Espectáculos

Misión imposible 5 deja atrás el captahuellas

Vivo cerca de uno de los establecimientos más grandes de Pdval en Caracas, lo que ya no sé si es fortuna o desgracia. Le puedo jurar que lo de las colas va de mal en peor y que la del pasado sábado probablemente rompió el récord Guinness. Extraer dos pollos a precio regulado de esa estructura rectangular se ha convertido en misión imposible.

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Hay gente que sostiene que el venezolano es feliz haciendo cola, que es una excusa para no trabajar y que la reventa en la nación no tan secreta del bachaquerismo compensa largamente el tiempo perdido. Pero hablando en serio, de pana y todo, creo que hacer cola durante 12 horas es un problema de salud pública, que dejará profundo impacto en toda una generación de compatriotas. La mayoría de nosotros no somos como Tom Cruise, que puede aguantar 3 minutos sin oxígeno bajo el agua y de inmediato protagonizar una persecución en moto en Marruecos.

Visto que el Gobierno no tiene la más mínima intención de solucionar la situación económica, pero sí la de invertir en el mayor perfeccionamiento posible de los controles, yo le propongo que agilice lo más posible el proceso de venta del desfalleciente stock disponible de productos regulados.

La máquina captahuellas quedó desfasada. La película Misión Imposible 5: Nación Secreta, que se estrenó este viernes en Venezuela es básicamente un catálogo de 2 horas y piquito de las tecnologías biométricas actuales de comprobación de que una persona es una persona. Olvídese de la huella dactilar, la retina o la identificación facial. Uno de los nuevos métodos, añadido a todos los anteriores, distingue la mecánica inconfundible con la que usted se desplaza e incluso sus tics corporales.

Con un sistema así, el Gobierno podría identificar en centésimas de segundo que yo soy yo y que de ninguna manera compraré más de dos pollos regulados por semana, lo que por supuesto no impedirá la existencia de un mercado negro. Incluso, podría añadir automáticamente el monto en bolívares de los pollos a mi deuda de la tarjeta de crédito. Y hacer la cola del Pdval podría ser un trámite tan ágil como el trote matutino al gañote de la guardia de honor de Miraflores.

Volvamos brevemente a Misión imposible 5, que fue a lo que vinimos. La chica Bond, perdón, la chica FMI, que es como traducen al español las siglas de la agencia secreta IMF, Impossible Missions Force (¿tendrá que ver con la misión imposible del FMI en Grecia?), la sueca Rebecca Ferguson, es realmente fascinante, como casi todas las suecas, y por supuesto, nunca estaremos seguros de para qué bando juega. Una de sus primeras escenas, en las que tiene enfrente a Tom Cruise sin camisa y totalmente inmovilizado, podría ser vista como la respuesta feminista a 50 Sombras de Grey.

¿Y qué es Misión Imposible sino la respuesta gringa a James Bond, que últimamente se ha puesto demasiado solemne? Tom Cruise puede ponerse una chaquetica de piel de culebra, a Daniel Craig no le quedaría muy bien. En la secuencia culminante, incluso, el primer ministro británico es humillado y convertido en marioneta por el agente secreto del nuevo imperio, toda una bofetada diplomática, no me hable de David Granger.

No nos caigamos a coba, el concepto de espíritu de equipo de la serie de TV ha ido quedando cada vez más atrás en la saga cinematográfica, y ya nadie se cree hoy que Ving Rhames, con el sobrepeso que tiene, trabaje como espía, ni digamos el fofisano de Simon Pegg (qué cómico tan genial). Esto se trata de Tom Cruise, la chica de turno y escenas de acción en locaciones exóticas: Bielorrusia, Viena, Casablanca, Atenas, Caracas, Esequibo (mentira, las tres últimas son agregadas mías). Mis favoritas son la que se desarrolla durante una escenificación de la ópera Turandot y la realmente desesperante de los 3 minutos bajo el agua en un estanque de enfriamiento de un gigantesco sistema informático en Marruecos. Y por supuesto, la persecución en motos con rodilla en asfalto y todo.

Y por supuesto, hay que hablar de Tom Cruise, en este caso enfrentado al Sindicato, no el del chavismo dentro de Empresas Polar, sino un grupo de terroristas integrado por ex miembros de la CIA, el Mossad, el MI-6 británico y me imagino que el Sebin. Me he pasado la vida haciendo mala campaña contra Tom Cruise, de lo acartonado que es, de la mala mano que tuvo con Nicole Kidman y Katie Holmes, de lo dañina que es la cienciología para el mundo (en la antigua sede de la Dianética en Plaza Venezuela hay una carpa de la Guardia Nacional, y no sé qué es peor), pero Misión Imposible 5 me sirvió como un ejercicio de humildad. Este tipo se ha vuelto realmente competente para burlarse de la institución de su propia persona. 100% recomendada como evasión en tiempos de hiperinflación.

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