Financiero

Citgo pasó de ser una empresa en venta a garantía en canje de bonos

La importancia de la refinería Citgo como negocio para el gobierno venezolano cambió en el transcurso de dos años. A mediados de 2014, El gobierno anunció la intención de vender el activo ubicado en Estados Unidos y en septiembre de 2016 optó por ofrecerlo como aval para el canje de bonos de Pdvsa 2017 por papeles 2020 como un incentivo para hacerla atractiva a los inversionistas.   

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Venezuela struggles with Crystallex
Foto: AP

Las necesidades de flujo de caja del país ante la caída de 70% de los ingresos petroleros han llevado al gobierno del presidente Nicolás Maduro a considerar varias opciones como liquidación de activos y canje de algunos de ellos a cambio de dinero fresco.

La más notoria quizá haya sido la posibilidad de vender la refinería Citgo, lanzada a mediados de 2014. En diciembre de ese año, Citgo recibió varias ofertas de compra, luego que el gobierno del presidente Nicolás Maduro manifestara su interés en vender la refinería venezolana ubicada en Estados Unidos. Un mes después, el propio gobierno decidió suspender la operación y optó por emitir bonos de deuda por 3.000 millones de dólares.

Y es que los rumores sobre la venta de la empresa fueron una sombra durante varios años desde que en octubre de 2010, el presidente Hugo Chávez mostrara su intención de salir de la refinería. “Es un mal negocio para el país», dijo en su oportunidad.

Con la venta de Citgo, Venezuela contaría con importantes recursos en divisas en un momento de bajos ingresos petroleros. La empresa que opera tres refinerías en suelo norteamericano: Lake Charles en el estado de Louisiana, Corpus Christi en Texas y Lemont en Illinois), además de su sede en Texas, ha sido valorada entre $4.000 millones y $11.000 millones. Sin embargo, de acuerdo con Pdvsa la valoración de esos activos ronda los $8.300 millones, pero tiene una alta deuda de $4.082 millones.

Citgo también cuenta con 6.000 estaciones de servicio en el territorio norteamericano. La empresa pertenece a Venezuela desde al año 1986 cuando adquirió 50% de la compañía a la Corporación Southland. El restante 50% se compró en 1990.

En agosto de 2014, el entonces ministro de Energía y Petróleo y presidente de Pdvsa, Rafael Ramírez, confirmó la posibilidad de venta de Citgo al señalar que se llevaría a cabo «cuando se tenga una propuesta conveniente a sus intereses (…) Los activos en el exterior son virtualmente rehenes de otras jurisdicciones y pagan impuestos en Estados Unidos«.

Ramírez afirmó en esa oportunidad que la venta de Citgo no significaría dejar de proveer petróleo a la nación norteamericana y agregó que no se requería ser propietario de ese activo para seguir exportando los barriles de crudo.

Varios voceros del oficialismo señalaron en su momento que en la refinería se ha invertido más dinero de lo que percibe, y que en caso de su venta no se perdería mercado.

De acuerdo al prospecto del canje de los títulos de Pdvsa 2017 por los Pdvsa 2020, los inversionistas contarán con la garantía de 50,1% de las acciones de la refinería Citgo, además de un cupón de 8,50%.

Ahora el actual ministro de Petróleo y presidente de Pdvsa, Eulogio Del Pino, asegura que los inversionistas tienen toda la seguridad de que el intercambio de bonos será muy rentable y tendrá todo el respaldo que ofrece la garantía de Citgo. «Evalúen muy bien lo que les estamos ofreciendo, creemos que es una oferta muy, muy buena», afirmó.

A juicio del economista Luis Oliveros el actual gobierno «siempre ha visto con malos ojos el negocio de Citgo», por lo que en su momento sondeó la posibilidad de venderla. No obstante -indicó- las ofertas que recibió no fueron consideradas buenas por Venezuela y a medida que comenzaron a caer los precios del petróleo el valor de la refinería también bajó.

«En ese entonces el gobierno decidió cambiar la estrategia y vio como una mejor salida endeudar a Citgo con montos nunca vistos para la empresa. Lamentablemente estos recursos no pasaron a formar parte de las finanzas de la refinería, para invertirlos en la propia Citgo, sino que fue al flujo de caja a Pdvsa», explicó.

Oliveros destaca que mantener o vender un activo tan importante para el país, debe evaluarse muy bien, analizar los pro y contra, pero señala que no sería positivo para Venezuela si el actual gobierno decidiera venderla. «Si se van a usar los fondos para invertirlos en la propia industria petrolera o para algún proyecto de envergadura puede ser una estrategia importante; ser vendida por este gobierno para el despilfarro o para destinarlos a la campaña electoral no tiene sentido alguno«.

Para el economista Alexander Guerrero el canje de los bonos Pdvsa 2017 «es la venta de Citgo por una vía de remate a la hora de no disponer de fondos para cancelar el Pdvsa 2020».

Afirma que la negociación financiera oculta intereses poco claros para el futuro de la refinería, ya que observa «opacidad» y cuestiona que se colocara una cláusula de confidencialidad.

«La necesidad de un trustee (administrador) que ampare la confidencialidad de la operación de canje. Es decir, que este grupo (trustee) de individuos electo por la banca de inversión guardaría con absoluto celo y confidencialidad quiénes son los tenedores de bonos que participarán en el canje. ¿Por qué ir a un mecanismo de este tipo y no ir a un mecanismo abierto cuando tienes una garantía como la del holding de Citgo? Hay muchas preguntas sobre este manto de oscuridad en la operación, por eso las calificadoras de riesgo bajaron sus notas sobre la deuda venezolana», apuntó Guerrero a El Estímulo.
Analistas y bancos de inversión han señalado que lejos de ser un atractivo para los tenedores de bonos que participen en el intercambio, deja muchas dudas ya que no sólo quedarán al final de la fila en caso de un default sino que el proceso para recuperar su inversión será costoso y tomará tiempo.
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