Las dos principales economías del mundo terminaron el viernes dos días de negociaciones sin llegar a un acuerdo. Kudlow intentó aplacar las preocupaciones, insistiendo en que el proceso estaba en curso, pero también dejó claro que Estados Unidos no está dispuesto a conformarse.
«Necesitamos ver algo mucho más claro y hasta que lo hagamos, debemos mantener nuestras tarifas», dijo en una entrevista a Fox News Sunday. «No podemos aceptar ningún retroceso».
Kudlow afirmó que «no hay planes concretos y definitivos» para futuras negociaciones, pero que China había invitado al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y al representante de comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, a Pekín, en donde podrían llevarse a cabo conversaciones de alto nivel.
Las posibilidades de que Trump y Xi se reúnan durante la cumbre del Grupo de los 20 en Japón a fines de junio «probablemente sean bastante buenas», dijo el principal asesor de la Casa Blanca.
La cumbre del G20 está programada para realizarse en Osaka, del 28 al 29 de junio.
Trump ha acusado a Pekín de no cumplir con sus compromisos en las negociaciones comerciales y ordenó nuevos aranceles punitivos que entraron en vigencia el viernes por un valor de 200.000 millones de dólares en importaciones chinas, elevándolas de un 10% a un 25%.
Luego ordenó un aumento en los aranceles en casi todas las importaciones restantes de China, por un valor de 300.000 millones de dolares, según Lighthizer.
Pero Kudlow insistió en que faltan meses para que entren en vigor tales medidas y aún hay tiempo para negociar, aunque se negó a «establecer un calendario» sobre el tiempo que Trump estaba dispuesto a esperar.
«Tenemos que cambiar la relación comercial entre dos países en beneficio de Estados Unidos y su fuerza laboral y sus ganaderos y agricultores. Tenemos que hacer esto», dijo Kudlow. «La relación ha sido demasiado desequilibrada».
Trump usó el sábado un tono más beligerante, al decir a China que sería «sabio para ellos actuar ahora».
«Ellos saben que voy a ganar… y el trato será mucho peor para ellos si tiene que negociarse en mi segundo mandato», escribió Trump en Twitter.
Mientras sus partidarios elogian a Trump por ser un duro negociador, los republicanos a favor del libre comercio han advertido que los aranceles podrían causar un daño real a la economía. Muchos agricultores, incluidos los seguidores de Trump, dicen que los aranceles han llegado a su punto máximo.
Kudlow dijo que cree que cualquier daño a la economía de Estados Unidos sería mucho menor de lo previsto, y que es un riesgo que «deberíamos y podemos asumir».