En total, 7,1 millones de personas están en situación de grave inseguridad alimentaria, sobreviviendo como mucho con una comida al día, explicó a los periodistas el coordinador humanitario de Naciones Unidas para el Sahel, Toby Lanzer.
Entre ellos figuran, según la ONU, más de medio millón de niños con malnutrición severa en esta zona, que comprende el noreste de Nigeria y territorios de varios países vecinos como Chad, Níger y Camerún.
Según Lanzer, en la región se vive una «terrible tragedia» humanitaria, de la que solo se ha conocido su verdadera dimensión en los últimos meses, cuando la mejora de la situación de seguridad ha permitido a las agencias internacionales llegar a zonas a las que antes no tenían acceso.
El responsable de la ONU destacó el esfuerzo que está haciendo el Gobierno nigeriano para atender las necesidades de la población, pero dejó claro que ningún país puede resolver por sí solo una situación como esta.
Por ello, animó a la comunidad internacional a ofrecer su ayuda en una conferencia que se celebrará el próximo 24 de febrero en Oslo para abordar los problemas en la región del lago Chad.
Las organizaciones humanitarias estiman que en 2017 se necesitarán más de 1.000 millones de dólares para apoyar a la población de esta zona.
La solicitud de financiación humanitaria de la ONU para la región ascendió en 2016 a 739 millones de dólares, pero solo se recibió un 52 % de esa cantidad, recordó hoy Lanzer.