El documento indica que en la región el desarrollo de las ciudades inteligentes aún es emergente, «pero ya pueden observarse avances concretos en varias de las principales ciudades del continente, tales como Río de Janeiro (Brasil), Buenos Aires (Argentina), Bogotá (Colombia) y la Ciudad de México (México).
Uno de los casos destacados por la firma es el de Santiago de Chile, donde se encuentra el primer prototipo de ciudad inteligente de Chile, concebido como un sistema que integra tecnologías de última generación para optimizar la producción de energía y su utilización inteligente, aprovechando fuentes renovables de energía, como la solar.
A través de la implementación de redes eléctricas inteligentes (Smart Grids) logran aumentar los criterios de eficiencia energética, calidad y continuidad de suministro.e sus habitantes a través de las aplicación de tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) que garanticen un verdadero desarrollo sostenible.
De acuerdo con Frost & Sullivan, las principales oportunidades para los gobiernos en América Latina en el área de ciudades inteligentes están concentradas en administración y educación, movilidad, seguridad, infraestructura, energía y salud.
Cuando se hace referencia al ciudadano como consumidor, mejorar la eficiencia y eficacia en la prestación de servicios se convierte en una meta fundamental en todo el sector público, y conocer a profundidad sus necesidades requiere fortalecer los canales de comunicación entre el gobierno y los ciudadanos.
En este sentido, surge una nueva clase de ciudadanos proactiva que demanda mayor participación respecto a cómo se definen los servicios y las políticas de una ciudad para resolver los principales problemas que enfrentan los ciudadanos diariamente.
El beneficio inmediato es un aumento de la eficiencia en diversos procesos y por ello los gobiernos tienen y tendrán que manejar este concepto más temprano que tarde. Se calcula que para 2020 estas ciudades generarán ingresos por el orden de los 1.500 millones de dólares.
– Ejemplos regionales –
En Brasil, el sector público invirtió un total de 980,2 millones de dólares en telecomunicaciones e IT durante 2016.
El uso adecuado de la tecnología se está convirtiendo cada vez más en un potente diferenciador competitivo en el ámbito privado, por lo que las empresas que resistan este cambio dejarán sus lugares en el mercado a aquellos que apuesten por la transformación.
Si bien el sector público es más lento que las empresas privadas en la adopción de nuevas tecnologías, lo cierto es que hoy en día evitar el cambio tecnológico no es una opción viable para las administraciones que quieran aumentar sus niveles de productividad, eficiencia y relevancia en la vida de los ciudadanos.
Se espera que tan sólo en el año 2050 el 70% de la población mundial viva en las ciudades, según proyecciones de la Organización de las Naciones Unidas.
«Esta explosión demográfica y la implementación de ciudades inteligentes beneficia a varios sectores, en especial a los de telecomunicaciones y a los integradores de tecnologías de información (TI), que se han convertido en los proveedores de soluciones para este segmento. Para estos dos rubros existe una gran oportunidad de negocio», señala David Rodríguez, responsable de soluciones de Networking de Alcatel-Lucent, para América Latina.
Entre las ventajas de las ciudades inteligentes está el hecho de obtener asistencia para mitigar imprevistos generados por turbulencias económicas, desastres naturales o epidemias; crear una plataforma que impulse el crecimiento económico sostenible y la innovación para atraer inversiones externas y talento humano.
El ejecutivo de Alcatel-Lucent añade que se crea una plataforma para promover la inclusión, la reducción del gasto público y proporcionar un modelo adecuado de funcionamiento y financiamiento de la ciudad.
Wl complejo de Santa Fe, en Ciudad de México, es otro ejemplo. Es uno de los desarrollos más nuevos y modernos de la sociedad, pero se encuentra aislado. Aquí es donde se presentan las oportunidades para buscar soluciones de conectividad en un proyecto del tamaño de Santa Fe, como el de la red troncal.
Existen dos importantes conceptos que convergen entre quienes trabajan en soluciones de comunicaciones, que incluyen tecnologías de la información: redes definidas por software y virtualización y capacidad de recuperación y resistencia a fallas», agregó Rodríguez.
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