Los guerrilleros Luz Amanda Pallares, conocida como Silvana Guerrero, y Juan de Dios Lizarazo (Alirio Sepúlveda o David Piñata) deberán responder por terrorismo, homicidio y tentativa de homicidio, entre otros cargos, señaló el organismo en un comunicado.
La fiscalía dijo que los rebeldes forman parte de la Dirección Nacional del Ejército de Liberación Nacional (ELN), la última guerrilla activa reconocida en Colombia tras el acuerdo de paz que condujo al desarme de las FARC y su transformación en partido.
Según las investigaciones, Pallares y Lizarazo están implicados en el atentado que mató a 22 cadetes, además del agresor, el pasado 17 de enero en la Escuela de Policía General Francisco de Paula Santander, la principal del país, ubicada en el sur de Bogotá.
Los dos «estarían fuera del país, probablemente en territorio venezolano, por lo que se cumplirán todos los trámites administrativos y legales para su ubicación y efectiva captura», agregó la fiscalía.
Por su parte, el ELN desmintió la información en un comunicado en el que aseguró que los señalados son «integrantes de la Delegación de Diálogos», participaron de las conversaciones instaladas por el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos en febrero de 2017 en Quito y luego en Cuba desde mayo de 2018, y «permanecen en La Habana» junto al resto de los exnegociadores.
«Una Noticia Falsa (…) que acusa a Silvana y Alirio de estar vinculados a ataques ocurridos en Colombia, cuando ambos han estado fuera del país en tareas de diálogos los 2 últimos años», indicó el texto.
A raíz del ataque que se adjudicó el ELN, el gobierno de Iván Duque terminó con los moribundos diálogos que había iniciado su antecesor con el grupo guevarista, tendientes a superar un conflicto armado de más de medio siglo.
Las autoridades creen que varios miembros de la cúpula rebelde se ocultan en Venezuela, con la complicidad de miembros de las fuerzas militares de ese país.
Colombia secunda a Estados Unidos en el cerco diplomático contra el gobierno de Nicolás Maduro y exigen su salida del poder, en medio de la severa crisis económica que castiga al otrora rico país petrolero y ha generado un éxodo de millones de personas.
Maduro rompió relaciones con el gobierno de Duque el 23 de febrero.
Con unos 1.800 combatientes y una extensa red de apoyo, el ELN arreció sus ataques contra la fuerza pública y la estructura petrolera, en represalia por el fin de las conversaciones.
Sin embargo, la organización declaró una tregua unilateral por Semana Santa, que concluirá el 21 de abril.