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Kerry se anticipará a Obama en su histórico viaje a La Habana

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El secretario estadounidense de Estado, John Kerry, anunció  que pretende viajar a Cuba «en una semana o dos» para tener un diálogo sobre derechos humanos, antes de la visita prevista del presidente Barack Obama a La Habana.

El jefe de la diplomacia estadounidense anunció durante una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado que se anticiparía a la llegada del presidente de Estados Unidos para intercambiar diálogos sobre derechos humanos.

Obama realizará el 21 y 22 de marzo una histórica visita a Cuba, sellando así la reaproximación entre Washington y La Habana después de más de medio siglo de ruptura, aislamiento y desconfianza.

Kerry ya estuvo en la capital cubana en agosto del año pasado, para la ceremonia de reapertura de la embajada estadounidense después de casi un año de conversaciones secretas y negociaciones públicas.

De acuerdo con Kerry, Obama pretende «impulsar la agenda de dialogar con los cubanos sobre el futuro y claramente está ansioso por presionar por los derechos a manifestarse» o colocar emblemas o mensajes en sus ventanas sin correr el riesgo de ir a la cárcel «por muchos años».

La Casa Blanca informó la semana pasada que en Cuba Obama mantendrá encuentros con «representantes de la sociedad civil» y de la oposición al gobierno, pero por el momento no se divulgó quiénes serían los interlocutores del presidente en esas conversaciones.

Por otro lado el presidente Barack Obama afirmó nuevamente que clausurar la cárcel de Guantánamo equivale a «cerrar un capítulo» de la historia del país, al presentar su plan para trasladar a una «localización segura» dentro de EE.UU. a los detenidos que no puedan ser transferidos a terceros países.

En una comparecencia en la Casa Blanca, Obama explicó, además, que su plan permitirá «ahorrar» dinero a los contribuyentes y pidió a los congresistas un diálogo «honesto» para tratar de cerrar la cárcel, ubicada en Cuba y en la que permanecen 91 detenidos.

El presidente dijo que ha estado «siete años», desde su llegada a la Casa Blanca en enero de 2009, trabajando para tratar de cerrar Guantánamo y prometió seguir haciéndolo hasta que concluya su mandato dentro de once meses.

«No quiero trasladar el problema (de Guantánamo) al siguiente presidente, no importa quién sea», afirmó Obama.

Según adelantaron altos funcionarios del Gobierno bajo anonimato, el plan para cerrar la cárcel de Guantánamo que el Pentágono ha enviado hoy al Congreso contempla transferir a entre 30 y 60 presos a territorio estadounidense.

La propuesta considera 13 localizaciones diferentes en EE.UU. para ubicar a esos presos, sin recomendar ninguna en particular.

Con información de AFP y EFE

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