«Los precios justos, realistas (…) deben estar por encima de los 70 (dólares el barril)», dijo Maduro a un grupo reducido de medios, entre ellos Efe, al margen del XXIII Congreso Mundial de la Energía en Estambul.
El mandatario venezolano recordó que los precios del petróleo por encima de $70 dólares por barril habían sido ya «asimilados por la economía» mundial en años anteriores (entre 2010 y mediados de 2014) y «ayudan al funcionamiento inclusive de los metabolismos financieros», pues «hace falta que funcionen con suficiente flujo para que las economías del mundo mantengan un ritmo de permanente crecimiento».
Maduro expresó su confianza en que mañana varios países productores de crudo reunidos en Estambul publiquen una declaración conjunta que suponga un avance hacia un pacto para ayudar a estabilizar el mercado petrolero y elevar los «petroprecios».
«Mañana va a haber una importante reunión y aspiramos que salga una declaración que siga afirmando este camino», subrayó.
«Va a haber un conjunto de reuniones entre hoy y mañana que deben ir consolidando el consenso petrolero», dijo el presidente venezolano.
Explicó que su país ha propuesto al secretario general de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Sanusi Barkindo, en un encuentro que mantuvo con él durante el citado congreso, «un acuerdo de seis meses que va a ser la base» de un pacto ulterior, «con una nueva fórmula para una estabilidad al menos para diez años».
Maduro reiteró la necesidad de una recuperación de los precios del crudo, que desde mediados de 2015 cayeron 55% debido a una abundante oferta, para «invertir en tecnologías nuevas de exploración, de explotación, en tecnologías que se suman al acuerdo del cambio climático».
«Los precios bajos y la inestabilidad el mercado no benefician a nadie en el mundo», insistió.
Aludió también al anuncio que hizo ayer el presidente de Rusia, Vladímir Putin, de que su país, que a diferencia de Venezuela no es miembro de la OPEP, está dispuesto a adherirse a un pacto para congelar, o incluso reducir, la oferta mundial de petróleo con el fin de apuntalar los precios.
Asimismo, Azerbaiyán, tampoco integrante de la OPEP, «ha tomado la decisión de congelar la producción petrolera. Son señales muy claras de que el nuevo consenso empieza a funcionar», destacó Maduro.
«Afortunadamente ya tenemos la base de un nuevo consenso», insistió el presidente, y precisó que en Estambul el ministro venezolano de Petróleo y presidente de la compañía estatal Pdvsa, Eulogio del Pino, participará mañana en una reunión con sus homólogos de Rusia y Arabia Saudita (miembro de la OPEP), así como de otros países productores.
La OPEP alcanzó el pasado 28 de septiembre en Argelia un preacuerdo para reducir sus extracciones conjuntas en cerca de un millón de barriles diarios, hasta un nivel de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios a lo largo de 2017.
Ese pacto, cuyo anuncio ha impulsado al alza a los precios del crudo en las últimas dos semanas, debe aún ser sancionado en la reunión ordinaria de la OPEP del 30 de noviembre en Viena, y requiere que los socios logren ponerse de acuerdo sobre los topes individuales de producción de cada uno.
La OPEP aspira además a que otros productores ajenos a la organización se sumen al esfuerzo de limitar sus extracciones.
Los precios del crudo reaccionaron ayer con subidas en torno al 3 % a la noticia de que Rusia estaría dispuesta a hacerlo.