Jorge Salas, directivo de la Unete-Trujillo y Sitrasalud e integrante de la Coalición Solidaria Sindical, Gremial y Ciudadana por la Salud del Estado Trujillo, manifestó en nota de prensa que “apegados al derecho que nos asiste el artículo 97 de la Constitución, nos sumaremos a la huelga general, una vez se cumplan con los extremos legales establecidos en los artículos 486 y 487 de la vigente Ley del Trabajo».
El primero de los estos artículos define la huelga como «la suspensión colectiva de las labores por los trabajadores y las trabajadoras interesados e interesadas en un conflicto colectivo de trabajo. Se permitirá la presencia colectiva de trabajadores y trabajadoras en las inmediaciones del lugar de trabajo, una vez declarada la huelga».
El mismo articulado dice que el derecho a huelga podrá ejercerse en los servicios públicos «cuando su paralización no cause perjuicios irremediables a la población o a las instituciones».
El artículo 487 se refiere a los requisitos previstos en la ley, siendo uno de ellos, que hayan transcurrido al menos 120 horas desde el momento de la admisión del pliego de peticiones.
Salas argumentó la posición en que consideran que los salarios no están acordes a la inflación, en la precaria calidad de vida, el galopante desempleo, las condiciones de insalubridad, la falta de herramientas de trabajo, las condiciones paupérrimas existentes para el ejercicio de la función de atención de salud (escasez de medicinas e insumos médico-quirúrgicos), la falta de personal capacitado, entre otras carencias.
Por su parte, el presidente de Fetratrujillo, Argenis Carreño Marín, coincidió en la decisión de sumarse a una huelga general, porque los trabajadores de esa entidad andina no escapan a la cruda realidad que viven trabajadores públicos y privados, razones por la cual las diferentes juntas directivas de los sindicatos y colegios de profesionales de la salud que estuvieron presentes en la reunión comenzarán desde las asambleas a discutir con sus afiliados sobre la huelga general.
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