Investigación
Estas son cinco historias de jóvenes que se desdoblan. De día son barberos, mensajeros o colectores de autobús para conseguir dinero extra. Pero de noche sus alter ego amañan crímenes: son vendedores de droga, secuestradores, guardaespaldas de otros delincuentes y ladrones Prefieren cambiar sus nombres por apodos grotescos, risorios y originales para esta ocasión. Ellos son jóvenes de la clase baja venezolana que se dedican al crimen. “Matsui” vende marihuana y cripi. “Lagarto” comete secuestros. “Kun Fu Panda” resguarda las espaldas de “chivos pesados”, o sea: es el guardián de delincuentes de gruesos prontuarios. “Choreto” suele robar en autobuses y “Cara e muerto” es su compañero. Todos trabajan a medio tiempo. De día practican pequeños oficios, de noche encarnan el delito.
22 feb 2016
15:02 PM