El mandatario dijo al inicio de un evento público en el norte de Colombia que la noche del jueves se realizó un operación ofensiva “contra esta cuadrilla de delincuentes narcoterroristas, que son residuales de los que se conocía como las FARC y hacen parte de las estructuras criminales que pretenden ahora desafiar a Colombia”.
El campamento rebelde se ubicaba en la selva del departamento de Caquetá.
La información se da a conocer un día después de que un grupo de exintegrantes de las FARC anunciara que decidió volver a las armas tras acusar al gobierno de no garantizar sus derechos políticos luego de la firma del histórico acuerdo de paz en 2016, ante lo cual un tribunal ordenó que sean arrestados.
En su mensaje de hoy, Duque destacó que entre los muertos está alias “Gildardo Cucho”, quien de acuerdo al mandatario era un cabecilla relevante del grupo, pues era un “criminal dedicado al narcotráfico, al secuestro, a la intimidación de líderes sociales y pretendía ser parte de esa estructura amenazante que ayer se presentaba como una nueva guerrilla”.
Agregó que “vamos a derrotar a todos los que pretendan con las armas amenazar a Colombia”.
En su mensaje de la víspera, unos 20 guerrilleros encabezados por el exjefe negociador conocido como “Iván Márquez” –cuyo nombre real es Luciano Marín– condenaron a Duque y a sus partidarios por quedarse de brazos cruzados mientras, alegó Márquez, cientos de activistas izquierdistas y más de 150 exrebeldes han sido asesinados desde la firma del acuerdo de paz que pretendía poner fin a medio siglo de lucha armada en el país sudamericano.
En el video, Márquez estaba acompañado por Seuxis Hernandez, mejor conocido como “Jesús Santrich”, un exlíder de las FARC que también participó en los diálogos de paz y abandonó el proceso después de que Estados Unidos solicitara su arresto por acusaciones de narcotráfico.
El alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, dijo el jueves a una radio local que hay unos 2.500 disidentes de las FARC, entre antiguos insurgentes desilusionados con el proceso de paz y nuevos reclutas.
El presidente Iván Duque ofreció una recompensa de casi un millón de dólares por información que lleve a la captura de los rebeldes.
El comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Navarro, señaló el viernes a periodistas que por órdenes del presidente se crearía un grupo especial de inteligencia para buscar y capturar a los jefes de este grupo de disidentes.
Poco antes, Cuba y Noruega, garantes del proceso de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC, expresaron el viernes su preocupación por el retorno a las armas de exjefes de la guerrilla, y reiteraron su compromiso con el cumplimiento de los acuerdos.
Ambas naciones ratificaron «su compromiso con la paz de Colombia» y expresaron «su profunda preocupación por el reinicio de la lucha armada por parte de algunos miembros de las FARC-EP», según un comunicado conjunto publicado por la cancillería cubana.
«Los países garantes respaldan a todos aquellos que defienden el proceso de paz en Colombia (…) confirman la vigencia del histórico Acuerdo Final de Paz y consideran que su implementación efectiva y su estricto cumplimiento es el camino para preservar la paz», agrega el documento.