«Los gobiernos de Uruguay y México, en virtud de la posición neutral de ambos frente a Venezuela, organizan una conferencia internacional con representantes de los países y organismos internacionales que comparten esa posición. El encuentro (…) responde al llamado del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, de apostar al diálogo», reza un comunicado publicado en la web de la Presidencia uruguaya.
México y Uruguay abogan por una salida negociada a la crisis venezolana. Ninguno de ellos ha reconocido al proclamado presidente interino de Venezuela, el jefe del parlamento de mayoría opositora, Juan Guaidó, que se fue juramentado luego de que el congreso declarara «usurpador» al mandatario Nicolás Maduro por iniciar el 10 de enero su segundo mandato, como resultado de una elección considerada fraudulenta por la comunidad internacional.
El llamado se produce en medio del rechazo de la oposición venezolana a cualquier solución que no implique una salida de Maduro del poder, considerando que se han sentado en más de tres oportunidades a dialogar con el gobierno sin éxito o resultado positivo.
«El propósito de la conferencia es sentar las bases para establecer un nuevo mecanismo de diálogo que, con la inclusión de todas las fuerzas venezolanas, coadyuve a devolver la estabilidad y la paz en ese país», señala el texto, que enfatiza la «posición de no intervención» asumida por los dos gobiernos.
Uruguay y México esperan que más de diez naciones y organismos internacionales participen del encuentro, aunque no detalla qué países u organismos serían.
«El gobierno de Uruguay está listo para trabajar con aquellos miembros de la comunidad internacional que, al igual que México y la ONU, deseen apostar por la diplomacia», termina diciendo el texto fechado en Montevideo.
El lunes, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, había adelantado que delegados de los dos países presentarían a Guterres propuestas de diálogo para Venezuela.
En una entrevista con la agencia de noticias rusa RIA Novosti, Maduro se dijo «dispuesto a acudir a la mesa de negociaciones con la oposición» y a organizar elecciones legislativas anticipadas, pero no a convocar elecciones presidenciales.]]>