China busca cubrir el déficit venezolano
Pdvsa tiene la obligación contractual de suministrar 1.495 millones de bdp a sus clientes, pero solo cuenta con 694.000 bdp para exportar. El mayor incumplimiento se concentra en el crudo Merey 16, una mezcla de crudo liviano y extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco (FPO), cuyos contratos ascienden a 1.271 millones de bdp, pero Pdvsa solo puede despachar 578.000 bdp.
Los refinadores independientes chinos son los principales usuarios de los crudos venezolanos, concentrando cerca del 70 % de los envíos. Otros clientes afectados son Nynas, Tipco, Chevron, CNPC, Reliance, Conoco, Valero y Lukoil, que recibirán parcialmente los volúmenes establecidos en los contratos.
Esta caída del suministro de petróleo venezolano está obligando a las refinerías independientes de China a buscar una fuente alternativa de crudo pesado que necesita para la producción de asfalto. Al gigante asiático le urge compensar esta carencia y esto puede desplazar a Venezuela como proveedor seguro, si las compañías chinas deciden comprar otros crudos pesados, como el Cold Lake Blend de Canadá, que tiene una calidad similar a la de Merey.
El embargo de Conoco y su impacto sobre las exportaciones de Pdvsa.
El embargo de Conoco impide la salida de buques y restringe las exportaciones. El 70 % de las exportaciones se realizan por los puertos de Oriente, que es donde se concentra la mayor producción de petróleo. Por esa razón, los puertos del Occidente están recibiendo el exceso de crudos que se ha ido acumulando en Oriente.
Hasta los tanqueros están siendo utilizados para almacenar los crudos que no se pueden despachar y así evitar tener que reducir producción. Pero si todos los tanqueros están llenos y la capacidad de almacenamiento se va agotando, llegará el momento en que habrá que cerrar la extracción de más petróleo porque no se podrá exportar ni almacenar.
-¿Cómo recuperar Pdvsa para que siga siendo la principal fuente de divisas?-
Los tiempos han cambiado. Las reservas probadas de petróleo ya no se concentran en los países de la OPEP. Con la explotación de los nuevos petróleos, EE.UU. recupera su condición de potencia petrolera mundial y puede superar a Arabia Saudita y Rusia. La explotación del petróleo de lutitas o de esquistos, extraído mediante el sistema de fracturación hidráulica o fracking, comenzó en 2010 y detuvo la caída de la producción petrolera estadounidense. En los años 70, ésta oscilaba entre 12-13 millones de bdp, pero en los 2000 había caído a menos de 8 millones.
A diferencia de los crudos pesados y caros de la FPO, los nuevos petróleos de esquistos son extralivianos y con costos marginales decrecientes, debido a que las elevadas inversiones iniciales ya se han realizado y los nuevos desarrollos tecnológicos aumentan la productividad y abaratan los costos. En 2014 había un consenso en torno a 100 $/b como precio marginal para garantizar las nuevas inversiones, pero este precio se ha reducido a 60-70 $/b y hay reservas de petróleos de esquistos para explotar, al menos hasta el año 2050.
Ante el auge de los nuevos petróleos, las reservas de crudo pesado de la FPO ya no es lo único que le queda al mundo cuando se acabe el petróleo convencional. Ante esta realidad y la escasez de fondos que sufre Pdvsa, la FPO ya no es una opción financieramente viable, ni económicamente rentable, debido a la competencia de nuevos petróleos de mayor calidad y costos semejantes a los de la FPO.
Los planes de incremento de la producción petrolera en la FPO no se cumplieron y ya no se podrá alcanzar la meta de 6 millones bdp. Venezuela no tiene la mayor reserva petrolera del mundo y no va a poder extraer seis millones de bpd porque esto requiere una inversión de $ 300 mil millones que ni Pdvsa ni el Estado venezolano tiene. Empeñarse en extraer crudos pesados es desperdiciar el verdadero margen de recuperación que tiene Pdvsa si prioriza la reactivación de los pozos de petróleo convencional.
Recuperar Pdvsa obliga a reorientar los cuantiosos recursos que requiere la explotación de los crudos pesados de la FPO hacia la extracción de los crudos medios y livianos del occidente venezolano. Pdvsa tiene 35 mil pozos de los cuales están activos 17 mil. Hay campos abandonados con reservas probadas de 13 mil millones de barriles que pueden ponerse en actividad de manera rentable. Pero como Pdvsa ni el Estado venezolano cuentan con recursos, se necesitará apoyo financiero para reactivar la industria petrolera. La situación es tan crítica que Pdvsa no pudo pagar $ 2 mil millones para cerrar el arbitraje con Conoco, a pesar de haberlo ganado.
De allí la necesidad de evaluar la conveniencia y viabilidad de abrir la explotación petrolera a una mayor inversión extranjera, así como ofrecer incentivos fiscales para atraer nuevas inversiones.
Reactivar la industria petrolera venezolana implica cambiar la orientación de los planes, reducir las inversiones en la FPO y volver la mirada hacia los pozos de petróleo liviano que se pueden reactivar de manera rentable porque no requieren las cuantiosas inversiones en mejoradores de los crudos pesados de la FPO. De lo contrario, la extracción de petróleo seguirá cayendo, Venezuela no podrá exportar más petróleo y en los hechos dejará de ser un país de la OPEP.
@victoralvarezr]]>