¿Hay algo mejor que una sopa de mamá? Un restaurante homenajea los platos de cuchara

Un nuevo espacio en Lomas de la Trinidad honra los platos de cuchara, haciéndolos protagonistas de la carta

28 de febrero, 2022 08:00 am Última actualización: 28 de febrero, 2022 06:08 pm

Cuando Jack Canfield escribió Sopa de pollo para el alma, sabía que engancharía a millares de personas con ese título. Porque, lean o no el libro, hay una certeza unánime: las sopas reconfortan, recuerdan al hogar y a la mesa familiar.

El chef Alexander López tiene vívido ese recuerdo y de dos maneras: la sopa de pollo de su mamá y la sopa goulash con esferas de arepa en vez de los spetzels originales, de su papá. Y decidió crear un restaurante que homenajeara esa comida confortable y permitiera que estuviera al alcance de cualquier comensal. Que, además, no fuera considerado una entrada, sino el plato protagonista del lugar. A su restaurante lo llamó, cómo no, Sopa de mamá.

Además de la sopa de pollo (que en el menú se llama como el restaurante: sopa de mamá), y del goulash, López incluye en la carta sus versiones de chupe de pollo y de camarones, minestrone, de wonton, fosforera y pisca andina.

El goulash lleva esferas de arepa en vez de los fideos spetzels originales. Foto cortesía

«Ninguna de las sopas que preparamos aquí lleva cubitos, maicena ni harinas. Muchísimos menos químicos. Todo el sabor viene de los vegetales «, asegura el cocinero.

Sopa de Mamá, el restaurante, nació en plena pandemia, en un espacio en el centro comercial Plaza Market de Lomas de la Trinidad que ya había albergado otros comedores, y que López utiliza para dar talleres culinarios a niños y adultos con su marca Ligerito.com. Debido a la cuarentena, los primeros platos de sopa salieron en modalidad delivery, que se sigue manteniendo.

“Quería crear algo que no estuviera en el mercado. Además, la sopa es mi plato preferido. Con ella tengo mucha conexión emocional. Quería rememorar los sabores de comer en casa. Y que el comensal, al probarla dijera ‘sabe a mamá’”.

El restaurante cuenta con una terraza al aire libre pero techada, para recibir a los comensales con mayor bioseguridad.

Los caldos no son todo

Aunque quiere que el caldo sea protagonista, el menú de Sopa de mamá ofrece otras propuestas. Entre ellas están los cremosos, que son arroces «arrisotados» pero con crema en vez de caldos y con arroz tradicional en vez de arborio. A López le recuerdan a su papá. Destaca que el arroz se termina de sirve directo de la plancha en la que se le da el último toque, para que el comensal pueda «raspar» lo quemadito del fondo, y que todos comen en casa.

Los sabores de estos cremosos son variados. Tienen de lomito, de champiñones con tocineta y cebollín, de chuleta con brócoli, de mariscos, de pollo frito y peperoncini y lo que López llama «Cremosín reexplotado», con tocineta, pollo frito, chuletas, champiñones y lomito.

También tienen otros platos. En las entradas hay empanaditas y wanton fritos. Y en segundos platos, pimentones rellenos y el «Papón», una papa horneada rellena de vegetales salteados, tocineta y crema con 20 alitas de pollo a la barbecue en tres cocciones distintas.

Postres también tiene. Uno de su autoría es el «Sensaciones» que mezcla varias texturas y una combinación contrastante de parchita con chocolate oscuro.