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La apática campaña electoral colombiana culmina expectante del cambio

Las encuestas, cuya difusión está prohibida esta última semana de campaña, mostraban el fin de semana pasado un resultado realmente ajustado entre los dos candidatos, con apenas décimas de diferencia, lo que podría implicar que quien gane lo haga con apenas unos centenares de miles de votos

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Colombia
EFE

La campaña electoral en Colombia, que ha transcurrido apática y de forma singular, cierra este sábado 18 de junio, a las puertas de una votación que traerá un cambio importante al país y donde los ciudadanos deberán decidir si el ejecutor de dicha metamorfosis será el izquierdista Gustavo Petro o el populista Rodolfo Hernández.

Petro, un político curtido en la oposición parlamentaria a los Gobiernos de derechas de Álvaro Uribe, ganó la primera vuelta con más de 8,5 millones de votos y ahora tiene la ambición de ser el primer presidente de izquierdas de Colombia, pero frente a él esta Hernández, un multimillonario empresario de la construcción, que viniendo también de fuera de las élites propone un modelo alejado de la «politiquería» tradicional y que acabe con la corrupción.

Purificación indígena

«Esta decisión no se trata de decidir entre el apellido Petro o Hernández, se trata de algo mucho más trascendente, se trata de la Colombia que queremos. Si queremos seguir retrocediendo o avanzar, si seguir en el pasado, en la desigualdad de las mujeres, o avanzar juntos y juntas hacia sus derechos», aseguró el candidato de izquierdas en un mensaje publicado en sus redes sociales.

Petro hizo un último llamado, sin pedir directamente el voto por él, a que los votantes elijan si «seguir dejando que la corrupción nos gobierne o enfrentar y erradicar definitivamente a los corruptos» y si «seguir en este estado de violencia e intranquilidad o avanzar a la paz».

El exalcalde de Bogotá visitó hoy la Sierra Nevada de Santa Marta, donde almorzó con indígenas arhuacos, que le hicieron un ritual en el que los mamos, que son los líderes y ancianos de estas comunidades, le dieron la bendición y lo purificaron.

Bucarmanga, entusiasmada

Por su parte, Hernández, también en otro video en sus redes, aseguró: «Hemos esperado años para sacar a los corruptos del poder», reiterando una frase que ha repetido incontables veces en campaña, y también prometiendo que no le va a fallar a sus votantes.

Bucaramanga está expectante, en el ambiente flota la esperanza de que sea un santandereano el que el domingo se imponga en las urnas, aunque el candidato sigue en su línea de mantenerse en la privacidad de su casa, sin eventos públicos o apariciones para conquistar los últimos votos.

La ciudad en la que Hernández empezó su carrera política está teñida de amarillo, el color de la campaña del empresario y que destaca en carteles, pancartas y publicidad política en apoyo al que esperan que sea el próximo presidente de Colombia.

Desde el centro de la ciudad, en la «Casa de Nariño» que ha instalado la campaña del ingeniero (en referencia al nombre de la sede de Gobierno colombiana), los voluntarios apuran las horas que les quedan para hacer campaña y convencer a los últimos indecisos para que voten por Hernández.

Pero «no solo Bucaramanga es rodolfista, Santander es rodolfista», cuenta en una entrevista con Efe el director de campaña de Hernández, Óscar Jahir Hernández, frente a la sede, donde no dejan entrar cámaras, confiado en el triunfo del ingeniero porque «hay un voto oculto que no se cuenta» en las encuestas, por lo que están seguros de que ganarán «por más de un millón de votos».

«Si es así, vamos a estar completamente tranquilos para que el país tenga una transición en paz y no haya inconvenientes de que no vayan a reconocer las elecciones», en referencia a la campaña de Petro.

Resultado ajustado

El candidato de izquierdas ya ha reiterado en múltiples entrevistas que no confía en la Registraduría, el ente encargado de organizar los comicios, y que si ve irregularidades no reconocerá los resultados, lo que puede complicar una coyuntura ya de por sí compleja.

Las encuestas, cuya difusión está prohibida esta última semana de campaña, mostraban el fin de semana pasado un resultado realmente ajustado entre los dos candidatos, con apenas décimas de diferencia, lo que podría implicar que quien gane lo haga con apenas unos centenares de miles de votos.

En total, más de 39 millones de colombianos están convocados a la urnas para estas elecciones, pero la abstención en el país suele ser alta, cercana al 50 %.

La Registraduría reiteró hoy que está «garantizada la transparencia de estas elecciones» y que hay más de 71.000 testigos electorales del Pacto Histórico, la formación de Petro, y más de 52.000 de la Liga de Gobernantes Anticorrupción de Hernández.

Además, hay ocho misiones de observación internacional acreditadas y más de 410 observadores de organismos internacionales y ONG de 33 países. Por su parte, la Policía desplegará a más de 94.000 agentes en todo el país, en una misión conjunta con el Ejército, «para brindar las condiciones que permitan llevar a cabo el certamen democrático con normalidad».

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