Si no se produce una pronta reducción de esos gases «nocivos», el planeta experimentará previsiblemente un incremento en su temperatura media global de entre 2,9 y 3,4 grados centígrados, aunque se implementen en su totalidad los compromisos pactados en el Acuerdo de París.
En él, los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático y la Unión Europea se comprometieron a poner en práctica medidas diseñadas para evitar que la temperatura global sobrepase en 2 grados centígrados los límites preindustriales.
«Déjenme recordarles que aquí se trata del futuro del planeta tierra y de los seres humanos; que hablamos del futuro de la humanidad», subrayó hoy en la presentación de ese documento Erik Solheim, responsable de medioambiente de la ONU.
En una apasionada intervención, el noruego consideró que a raíz de las conclusiones del citado informe se pone de manifiesto que los gobiernos se mueven «en la dirección correcta», si bien «aún es necesario acelerar esa tendencia» por el futuro del planeta.
«No nos estamos moviendo con la suficiente rapidez», alertó Solheim, quien nombró como «elementos clave» en la lucha contra los efectos del calentamiento global «la acción ciudadana, el liderazgo político y las iniciativas del sector privado».
Entre los hallazgos divulgados en el exhaustivo informe se indica que para 2030 las emisiones alcanzarán entre 54 y 56 gigatoneladas del equivalente a dióxido de carbono, muy por encima del nivel fijado en 42, necesario para poder limitar el calentamiento global a esos 2 grados centígrados en este siglo.
La UNEP aclara que una gigatonelada equivaldría aproximadamente a las emisiones generadas por los medios de transporte de toda la Unión Europea (incluyendo la aviación) a lo largo de todo un año.
Según los científicos, limitar el calentamiento global por debajo de 2 grados centígrados reduciría la probabilidad de que se desencadenen fenómenos climatológicos extremos, como tormentas más intensas, periodos de sequía más largos, aumentos en el nivel del mar y otros impactos «graves» derivados del cambio climático.
En un comunicado difundido por la UNEP, Solheim anticipa que el Acuerdo de París «ralentizará el cambio climático, como lo hará la reciente enmienda Kigali a fin de reducir los hidrofluorocarburos (HFCs)» pero enfatiza al mismo tiempo la necesidad de «hacer más, más rápido».
En esa enmienda se acordó reducir progresivamente el uso de los HFCs, los gases usados en frigoríficos y aparatos de aire acondicionado, considerados muy nocivos para el clima.
«Si no comenzamos a adoptar medidas adicionales ahora, empezando por el próximo encuentro sobre clima en Marraquech (Marruecos), lamentaremos la evitable tragedia humana», dijo.
El informe remarca que la necesidad de adoptar medidas urgentes se hizo patente cuando 2015 fue considerado el año más cálido desde que se registran estos datos, una tendencia que continúa, pues la primera mitad de 2016 fue considerada el semestre más cálido.
Además, observa que pese a que miembros del G20 «probablemente» cumplirán colectivamente con los compromisos climáticos fijados en Cancún (México) en 2010, estos «no reportarán las reducciones necesarias» para evitar sobrepasar el umbral de los 2 grados.
Subraya también la importancia de actores no estatales, como el sector privado o la ciudadanía, a la hora de contribuir a recortar varias gigatoneladas de la brecha entre los compromisos adquiridos y los niveles necesarios para limitar el aumento de la temperatura antes de 2030, en áreas como la agricultura y el transporte.
La eficiencia energética es otra área donde la inversión podría reportar mayores beneficios, según concluye la investigación.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, destacó el carácter «histórico» de la entrada en vigor del Acuerdo de París contra el cambio climático y urgió al mundo a mantener el impuso para construir un mundo más sostenible.
«Hoy hacemos historia en los esfuerzos de la humanidad contra el cambio climático», dijo Ban a los periodistas antes de participar en un acto para conmemorar la entrada en vigor del pacto internacional, el primero de carácter global en materia de clima.
El jefe de Naciones Unidas insistió en que la aplicación del Acuerdo supone un momento «trascendental» y demuestra lo que el mundo puede hacer cuando se une en favor del bien común.
Según Ban, el desafío pasa ahora por «mantener el impulso» que ha permitido la rápida aplicación del Acuerdo y transformarlo en medidas concretas para avanzar hacia un mundo de bajas emisiones y resistente al cambio climático.
«Ahora es el momento de reforzar la determinación global, de hacer lo que los científicos piden y de aprovechar la oportunidad para construir un mundo más seguro y sostenible para todos», dijo.
El Acuerdo de París fue adoptado el 12 de diciembre de 2015 en la capital francesa por los 195 países signatarios de la Convención Marco de la ONU sobre cambio climático y la Unión Europea (UE).
Para hacerse efectivo necesitaba ser ratificado por al menos 55 países representantes del 55 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, una meta que se alcanzó el pasado 5 de octubre. Como estaba establecido en el texto, el Acuerdo entró en vigor hoy, 30 días después de esa fecha.