Empresas y Negocios

Fedecámaras: 2016 nos deja al borde del colapso y 2017 será peor

Todo 2017 será un año duro para el sector empresarial venezolano, y tan temprano como enero habrá de verse cómo muchas empresas no abrirán sus puertas por falta de materias primas e inventarios, alertó el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez.

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Foto: Cortesía Fedecámaras

El responsable del principal gremio de la empresa privada del país (Fedecámaras representa a 14 grandes sectores de la actividad económica privada) observó que 2016 ya ha sido un año particularmente malo, que cierra con nuevos eventos desastrosos como la apresurada eliminación del billete de 100 bolívares (hasta ahora el de mayor denominación del cono monetario, que será sustituido por una pieza 200 veces más alta en términos nominales).

“El balance de 2016 es desolador, las empresas cada vez tienen menos oportunidades de ser viables. Es muy poco lo que se pueda rescatar (de este año que termina) más allá de algunos programas sociales que tienen algunos beneficios para los más desposeídos”, dijo en aparente alusión a la venta directa de algunos alimentos subsidiados, a través de los comités de racionamiento, llamados CLAP.

Este año ha dejado al país “al borde de un colapso” , pero no es tarde para rectificar y empezar a aplicar cambios que podrían ser muy fuertes, señaló al pedir un “abordaje estructural de la inflación” con disciplina fiscal y monetaria y autonomía del Banco Central.

El “tejido empresarial” del país está formado por unas 300.000 empresas de diverso tamaño.

En el sector de manufactura quedan unas 5.000 empresas que están trabajando al 35% promedio de su capacidad instalada, por falta de insumos, señaló Martínez en breve conversación con periodistas.

“El mes de enero lo vamos a comenzar bastante duro. No vemos posibilidades todavía de que haya cambios dentro del gobierno”, dijo al ahondar en las razones de este entorno cada vez más complicado.

Afirma que es “urgente y necesario” un abordaje estructural por parte del gobierno de los apremiantes problemas que sufre el país.

“El gobierno sigue tomando decisiones como las del FMI, de forma apresurada, desproporcionada, pero no va con una solución estructural”, dice.

“Necesitaríamos un gobierno que escuche y actúe”, agrega al puntualizar que hoy no hay ninguna vía de entablar un espacio de diálogo con los líderes del sector privado y con el liderazgo legítimo de los sindicatos para abordar los problemas que tanto están afectando a los venezolanos.

“No tenemos un gobierno que vaya en sinergia entre el sector público y el privado que en definitiva es lo que desarrolla a los países”, se quejó.

Mientras, los ataques del gobierno nacional siguen criminalizando a la actividad privada, lo que compromete la generación de empleo.

“En la medida en que se ataca a empresarios se pierden ventanas de libertades y con ello puestos de trabajo”.

“Las perspectivas es que todo el año va a ser sumamente difícil. El primer trimestre por supuesto va a ser como tradicional e históricamente se ve siempre, de bajos inventarios. Lo que pasa es que en esta oportunidad son muchas las empresas que están cerrando por las festividades de Navidad pero no para llegar a enero, sino probablemente no abran en enero porque no tienen inventarios para poder producir”, apuntó.

Economistas independientes y el FMI calculan en 10% el derrumbe del Producto Interno Bruto (PIB, suma total de riqueza que produce  un país) este año, con una hiperinflación que supera el 500%.

Este escenario tiende a prologarse para los próximos meses.

“En la medida en que el gobierno no haga el abordaje estructural de los problemas del país, vamos a tener un año completamente distorsionado, con muchos problemas para el consumidor venezolano: pérdida del poder adquisitivo en la medida en que no se controle la inflación los venezolanos cada día van a tener menos poder de compra”.

“Así que la situación no pinta nada bien para este año 2017, a menos que el gobierno haga el abordaje urgente y necesario de forma sistémica a los problemas de los venezolanos”, dijo al respecto Martínez.

Sobre el tipo de cambio en el mercado paralelo, cuya tasa ha saltado en las últimas semanas y mantiene en vilo a los venezolanos, Martínez señaló que es otro problema económico por falta de decisiones del gobierno y el Banco Central.

“Va a tener un impacto inflacionario bastante importante. Lo peor es que quien marca esa tasa es un pequeño grupo de personas que ha logrado que la población lo use como un parámetro, producto del abandono que tiene el Banco Central, que no emite ningún tipo de cifras acerca de la economía”, dijo.

Esos espacios que ha dejado abiertos el BCV “son tomados por intereses oscuros, no confiables, que no denotan la realidad económica del país ni de los venezolanos. Vamos a tener un nivel de afectación, lamentándolo mucho”.

Pero objeta las afirmaciones de economistas que indican que Venezuela ya está en hiperinflación:

“No tenemos todas las condiciones para poder declararnos en hiperinflación porque todavía tenemos reservas, algo llamado ingreso petrolero que le da cierta capacidad de maniobra a los técnicos del BCV y del gobierno nacional”, aseveró.

“Lo único que se requiere es la voluntad política para diseñar una política económica como debe ser y que dejen esa retórica que no beneficia al país, para comenzar a aplicar las correcciones a la economía”.

“Esos ajustes macroeconómicos se necesitan para estabilizar el sistema cambiario”, con esa medida, la economía iría respondiendo positivamente, con los consecuentes beneficios para la población.

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