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Machado a Santos: dictadura militar de Venezuela es cómplice de guerrilleros

La dirigente política María Corina Machado afirmó en una carta pública enviada al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que nunca habrá una paz duradera en Colombia mientras en Venezuela se mantenga lo que calificó como una dictadura militarista "cómplice", que respalda a los grupos guerrilleros colombianos y les facilita operar desde territorio venezolano. Denunció que el fracasado diálogo entre el régimen de Nicolás Maduro y parte de la oposición fue una maniobra política para fortalecer al chavismo en el poder. 

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La carta, difundida por Vente Venezuela, el partido  fundado por Machado, está dirigida al «excelentísimo presidente Santos» en respuesta a las declaraciones de su Canciller, María Ángela Holguín, el pasado 1 de marzo en Madrid, sobre el frustrado proceso de diálogo en Venezuela, la mediación del expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, y los resultados del cierre de la frontera terrestre binacional.

«No es correcto llamar diálogo a una operación engañosa y ventajista. Un diálogo genuino –y necesario- partiría del establecimiento de una agenda común para la transición y contaría con la facilitación de mediadores confiables», señaló machado, una de las mujeres más activas en la política venezolana y según personeros del gobierno y de la oposición, la más radical en sus planteamientos y activismo.

«En este caso, los cuatro expresidentes “mediadores” actúan como representantes de los intereses del régimen, designados a ese efecto por Nicolás Maduro, cuyo propósito ha sido utilizar el “diálogo” como una distracción para intentar confundir la protesta ciudadana, obstaculizar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana por la OEA y permitirle ganar tiempo a la dictadura ya abiertamente militarista», dice Machado.

«El saldo de esta maniobra política ha sido desolador. Desde que comenzó la intervención en ella del Sr. Rodríguez Zapatero, el número de presos políticos ha aumentado de 49 a 117, la censura a los medios de comunicación y la persecución a los periodistas se han intensificado, culminó el desconocimiento de la autoridad de la Asamblea Nacional, se negó inconstitucionalmente la realización del referendo revocatorio, se pospusieron indefinidamente las elecciones de gobernadores y se designaron, en los Poderes Ejecutivo y Judicial, funcionarios de alto nivel respecto de quienes han sido denunciados vínculos con el crimen organizado, nacional e internacional», agrega la carta.

«Son totales el desengaño y el repudio causados en la sociedad venezolana por esta perversa maniobra que impropiamente llaman diálogo. Darle tiempo a la dictadura militar representada por Nicolás Maduro es arrebatarle vida a Venezuela. Cada día que permanece el régimen en el Poder significa vidas perdidas, familias separadas, patrimonios evaporados», agrega textual.

La coordinadora de Vente Venezuela afirma que en el fondo lo que preocupa a Santos es no molestar a Maduro, como acompañante del proceso de paz entre el Estado colombiano y los grupos guerrilleros.

«Sería lamentable que, para no disgustar a Nicolás Maduro en su papel de acompañante en el proceso de paz con las FARC-EP y el ELN, se fomente, alabándolo, un falso diálogo, a cuya sombra ha sido profundizada la represión en Venezuela. Al igual que ensalzando la figura de un expresidente cuyo logro, si no propósito oculto, parece haber sido contribuir a mantener en el Poder a un gobierno totalitario, y finalmente, avalar el ilegal cierre de la frontera, que ya se prolonga por un año y siete meses», dice la carta.

«Señor Presidente, me permito expresarle mi certidumbre de que no habrá paz duradera en Colombia mientras en Venezuela impere una dictadura cómplice de los grupos criminales que tanto dolor han provocado en nuestros países».

«El alivio transitorio que supone el desplazamiento de los frentes no desmovilizados hacia territorio venezolano, a modo de santuario, es una vaga ilusión, porque continuarán operando libremente desde mi país, con nefastos efectos para los ciudadanos de ambas naciones».

«Hoy, como siempre, el futuro de Colombia y el de Venezuela están estrechamente enlazados. Por ello, ante las crisis social y política que enfrentamos venezolanos y colombianos, necesitamos unir la convicción y la energía de nuestros pueblos para hacerles entender, a Nicolás Maduro y al régimen, que su mejor opción es dejar de estorbar el restablecimiento de la Democracia, ya definitivamente resuelto por el pueblo venezolano en el acto electoral del 6 de diciembre de 2015», señala otro pasaje del texto.

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