMI en su informe, citado por AFP.

Esto se debe principalmente a tasas de interés más altas -que encarecen el crédito-, y a la caída de los precios de las materias primas -que la región exporta-, explican en un blog Gustavo Adler, Nigel Chalk y Anna Ivanova, del Departamento del FMI para las Américas.

El Fondo prevé que Brasil crezca 1,2%, México 1,7%, Argentina 2%, Bolivia 2,9%, Colombia 1,1%, Ecuador 3%, Paraguay 4,3%, Perú 2,5%, Uruguay 3,6%, Venezuela 6,5%, Costa Rica 2,9%, República Dominicana 4,3%, El Salvador 1,7%, Guatemala 3,4%, Honduras 3,5%, Nicaragua 3%, Panamá 4% y Haití apenas 0,3%.

Chile es el único país de la región cuya economía se contraerá este año, en un 1,5%.

Inflación cede pero sigue alta

La inflación está retrocediendo en muchos países, aunque seguirá alta en algunos como México (4,8%), Brasil (5,7%), Colombia (7,3%), Chile (5%), Uruguay (7,2%), Honduras (6,2%) o Nicaragua (6,1%). Y sigue siendo en niveles estratosféricos en Argentina, con pronósticos de 60% luego de casi 95% en 2022, o enVenezuela, con 150%.

La intervención de los bancos centrales, enfriando la economía a través de un encarecimiento del costo del dinero, hace lo suyo, Pero la inflación subyacente, que excluye precios volátiles como alimentos y energía, se mantendrá de todos modos alta, en alrededor de 8% en Brasil, México y Chile, e incluso algo más en Colombia.

«La desaceleración del crecimiento, la alta inflación y la incertidumbre global significan que muchas personas en la región verán disminuir su nivel de vida este año y probablemente se enfrentarán a una mayor ansiedad sobre su futuro», aseguran los expertos en el blog.

El creciente descontento social, que se exacerbó durante la pandemia, y la pérdida de confianza en las instituciones públicas, persiste en la región desde hace un tiempo.

Y es que los más pobres fueron los más afectados por las consecuencias económicas del covid a pesar de las ayudas gubernamentales, «como lo demuestra el considerable incremento de la pobreza».

El aumento de la inseguridad alimentaria es, según los autores del blog, otro de los síntomas de los efectos socioeconómicos de la pandemia.

Impuestos justos

La inestabilidad no solo golpea a los más pobres sino también a la clase media, aunque en menor medida.

«Muchas pequeñas empresas tuvieron problemas durante los confinamientos y los salarios de los trabajadores de ingresos medios se vieron erosionados por la posterior subida de los precios», explican los autores del artículo.

La posibilidad continua de disturbios puede a su vez erosionar la confianza y afectar la actividad económica.

Para cambiar el viento, los expertos recomiendan llevar a cabo reformas económicas estructurales, aunque reconocen que será «una ardua batalla».

Según el FMI, el objetivo de los gobiernos debe ser estimular el crecimiento y atender las necesidades sociales de parte de la población.

Para lograrlo, los bancos centrales deben seguir bajando la inflación de forma «tenaz». Se prevé que las tasas de interés no suban más este año en algunos países, aunque seguirán altas «durante algún tiempo».

Los gobiernos deben destinar más fondos a los pobres y buscar una reducción de la deuda pública, sin perder de vista que la confianza en su gestión seguirá cayendo a no ser «que hagan que los ricos paguen su parte justa de impuestos».

«Estas reformas serán el principal medio, con el tiempo, para elevar el nivel de vida» de los habitantes de América Latina y el Caribe, concluyen los autores del artículo, publicado en el marco de la revisión de previsiones económicas del FMI.

Con reporte de AFP sobre América Latina

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