Energía y Petróleo

Aumento de producción de Rusia ayuda a hundir precio del petróleo

En esta “Guerra del petróleo” a la que el presidente Nicolás Maduro atribuye el agudo desplome del precio del crudo, Rusia gana posiciones como un actor clave. Su aumento de la producción contribuye esta semana a alentar el ciclo bajista de los precios en el mercado mundial. El 2 de enero, el gobierno ruso anunció que el país alcanzó un récord de producción, el más alto desde el fin de la Unión Soviética. El dato fue una nueva palada de tierra sobre los precios de los crudos marcadores Brent y WTI que comenzaron esta semana con otro lunes negro para los productores como Venezuela.

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El petróleo de Texas (WTI) para entrega en febrero abrió hoy con un caída de 3,47 % y se cotizaba esta mañana en $50,86 el barril en Nueva York (Nymex), según reportes de agencias de noticias.
En Europa, el Brent estaba en torno a $54 por barril, el nivel más bajo desde mayo de 2009.
El aumento de la producción en Rusia, Estados Unidos, Irak e Irán es la principal explicación de esta arrancada fea para países con baja producción, como Venezuela, cuya economía depende casi exclusivamente del oro negro.
Maduro insiste en atribuir el desplome de los precios a una campaña de Estados Unidos para destruir a Rusia, a la Opep y a Venezuela. Esta semana cumple una gira por algunos países de Asia, en lo que ha calificado como una cruzada por rescatar los precios.
«Queremos llevar una campaña nacional y hasta donde se pueda, internacional, para restablecer, en primer lugar, el mercado de energía y petróleo. Restablecer el mercado natural y los precios naturales del petroleo», dijo Maduro poco antes de salir del país.
Este mismo lunes fue recibido por el vice canciller de la Federación Rusa, Sergey Alexeevich Ryabkov, en Moscú, informó la ministra de Información, Jacqueline Faría.
Durante la reunión, el presidente expresó «su solidaridad al gobierno del presidente Putin ante pretensión desestabilizadora de EEUU», refirió la ministra, citada por la agencia oficial de noticias, AVN.
El papel de Rusia en este juego de poderes del petróleo cobra aún más énfasis tras el anuncio de CDU-TEK , brazo informativo del ministerio de Energía de Rusia, de que el gigante euroasiático alcanzó una producción de 10,667 millones de barril diarios en diciembre, el bombeo más alto en la era post soviética.
El aumento puntual fue de sólo 0,3%, pero confirma la tendencia alcista de uno de los tres principales productores mundiales de crudo, responsable de casi 10 millones de los 90 millones barriles que se extraen cada día. El anuncio también trastornó un mercado volátil y ansioso de nuevas señales que confirmen la tendencia bajista de los precios.
Según datos recopilados por la Agencia de Información de Energía de Estados Unidos, Rusia es el segundo mayor exportador de petróleo y derivados del mundo, con 7,213 millones de barriles por día. También tiene las novenas reservas probadas más altas del mundo, con 80.000 millones de barriles.
La producción de crudo y condensados (hidrocarburos líquidos ultralivianos de alto valor comercial que se generan en la extracción del petróleo) promedió 10,58 millones de barriles por día en 2014, según recoge la agencia Bloomberg.
Eso se compara con los 10,444 millones en 2013, cuando fue el tercer mayor productor del mundo, según datos recopilados por la CIA, de Estados Unidos, que ubicó a Rusia como el tercero en producción y el segundo en exportaciones, con 4,72 millones de bpd en 2013 de crudos y unos 2,4 millones de barriles de derivados.
La cifra sobre el leve aumento de la producción rusa en diciembre sacudió un mercado petrolero desde el viernes (2 de enero) cuando pareció que la producción rusa desafía tanto los bajos precios como las sanciones impuestas al gobierno de Vladimir Putin por Occidente, en respuesta a su anexión de Crimea y al apoyo a separatistas prorrusos en el este de Ucrania.
“Pero una mirada más cercana a los números muestra que el alza en la producción al cierre del año podría ser temporal. La producción de Rusia se mantuvo en una trayectoria de declive a lo largo de la primera mitad de 2014, inclusive estuvo debajo de los niveles del año anterior en julio y en agosto”, comenta en una columna la especialista en el sector de energía de Rusia Nadia Kazakova, analista del banco Saxo Bank Group.
Kazakova atribuye la recuperación al impacto anticipado de la decisión del gobierno de Putín de adoptar un nuevo régimen impositivo para el sector en 2015.
A partir de enero el impuesto a la producción subirá significativamente desde $11,6 por barril hasta $18 por barril, mientras el de exportación de productos refinados caerá desde $24 a 18,7 por barril . Putín parece estar incentivando más las exportaciones que la producción.
“Las compañías petroleras parecen haber decidido adelantar parte de su producción para ahorrar en impuestos” señala la experta.
La previsión oficial para la producción de petróleo en 2015 luce crecientemente optimista, señala.
El gobierno está presupuestando 10,54 millones de bpd de producción de crudo, lo que representa apenas un declive marginal anual del 0,3%, agrega.
“Es difícil ver como las compañías petroleras podrán arreglárselas para mantener la producción a este nivel. La dificultad no viene simplemente del hecho de que precios más bajos significan menos efectivo disponible, sino que los volúmenes de taladros de perforación se fueron contrayendo a lo largo de 2014, así como el número de nuevos pozos”, explica.
Pero, algunos analistas del mercado podrían apostar a que tampoco haya una caída pronunciada en la producción.
Rusia además necesita desesperadamente de sus petrodólares para atenuar el impacto económico de las sanciones de Occidente y a diferencia de Venezuela, es del tipo de productores que se dan el lujo de apostar por mayores volúmenes de producción para compensar las caídas de los precios, un desplome que ha arrastrado las cotizaciones del rublo ruso, así como los ingresos fiscales y los precios de la deuda.
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