De cuatro horas de racionamiento que se venía aplicando en dos periodos diarios por zonas (A, B y C), aumentó a tres periodos: dos de tres horas y uno de seis. Lo que significa que los tachirenses pasarán más de la mitad del día sin suministro eléctrico.
La empresa anunció en un tuit el alcance de la nueva «administración de carga» o, mejor dicho, el racionamiento eléctrico en la entidad fronteriza.
El nuevo cronograma diseñado por Corpoelec empezará a regir desde este miércoles 21 de marzo, iniciando con la suspensión del servicio entre las 3:00 am y las 6:00 am; el segundo corte comienza a las 9:00 am hasta las 3:00 pm y la tercera suspensión del servicio va desde las 9:00 pm a 3:00 am. Este cronograma corresponde al bloque B.
Quienes se encuentren en el bloque A, no tendrán suministro eléctrico entre las 6:00 y 9:00 am; y de 3:00 pm a 9:00 pm.
Esos cronogramas se intercambian día de por medio para cada uno de los bloques que corresponden a los distintos sectores y municipios del estado Táchira. Inclusive, pueden ser más extensos de lo anunciado como ya pasó con el primer cronograma publicado.
“Nos quieren enloquecer”
Los habitantes de San Cristóbal mostraron su rechazo inmediato a la medida de racionamiento del suministro eléctrico y señalaron que no creen en las supuestas causas del mismo.
“Aquí no ha habido inversión, ¿Dónde está la plata de la inversión en el sistema eléctrico? Si nos quieren enloquecer con esos cortes de luz pues lo están logrando…aquí ya no tenemos vida”, dijo Alexis Rodríguez, vecino de San Cristóbal.
La ciudad conocida como “cordial”, ha dejado de serlo, las caras de sus habitantes se han transformado y a cambio de una sonrisa, el enojo y la intolerancia están presentes.
“No hay solo racionamiento eléctrico, tampoco tenemos agua, ni gas, ni gasolina, ni dinero en efectivo, no hay internet, ni transporte público… ¿esto no es para enloquecerlo a uno?”, agregó Rodríguez.
En los últimos días han regresado las protestas en diferentes calles y carreteras de la entidad ante la ausencia del gas doméstico. Las colas en las entidades bancarias alcanzan las cinco cuadras y entre los pensionados y el ciudadano común que demanda dinero en efectivo las calles de San Cristóbal se convierten en un caos diario.
A lo anterior se le suman las acostumbradas e interminables colas para surtir combustible en las pocas estaciones de servicio que abren, algunas no lo hacen por las fallas en el suministro eléctrico.
“La vida nos cambió. Ayer no pude salir a trabajar. Tenía tres días sin agua en casa, llegó y tuve que lavar no solo la ropa sino un cerro de platos que estaban amontonados. Ya el tiempo se nos reduce en las carreras que tenemos que pegar para aprovechar que hay luz y poder comprar con tarjeta de débito lo poco que se consigue y antes que cierren los comercios. Entre la cola para la gasolina y esperar un número para que nos vendan el gas podemos pasar dos días”, afirmó Diana Contreras, vecina de la Concordia.
Una serie de calamidades aseguran los tachirenses estar viviendo a lo que se suman los extensos cortes en el suministro eléctrico que han convertido a San Cristóbal, la capital en un completo pueblo fantasma luego de las cuatro de la tarde.]]>