El epicentro del sismo, registrado a las 13.14 hora local (18.14 GMT), se localizó a 12 kilómetros al sureste de Axochiapan, en el central estado de Morelos, a una profundidad de 57 kilómetros.
El temblor generó numerosas escenas de pánico en la capital del país y al menos una decena de edificios en distintas zonas de la Ciudad de México como las colonias Condesa, Del Valle, Narvarte, Centro, Coyoacán y Xochimilco se derrumbaron.
El hecho ocurrió solo dos horas después de que la ciudadanía saliera a las calles de todo el país en un simulacro conmemorativo del terremoto de 1985, así como cortes en suministro de la electricidad y del servicio de telefonía.
Esta vez el sismo se sintió con más fuerza que el registrado el 7 de septiembre, de magnitud de 8,2 en la escala de Richter, dado que el epicentro fue más cercano.
«Estoy consternada, no puedo contener el llanto, es la misma pesadilla que en 1985», dijo, entre lágrimas Georgina Sánchez, de 52 años, llorando en una plaza.
Los medios de comunicación muestran imágenes de edificios parcialmente destruidos en las céntricas colonias de la Condesa, la Roma y la del Valle, así como fugas de gas e incendios en varias zonas.
En el central estado de Puebla se reporta la caída de las torres de la Iglesia de Cholula. En el central estado de Morelos también se reportan daños, mientras que el gobernador Graco Ramírez anunció la activación de los servicios de emergencia.
Las actividades escolares fueron suspendidas hasta nuevo aviso, así como la sesión bursátil de la Ciudad de «para salvaguardar la seguridad del personal y de las instalaciones».
El sismo del 7 de septiembre, el más poderoso desde 1932 en el país, dejó 98 muertos en el sur del país; 78 en Oaxaca, 16 en Chiapas y 4 en Tabasco.
El temblor generó numerosas escenas de pánico en la capital del país solo dos horas después de que la ciudadanía saliera a las calles de todo el país en un simulacro conmemorativo del terremoto de 1985.
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