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Nueva oleada de langostas amenaza con recrudecer la situación en África

En abril, las langostas causaron estragos. El impacto de la nueva plaga, que coincidiría con el periodo de cosechas, podría disparar el hambre y la pobreza.

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Una oleada de langostas prevista para junio amenaza a millones de personas en África oriental y central, según Oxfam Intermón. Tras las crisis generadas por las inundaciones y el coronavirus, la situación en estas zonas era ya muy grave. En abril, las langostas causaron estragos. El impacto de la nueva plaga, que coincidiría con el periodo de cosechas, podría disparar el hambre y la pobreza.

Las inundaciones han costado la vida a 400 personas. Otro medio millón ha tenido que abandonar sus hogares. Las fuertes lluvias, exacerbadas por el cambio climático, han creado las condiciones perfectas para las langostas. Esto hace temer que los enjambres puedan ser 400 veces más grandes de lo habitual. El brote de langostas, que ya es el mayor en 70 años, ha sido especialmente grave en Kenia, Etiopía y Somalia.

Las restricciones para contener el coronavirus provoca escasez de plaguicidas. En estas circunstancias, la falta de alimentos se agravará en una región en la que más de 33 millones de personas ya padecen una grave inseguridad alimentaria.

«La región se enfrenta a múltiples crisis simultáneas, cada una de las cuales agrava las demás y hace más difícil su gestión y contención”, explica Lydia Zigomo, directora de Oxfam para el Cuerno de África, África Central y Oriental. “Juntas forman una combinación letal que amenaza con aumentar el hambre, la pobreza y el sufrimiento de millones de las personas más vulnerables del mundo».

La semana pasada, el Banco Mundial anunció la concesión de 500 millones de dólares en ayudas para los países de África y Oriente Medio. Por su parte, Oxfam Intermón pide ayuda inmediata a donantes. El objetivo es encontrar financiación por cerca de 46 millones de dólares para suministrar ayuda vital a casi tres millones de personas.

Frudusa Mali Muhamed es una agricultora somalí que vive en Etiopía. Perdió su cosecha íntegra de cebolla. «Mis tres hectáreas de cebolla han desaparecido. Por el ataque de las langostas, mis campos se han convertido en un criadero de enjambres que posteriormente han acabado con todos los brotes y raíces de cebolla». Así, a pesar de las restricciones, Frudusa se ha visto obligada a vender té en la calle para mantener a su familia.

Oxfam Intermón trabaja en estrecha colaboración con organizaciones locales para proporcionar ayuda en efectivo a más de 6.000 hogares. Asimismo, trata de aumentar la sensibilización pública. También ha desarrollado una aplicación móvil de GPS para registrar datos sobre las infestaciones locales de langostas.

Este artículo fue publicado originalmente en The Objective. 

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