Internacionales

Cacería a caballo y expulsiones: migrantes viven infierno entre México y Texas + Fotos

Migrantes haitianos y de otros países reciben información falsa cómo establecerse en Estados Unidos, dicen autoridades. Creen que pueden quedarse en Estados Unidos como refugiados bajo el "Estatuto de Protección Temporal" (TPS), pero ese beneficio solo aplica para migrantes llegados ANTES del 29 de julio.

Publicidad
Derechos Humanos en Estados Unidos

Imágenes de guardias fronterizos a caballo que hacían retroceder a migrantes haitianos cerca de Del Rio, en Texas, sacudieron en las últimas horas a Estados Unidos, cuyo gobierno anunció la apertura de una investigación.

Una foto del fotógrafo de la AFP Paul Ratje muestra a un policía montado atrapando a un hombre por la camisa. En otra, se ve a un agente que mantiene a raya a un grupo de personas blandiendo las riendas en forma amenazante.

Esas imágenes «de maltrato a migrantes haitianos en la frontera son horribles y muy inquietantes», dijo en un comunicado el demócrata Bennie Thompson, presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes.

«Es horrible», dijo a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.

«No tengo todo el contexto, pero no imagino en qué contexto eso sería apropiado», añadió.

Patrullas ecuestres fueron desplegadas el domingo cerca del río Bravo, donde miles de migrantes, en su mayoría haitianos, acampaban con la esperanza de ser autorizados a entrar a Estados Unidos, dijo a periodistas Raúl Ortiz, jefe de la patrulla fronteriza.

«Les pedí que averiguaran si las personas estaban en peligro y que recopilaran información sobre los contrabandistas», agregó. «Controlar un caballo en un río es difícil».

Aparentemente algunos agentes utilizaron sus largas riendas para que los migrantes desistieran de cruzar el río Bravo en la frontera de Texas con México, dijo el lunes el secretario de Seguridad Interior, Alejandro Mayorkas.

Situación tensa

Los incidentes se produjeron cuando migrantes se lavaban en el río Grande o cruzaban hacia México para buscar comida y llevársela a su familia, que estaba en el campamento en suelo estadounidense, dijo el fotógrafo Ratje.

De pronto llegaron cinco o seis agentes a caballo y exigieron a la gente regresar a México.

«La situación era de tensión y los migrantes empezaron a correr alrededor de ellos (…) Muchos comenzaron a correr para intentar escapar de los jinetes y uno de los agentes agarró a un hombre de la camisa y lo hizo dar vueltas mientras el caballo trotaba en círculos», dijo Ratje sobre una de las fotos.

«No creo que estuviera herido», añadió.

La tensión luego disminuyó y los guardias fronterizos permitieron que los migrantes se unieran al campamento.

Migrantes haitianos en Texas

En investigación

«Vamos a investigar los hechos para verificar la situación y así entenderla», dijo Mayorkas a periodistas.

Hablando en Del Río, Mayorkas dijo que los haitianos estaban recibiendo información falsa sobre cómo establecerse en Estados Unidos.

Dijo que el gobierno aumentará los vuelos de repatriación para haitianos y que las autoridades estadounidenses consideran seguro devolverlos a su país.

Los haitianos, explicó Mayorkas, han sido informados erróneamente que pueden quedarse en Estados Unidos como refugiados bajo el «Estatuto de Protección Temporal» (TPS), debido a la agitación política en Haití y el reciente terremoto que lo devastó.

Mayorkas dijo temer que los haitianos «estén recibiendo la información falsa de que la frontera está abierta o que el estatuto de protección temporal está disponible».

«Hemos reiterado que nuestras fronteras no están abiertas y que la gente no debería emprender ese peligroso viaje», agregó.

«Si usted entra ilegalmente a Estados Unidos, será devuelto».

El TPS ha estado disponible durante años para los haitianos que quedaron en Estados Unidos tras el gigantesco terremoto de 2010.

Tras el agravamiento de la crisis política por el asesinato en julio del presidente Jovenel Moise, se extendió el TPS para todos los haitianos que estaban en Estados Unidos el 29 de julio o antes, pero no para los que lleguen después.

«Nadie que haya llegado en la semana pasada será elegible para obtener el TPS», insistió Mayorkas.

«Hicimos una evaluación basada en las condiciones del país», agregó. «Haití podría recibir a las personas de manera segura».

Expulsiones en masa

Agotadas por meses de travesía por Centroamérica y México, las familias haitianas expulsadas en masa de Texas deben lidiar con la ira por el trato sufrido allí y la angustia de vivir nuevamente en su país bajo la amenaza de la violencia de pandillas.

Estados Unidos había suspendido las expulsiones de migrantes haitianos en situación irregular tras el terremoto que asoló buena parte del país caribeño el 14 de agosto. Pero la concentración en pocos días de más de 15.000 migrantes, la mayoría haitianos, bajo un puente en Texas llevó a cambiar las pautas.

En menos de dos horas, tres vuelos salidos de Texas aterrizaron en el aeropuerto de Puerto Príncipe el domingo, una afluencia inédita que resultó un desafío para las autoridades aeroportuarias haitianas.

«Biden sabe lo que está haciendo, pero no le importa. Nos trata a nosotros y a nuestros hijos peor que a las bestias», gritó una mujer entre lágrimas al bajar del autobús que la recogió en la pista.

Ella y el resto de expulsados expresaban su frustración y enojo a los empleados administrativos y a los fotógrafos de medios, que recibieron la orden de no tomar imágenes.

En torno a la mujer, algunos hombres accedieron a relatar las condiciones del centro que gestiona la agencia migratoria estadounidense cerca del puente en la pequeña localidad fronteriza de Del Río, bajo el cual habían pasado varias noches tras atravesar el Río Bravo desde Ciudad Acuña, en México.

 Sin camas ni duchas

«No teníamos camas para dormir, dormíamos solo con una fina sábana de plástico para cubrirnos, en un espacio con demasiado aire acondicionado. Y dormíamos en el piso de concreto», cuenta Garry Momplaisir, quien pasó cinco días en el lugar.

«No podíamos ducharnos. Había baños pero no había lugar para lavarnos», agrega este hombre de 26 años que fue expulsado con su esposa y su hija de 5 años.

Mientras avanzaba el proceso de registro por parte de las autoridades haitianas a su llegada, muchos padres aprovechaban la espera para asear a sus hijos más pequeños en los baños de las instalaciones.

Según los registros de los tres vuelos a los que accedió AFP, casi la mitad de los 327 haitianos expulsados por Estados Unidos el domingo eran menores de 5 años y todos nacieron fuera de Haití.

Antes de llegar a la frontera mexicano-estadounidense, estos haitianos habían vivido durante varios años en Chile y Brasil, adonde habían emigrado entre 2016 y 2017.

«En Santiago tenía un pequeño negocio, mi esposo trabajaba. Logramos ahorrar dinero: esto es lo que nos permitió viajar hasta Estados Unidos», explica una mujer que se identifica como Jeanne tras negarse a dar su nombre real.

Con Maël, su hijo de tres años con pasaporte chileno, Jeanne y su esposo cruzaron en dos meses Suramérica, una ruta migratoria considerada por organizaciones humanitarias como de las más peligrosas.

Un periplo de horror

«Es una cosa inexplicable. Nadie puede realmente transmitir lo que es este horror», suspira esta madre haitiana, también con las lágrimas a flor de piel. «Si hubiera sabido por lo que iba a pasar, nunca hubiera hecho este viaje».

La pareja dice que gastó 7.000 dólares para llegar a México y 2.000 más para alcanzar la frontera de Texas.

Al igual que otras familias expulsadas a Puerto Príncipe el domingo, creyeron erróneamente que podrían beneficiarse de la extensión del estatus migratorio especial, el TPS.

En efecto, la administración Biden extendió a los haitianos la vigencia del TPS, destinado a ciudadanos de países peligrosos o afectados por desastres naturales, pero solo a los que se hallaban en suelo estadounidense antes del 29 de julio.

Jeanne había abandonado Haití tras acabar sus estudios de administración de empresas en 2016. «Si hubiera podido encontrar trabajo, nunca me hubiera ido. Ahora la situación en el país ha empeorado mucho», dice.

Su madre reside en el extranjero, por lo que ella irá con su pequeño y su marido a vivir con sus suegros en un distrito en los suburbios de Puerto Príncipe totalmente controlado por una pandilla desde principios de año.

«Imagínense: unos hombres pudieron entrar a la casa del presidente y matarlo en su habitación. ¿Y yo? No puedo estar tranquila», se lamenta la mujer de 28 años, recordando el asesinato de Jovenel Moïse, ultimado por un comando armado el 7 de julio, lo que abonó una tragedia más a la ya crítica situación social y política del país.

Con escasez de funcionarios, las autoridades haitianas completaron el registro de todos sus ciudadanos expulsados de Estados Unidos al final de la tarde del domingo. El lunes, se repetirá la escena cuando arriben tres nuevos vuelos desde Texas.

Más refugiados

El gobierno de Joe Biden anunció el lunes que Estados Unidos acogerá 125.000 refugiados en 2022, el doble que este año, en medio de fuertes presiones por la llegada de migrantes de Centroamérica y Haití y otros que huyen de países como Afganistán.

Biden generó polémica en abril al negarse en principio a aumentar el límite de 15.000 refugiados decidido por su predecesor, Donald Trump.

El multimillonario republicano había hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una de las señas de identidad de su presidencia.

Ante las críticas de su campo demócrata, Biden elevó entonces este límite en mayo a 62.500 personas que pueden establecerse en territorio estadounidense con estatus de refugiado en 2021.

Para el año fiscal 2022, la cifra ascenderá a 125.000.

«Hoy, el Departamento de Estado reafirma nuestro compromiso con la recepción de refugiados de acuerdo con nuestra larga tradición de brindar un refugio seguro y una oportunidad a las personas que huyen de la persecución», dijo el portavoz, Ned Price.

«Con el mundo enfrentando un desplazamiento global y necesidades humanitarias sin precedentes, Estados Unidos está comprometido a liderar los esfuerzos para brindar protección y promover soluciones duraderas a las crisis humanitarias», añadió en un comunicado.

El anuncio se produjo cuando Washington está tratando de ayudar a miles de personas que trabajaron para las fuerzas estadounidenses en Afganistán a huir del país y reasentarse en Estados Unidos.

Algunos de ellos podrían entrar bajo el programa de refugiados y otros bajo otro programa de «visas especiales de inmigrante».

El anuncio ocurrió cuando las autoridades estadounidenses repatrian a miles de migrantes que han cruzado la frontera de Estados Unidos desde México, y se han instalado en Del Rio, Texas, en las últimas semanas.

Muchos son haitianos que han huido de la inestabilidad política, terremotos, huracanes y la inseguridad.

Migrantes haitianos

Publicidad
Publicidad