Energía y Petróleo

José Manuel Puente: hoy Venezuela no tiene como producir mucho más petróleo

Venezuela sigue apostando al petróleo como palanca para salir de la crisis, pero no hay razones de fondo pàra concluir que acuerdos como el reciente con Chevron vayan a cambiar el escenario de la economía.

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chevron y el petróleo en Venezuela

En medio del optimismo de algunos sectores por la renovación de la licencia con Chevron y las expectativas de algunas personas sobre el crecimiento económico de Venezuela, el economista José Manuel Puente apela a la sensatez científica para poner los pies en el piso a los exageradamente optimistas: en realidad Venezuela no puede subir con fuerza su producción de petróleo.

“Aun siendo muy optimistas la producción de petróleo en Venezuela en el corto plazo no puede aumentarse de manera significativa”, señala Puente enbreve conversación telefónica desde España, donde es profesor del IE Business, la principal escuela de negocios de ese país.

“El problema venezolano no se va a arreglar en el corto plazo por la vía petrolera”.

José Manuel Puente, economista

En las última semanas en el país había crecido la expectativa en torno a las negociaciones del gobierno de Nicolás Maduro con el de Estados Unidos para que se extendiera la licencia de la petrolera Chevron, socia de Petróleos de Venezuela, (PDVSA) en varios proyectos estancados por efecto de las sanciones financieras contra el régimen de Maduro, acusado de atentar contra la democracia y los derechos humanos.

Para algunos optimistas, el futuro económico inmediato y hasta una tasa de crecimiento por encima del 10% en toda la economía nacional dependía de esa licencia.

Pero sus alcances resultaron ser más limitados de lo que esperaban estos optimistas, y lo más importante, no le da acceso al régimen chavista a los fondos generados por las operaciones de Chevron en Venezuela.

Todo el producto de esas ventas irá para pagar deudas por unos $2.600 millones del Estado venezolano y Pdvsa con la propia trasnacional estadounidense, una de las petroleras más grandes del mundo y con una operación muy marginal en Venezuela.

“Vamos a suponer el escenario más optimista, el mejor de todos: Chevron hace inversiones mil millonarias. Pero el problema venezolano no se va a arreglar en el corto plazo por la vía petrolera porque simplemente recomponeruna industria que ha sido devastada, que ha perdido su capital humano, ha vivido 23 años de desinversión, se ha convertido en un ministerio lleno de clientelismo, corrupción, y ha perdido su capital humano más competente no resuelve sus problemas en unos meses”, resume Puente.

Este economista también es consultor internacional, profesor del IESA en Venezuela y de las universidades de Oxford (Reino Unido) y Salamanca (España).

José Manuel Puente, economista venezolano de proyección internacional
José Manuel Puente, economista, profesor universitario y consultor.

La producción de petróleo de Venezuela está hoy a niveles de hace 80 años. El propio gobierno reporta a sus socios de la Opep que produce 717.000 barriles por día (bpd) y las fuentes secundarias, -que son más creíbles- contabilizan 679.000 bpd, recuerda Puente citando el informe mensual del mercado que publica la organización.

“Entonces, siento optimistas, producimos 700 a 800 mil barriles por día. Dadas las restricciones de capital humano, de capital financiero, de corrupción, clientelismo, ineficiencia en la industria, en el corto plazo no hay manera de incrementar fuertemente esa producción”.

Siguiendo con esa línea optimista, con la ayuda de Chevron se podría llegar a cerca de unmillón de bpd, dice.

Pero en el corto y mediano plazo “no puede haber un cambio radical en la producción”.

El optimismo no alcanza

“Cualquiera que sea la cifra estamos hablando de decenas de miles de millones de dólares para un país que está quebrado, sin ninguna credibilidad en los mercados, en una terrible crisis…es muy difícil conseguir esa cantidad de dinero que hace falta para hacer las inversiones que en el mediano plazo”, advierte.

Y aún haciendo las inversiones hoy, eso lleva un tiempo recuperar producción. No es algo de seis meses, un año, dos años, aún teniendo el dinero. Y Venezuela ni siquiera tiene el dinero ni el capital humano porque lo perdió, porque se ha ido del país, se fueron los profesionales tanto enpetróleo, petroquímica, química, observa Puente.

En cuanto a precios, la cesta venezolana se cotiza en torno a los $72 el barril, muy por debajo de los crudos marcadores WTI y Brent, que son la referencia en los mercados mundiales.

Pero buena parte de ese petróleo que exporta Venezuela se ofrece a grandes descuentos, justamente para poder llegar a los mercados pues Pdvsa es una empresa sancionada internacionalmente.

Además buena parte del petróleo va a China y no se traduce en nuevos ingresos en efectivo para Venezuela porque se destina a pagar deudas con el Fondo Chino, que ya pagó por adelantado hace años con un dinero que vino y fue gastado, señala el economista.

Después está el impacto del mercado interno de la gasolina, que es vendida a $0,5 el litro, un precio que genera pérdidas para el Estadovenezolano porque no compensa costos de producción (otra buena parte de esa gasolina es entregada a valor cero para el Estado en las bombas que dan otro subsidio completo a algunos clientes registrados en el llamado Sistema Patria, de control social).

Parte de la producción del petróleo venezolano va a Cuba y a otros aliados del Caribe, a través del modelo de Petrocaribe, una filial comercializadora que en el pasado fue una importante palanca política del chavismo en la región.

Puente recuerda además que Venezuela está desde el año 2017 en estado de impagos de su cuantiosa deuda externa que supera los $160.000 millones (default).

(Esto incluye bonos de deuda, deudas comerciales y de servicios con proveedores de Pdvsa, créditos de organismos multilaterales y pagos de compensaciones pendientes por expropiaciones y confiscaciones de empresas que trabajaban o permanecen en Venezuela, como la propia Chevron, a la que se le deben 2.600 millones de dólares).

Es, señala Puente, “una economía default con uno de los riesgos país más altos del mundo, sino el riesgo país más alto del mundo, que tiene los mercado cerrados”.

“Venezuela durante mucho tiempo ha tenido el más alto del mundo. En revolución el riesgo país es el más alto de la historia económica contemporánea e inclusive mayor al de países en guerra”.

El riesgo país un indicador de la confianza en invertir en las naciones, es una referencia para los mercados financieros y grandes empresas y bancos.

(El índice suele ser medido por JP Morgan y publicado por medios especializados. El de Venezuela estaba este 29 de noviembre en 43.257 puntos. Esto significa que si saliera a emitir papeles de deuda tendría que pagar una tasa de interés de 43% por encima de los papeles del Tesoro de EEUU, considerados de cero riesgo).

Como referencia, el riesgo país de Rusia está hoy en 2.779 puntos y el de Ucrania en 2.686.

“Aún cuando consigan el capital, haciendo cambios en política económica y petrolera, en el corto y mediano plazo no hay posibilidad de incrementar de manera considerable la producción» en Venezuela, recalca Puente.

“Pero seamos optimistas: si conseguimos varios miles de millones de dólares, conseguimos traer capital humano desde Argelia, Arabia Saudita, de la diáspora y conseguimos que Chevron y otras empresas nos acompañen, puedes llegar a un millón de barriles en el mediano plazo. Pero no vamosa llegar a los 3,2 millones que tenías en 1998”, cuando llegó el chavismo al poder.

«Las negociaciones son el camino correcto. Toda transición en América Latina, en Suráfrica o Chile, se logró con negociaciones, donde ambas partes cedieron y llegaron a un acuerdo por el bien del país y su gente», dice sobre el contexto político actual.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la extensión de la licencia a Chevron para seguir en Venezuela poco después de la reanudación del diálogo entre representantes de Maduro y de una fracción de la oposición.

“Pero aun pensando que ese camino es el correcto, la producción petrolera venezolana no es posible recuperarla en el corto mediano plazo por todas las restricciones que hemos mencionado: no tiene capital financiero ni humano, esta sancionado, tienes rezago en capacidad productiva, una industria deteriorada llena denudos de corrupción, clientelismo y de incompetencia”, señala.

Para Puente “es absolutamente absurdo” apostar por un crecimiento explosivo de la economía venezolana sobre dos dígitos en 2022 y 2023, como afirma el gobierno y como corean algunos optimistas.

“Nadie en el mundo ve un crecimiento de dos dígitos para el país en el año 2022”, señala.

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