Si para las empresas venezolanas uno de los mayores problemas es poder planificar en medio de la peor inflación histórica que ha sufrido el país, resulta mucho más complejo tener que manejarse frente no a una ni dos inflaciones sino a una multiplicidad de alzas de precios, un fenómeno que obliga a hablar de un escenario multiinflacionario, término de reciente y criollísima autoría que dibuja esa gran disparidad de incrementos de costos que confluyen en el quehacer empresarial de la Venezuela de hoy.
Al menos esto cree Pedro Pacheco, socio principal de Espiñeira, Pacheco y Asociados PWC Venezuela, quien estima que a la hora de presupuestar en estos tiempos es imposible medir con la misma vara áreas como la tecnología, gastos generales o remuneración, pues mientras en la primera el incremento puede ser de 100%, en la segunda el promedio supera el 800% y en la tercera alcanza el 300%.
“Es imposible poder consolidar números tan dispares”, dijo el experto durante su intervención este miércoles en el foro gerencial de Expo Gerente 2016, evento organizado por el Grupo Editorial Gerente, y donde se dieron cita expertos, empresarios y líderes sociales para analizar la compleja situación que vive el país.
“Es muy diferente gerenciar en medio de una inflación o hiperinflación que en multiinflación. Las empresas deben tener claro que así como en los diferentes sectores de la economía hay distintos niveles de inflación, a lo interno de la empresa pasa igual”, señaló Pacheco.
Explicó que aunque el concepto multiinflación no existe desde el punto de vista contable y por lo tanto no puede ser reflejado como tal, es el mejor camino para poder desglosar los diferentes escenarios que se presentan a la hora de planificar el desenvolvimiento futuro de una organización.
Ello adquiere peculiar significación cuando se toma en cuenta que toda organización se enfrenta a un escenario volátil, incierto, complejo y ambiguo “que requiere que estemos preparados técnica, profesional, emocional y físicamente para hacer frente a un futuro cambiante”.
Entre sus recomendaciones, Pacheco enfatiza que es esencial identificar las variables que no se pueden cambiar y aquellas que sí. “Por ejemplo, no puedo modificar los cortes de electricidad, pero sí puedo modificar la forma de resolverlo, bien sea con la compra de una planta o adaptando horarios”, dijo, reiterando que muchos gerentes gastan energía en temas cuya solución escapa de sus manos.
También señaló que el gerente actual debe luchar contra la falta de una política pública de impulso y consolidación de la marca Venezuela, una falla que ha llevado a la mayoría de los venezolanos a desdeñar de nuestra tierra. “No tenemos marca país y debemos contribuir a crearla”, dijo.
– Cada vez más complejo –
Javier Cuni, socio director de la consultora E&Y Venezuela, la complejidad nunca acaba, y si en años anteriores las empresas debieron lidiar con distintos factores a la hora de medir y ordenar sus finanzas, el 2017 representará un reto mucho mayor.
Incertidumbre, manejo de distintas tasas de inflación, de diferentes tasas de cambio (Dicon, Dipro y libre), regulaciones de precios, el no reconocimiento de ajustes por inflación a la hora de pagar Impuesto Sobre la Renta y la caída de la inversión, son algunos de los componentes más importantes del amargo cóctel que están obligadas a saborear las gerencias de finanzas en estos tiempos de crisis.
Para Cuni, es esencial que los gerentes del área tengan claro que deben combatir los efectos de la inflación con creatividad pero también aplicando nociones básicas, como acometer planes de inversión en activos no monetarios, una estrategia de precios flexible, evitar el efectivo en bolívares y financiarse a través de líneas de crédito.
– Multicomunicaciones –
Así como la empresa de hoy debe hacer frente a diferentes inflaciones, también está obligada a desarrollar una estrategia de marketing que atienda a las diferentes plataformas comunicacionales que las nuevas tecnologías ofrecen.
“Las marcas deben mantener varias comunicaciones a la vez. La tendencia es atender a las múltiples pantallas a través de las cuales puede llagar al consumidor”, afirmó Ricardo Vallenilla, profesor del Centro de Mercadeo del Instituto de Estudios Superiores en Administración (IESA), durante su intervención en el foro de Expo Gerente.
Fue enfático al señalar que no se trata de “escoger la mejor pantalla sino enviar el mismo mensaje a través de todos los medios (smartphone, tablet, computadora, televisor y medios tradicionales)”, una apreciación que se extiende a todos los tipos de canales que existen: correos, redes sociales, mensajes directos, publicidad directa o incidental, etc.
Su recomendación no podría ser más disruptiva respecto a la teoría establecida hasta ahora: esa información no puede basarse en el producto sino en las ideas alrededor de ese producto, con “contenidos relevantes, consistentes que vayan más allá de lo publicitario”. Todo con la idea de establecer una relación permanente con el consumidor enfocada en sus necesidades y conocimientos y no en la marca en sí.
Para el experto, aunque el enfoque de cómo llegar al usuario o consumidor es distinto, la estrategia es en el fondo la misma: darle lo que necesita. “Hacerle al consumidor la vida más feliz es la meta, solo que ahora le llagamos por otras vías y debemos utilizarlas todas», sentenció.