Entrevista

El agua: protagonista ausente en el nuevo cortometraje de Cristina Arana

Y (agua en guaraní) es el premiado cortometraje de la cineasta Cristina Arana, en el que plasma la grave situación de escasez de agua en Paraguay, un país rico en este recurso natural

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Cristina Arana

Aún teniendo una de las reservas más colosales de agua del mundo, los paraguayos sufren diariamente de un brutal desabastecimiento de ese recurso natural. Frustrada con la situación de su país natal, la directora de cine Cristina Arana, que reside en España hace 18 años, decidió emprender un viaje creativo para plasmar, con un cortometraje, la triste realidad a la que se enfrentan desde hace años sus compatriotas, y cómo la calidad de vida decrece con el paso del tiempo.

La idea surgió en pandemia, cuando volvió a Paraguay de vacaciones y terminó quedándose tres meses con su padre, fuente principal de inspiración de Y (agua en guaraní).

«Me acuerdo que me levantaba con mi papá a tomar mate a las 5 de la mañana y no había agua. ‘Papá, no hay agua’, le decía. Y respondía: ‘Calienta el agua de ayer’. Así era todos los días, porque cortan el agua a las 5 de la tarde y hasta las 7 de la mañana», cuenta Cristina Arana.

Sigue explicando que, en Paraguay, es rutinario estar pendiente «todos los días de llenar bidones, jarras, vasos… hasta que te das cuenta que tu cocina está llena de ollas cargadas con agua». Ese engorroso estilo de vida fue lo que la impulsó a contar esta historia.

Basilio, un hombre acostumbrado

Durante la entrevista nos acompaña el protagonista del corto, Jork Aveiro, que se «metió de lleno» como dijo Arana, en el papel de Basilio, un hombre que se acostumbró al status quo paraguayo.

A la pregunta de cómo fue la experiencia de interpretarlo, Jork responde que «Basilio no solamente es paraguayo, sino que es una representación mundial de muchas personas que sufren la falta de agua. Hacer este personaje ha sido de los desafíos más grandes que he tenido como actor».

Y (agua en guaraní) acaba de recibir el Premio a Mejor Cortometraje en el prestigioso Aqua Film Festival. Sin duda esto es un logro para todo el equipo que hay detrás de la producción y supone también un altavoz para dar visibilidad a la escasez de agua.

«Estamos contando y reivindicando algo que nos afecta, y esto es bueno. Como creadora necesitaba contar esto para que la gente lo vea y se conozca lo que ocurre en Asunción», comparte la directora del cortometraje.

Tanto Cristina como Jork insisten que es doloroso ver los contrastes entre clases sociales: «Si tienes dinero te compras una motobomba o un tanque, entonces tienes agua. Tu vecino de al lado no tiene. ¿Por qué para algunos sí, y para otros no?».

Un país que se quedó en el tiempo

La situación es paradójica ya que el territorio paraguayo está rodeado de agua, y hay un fallo estructural inmenso que previene el correcto abastecimiento a todos los habitantes. Insiste Jork que «no solo no hay agua sino que por la infraestructura tan antigua no hay manera de que el agua llegue con presión: llega de a gotitas». El corto plasma muy bien esto en las escenas donde Basilio se ducha o cuando abre el grifo de la cocina para hacerse un mate.

Durante la conversación salieron, en repetidas ocasiones, comentarios acerca del conformismo que ven en la población. Ambos quieren alertar sobre lo peligroso que es habituarse al sufrimiento.

«Paraguay se quedó en el tiempo. Cada vez que voy lo veo. La falta de educación es muy peligrosa, y nos acostumbramos. Si no hay educación no podemos saber que existe la posibilidad para protestar o luchar por nuestros derechos, el agua en este caso», aclara Cristina Arana.

Por otro lado, el protagonista comparte que tiene sus esperanzas puestas en las nuevas generaciones paraguayas afirmando que «ellos están más conscientes de la falta de agua, de las injusticias. Es importante que tengan esa voz de mando y protesta».

Acogida mundial

El cortometraje Y (agua en guaraní) aún tiene que viajar por varios países antes de estrenarse en Paraguay en aproximadamente un año. Nos cuenta la directora que «de momento lo estrenamos en España, en el festival de cine de Alicante. Luego va a Argentina, y a Italia otra vez».

La emoción de ambos por la acogida que están recibiendo se nota a kilómetros. «Estas cosas te las esperas de una película. Es increíble». Hacen una petición al aire y con muchas ganas para que algún festival los invite a Venezuela para que puedan ver el proyecto.

Cristina Arana

Cristina Arana

«Estoy muy agradecida. Me llevo la alegría. Me llevo que la voz que hemos puesto a esta película y que la esté viendo mucha gente. Para eso lo hemos hecho. Es muy gratificante» cierra Cristina Arana, con mucho orgullo en su expresión, cuando responde a qué es lo que se lleva de esta experiencia.

Acercar al resto del mundo a una realidad tan fuerte, compartida por miles de personas y a su vez alejada de muchos fue, sin duda alguna, un reto desafiante con un resultado positivo, y así lo resalta Jork: «Esta historia nos humaniza, y hasta en un momento dado te pones en el lugar de Basilio».

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