Historias íntimas

Hermel y Mercedes, cuando la solidaridad vence al miedo y al cáncer

Primero fueron pacientes, y ahora se dedican a ayudar, de diferentes maneras, a personas que como ellas sufren de este mal

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Composición de imagen Yiseld Yemiñany / Fotos Daniel Hernández

La evolución personal de la gente se fortalece con las experiencias de vida. Aprender, ganar, perder, son factores que, en muchos casos, son enseñanzas potenciales. Enfrentarse a las dificultades es parte de la prueba. Uno de los más grandes retos de un ser humano es vencer el cáncer. Superarlo con la ambición de seguir viviendo puede significar un plus mayor a la hora de ver la vida luego. Este es el caso de Mercedes Hidalgo y Hermel Rodríguez.

A estas dos valientes mujeres, las ha ayudado dar apoyo a otros que, como ellas, padecen esta terrible enfermedad. Así son Mercedes y Hermel, mujeres que, a pesar de transitar una experiencia demoledora, encuentran fuerzas para ayudar a otros.

Hermel, la de la fuerza inaudita

Hermel Rodríguez es una mujer templada y su rutina es muy movida. Se mueve a Caracas desde su hogar en Guarenas.

Hermel
Hermel Rodríguez. Foto Daniel Hernández

Uno de los lugares donde trabaja por sus compañeros, pacientes oncólogos, es el Hospital Luis Razetti de Cotiza. Allí se siente como pez en el agua.

Hermel revisando los récipes de algunos pacientes. Foto: Daniel Hernández.

«No te vas a morir» le enfatiza a los nuevos pacientes que reciben el escalofriante diagnóstico. Corre por los pasillos del viejo hospital de San José de Cotiza, con una fuerza inaudita.

Hermel charlando con algunos pacientes en la sala del hospital. Foto: Daniel Hernández.

Particularmente, me sentí impactado el día que la conocí. A escondidas, en una sala vacía de quimioterapia, desnudó su pecho para lograr una potente fotografía que representa la sobrevivencia al cáncer de seno y la rutina de una mujer que, después de una cirugía como esa, es capaz de cambiarle la vida a otros.

Hermel es la primera en decir que no hay que tener tanto miedo a la enfermedad. Foto: Daniel Hernández.

Hermel y su genialidad bondadosa ha logrado ser apoyo necesario para el que se siente solo enfrontando está realidad. Suele ser una agenda rodante para dar la información correcta, busca el número de sus médicos de confianza, persigue tratamientos para quienes no tienen dinero y logra ayuda psicológica para pacientes y familiares. Todo esto lo hace porque ella sabe, en carne propia, que necesitan mucha ayuda.

Los pacientes siempre la escuchan atentos. Foto: Daniel Hernández.

Octubre es un mes movido para ella. En esa época hace en el hospital su famosa lentejada. Ese día reparte a pacientes en tratamiento una comida y alcanza hasta para el personal de salud.

Hermel siempre tiene unas palabras y una sonrisa para regalar. Foto: Daniel Hernández.

Esta morena de espectacular afro acaba de enviudar. Su esposo murió en un accidente laboral hace 4 meses. Lo define como el mejor compañero que ha podido tener. Fue su apoyo en el momento más difícil pero ella entiende que si quiere seguir la tarea, debe recuperarse para seguir dando más de ella a otros que la necesitan.

Otra mujer escucha atenta mientras recibe su tratamiento. Foto: Daniel Hernández.

Enfrentarse a un cáncer en la Venezuela de hoy es un reto temerario, pero con ayuda y amor se puede lograr un buen resultado. Su fundación, a través de la que canaliza todas las ayudas, se llama «Hermel Rodríguez» y siempre cuenta con aliados. La pandemia del covid-19 mermó un poco su fuerza de acción, pero de nuevo está buscando mantener el ritmo de ayuda.

Hermel
Quimioterapia para dos pacientes. Foto: Daniel Hernández.

Mercedes Hidalgo y sus sanadores paseos

Mercedes Hidalgo es de Caricuao. Tiene 53 años de edad y se siente “súper-viviente” al cáncer, es decir con el carácter de una súper heroína.

Mercedes Hidalgo. Foto Daniel Hernández

En 2018 fue diagnósticada con cáncer de mama. La operaron un año después. Pero, desde el diagnóstico, empezó a ver la vida con otra óptica.

Mercedes hizo posible su idea, brindar a otras pacientes la oportunidad de vivir la vida al máximo. Foto: Daniel Hernández.

Incluso antes de ponerle nombre a su enfermedad, ella la presentía. Sus planes eran irse a Argentina. Todo cambió. Sin embargo, aunque la noticia la golpeó muy duro, no detuvo su empuje de vivir.

Cada mujer que forma parte del grupo entiende que la conexión con su cuerpo y la naturaleza cambia vidas. Foto: Daniel Hernández.

Tuvo el apoyo de familia e incluso de sus jefes. El protocolo de exámenes fue largo y tedioso. No entendía ni los nombres de las pruebas a hacerse.

Galipán o El Junquito, cualquier lugar es bueno para conectar. Foto: Daniel Hernández.

Después de las quimios observó lo deteriorado de los servicios oncólogicos y lo duro que es tener que buscar un servicio oncológico en un hospital público. Ella podía comprar sus tratamientos, pero mucha gente llegaba al servicio del Hospital Razetti sin medicamentos, o sin desayuno, y fue con ellos con quienes empezó a compartir lo que tenía.

Haciendo turismo también aprenden a conocerse ellas mismas y Mercedes es consciente de eso. Foto: Daniel Hernández.

Mercedes se destacó entre los pacientes por su actitud positiva e hizo un lazo con los demás. Comenzó a trabajar la idea de organizarse para exigir mejoras para los pacientes oncológicos. La iniciativa evolucionó y ahora Mercedes lleva el Comité de Pacientes Oncológicos con la finalidad de crear enlaces y sumar soluciones para que los entes del estado tengan claro qué hacer.

La ayuda de especialistas es parte fundamental de sus paseos. Foto: Daniel Hernández.

También organiza paseos sanadores. Esto surgió porque, en su etapa de quimioterapia, observó la falta de amor y cariño al paciente. Como sabía de yoga, la adaptó para que sus compañeros pacientes pudieran superar ese momento duro compartiendo, visitando lugares bonitos y teniendo momentos de paz.

Sentir la arena, el agua y el sol picante sobre la piel, aunque sea por un rato, las despeja. Foto: Daniel Hernández.

Se trata de paseos con propósito. Que no todo sea preocupación sino que aprendan a valorarse desde los momentos gratos y sanadores. Queriéndose más.

¿Alguien duda de la eficacia de esta terapia? Mercedes sonríe porque está feliz de ayudarlas. Foto: Daniel Hernández.

Ya ha efectuado paseos a Galipán, El Junquito, la playa, y otros lugares. Siempre lleva a personas expertas en relajación y terapia. Ella aspira hacer más. Cuenta que muchos de los que van se conmueven hasta las lágrimas, pero que las risas siempre son más. Son personas que necesitan ayuda emocional para que los tratamientos funcionen y salir adelante.

De algo está clara Mercedes, para vivir la vida hay que sanar. Foto: Daniel Hernández.

La de Mercedes es una fundación en desarrollo y se llamará Amar y Sanar. Así es el eslogan que ha movido a Mercedes en su trabajo voluntario.

Coordenadas

Para estar en contacto con ellas pueden seguirlas por su Instagram:

Hermel Rodríguez: @hermelrodriguez_puro_corazon

Mercedes Hidalgo: @mechetrofeoviviente

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