Casi 200 países piden en COP28 abandonar combustibles fósiles
Este es el principio del fin de una era, según las voces más optimistas sobre este trabajoso acuerdo alcanzado en la prórroga de la COP28, la reunión de 80.000 delegados en Dubái, que ha buscado darle un nueva oportunidad al planeta Tierra.
Casi 200 países lanzaron este miércoles un histórico llamado en la cumbre mundial sobre el clima COP 28 ir a «una transición energética» que permita abandonar progresivamente los combustibles fósiles. Esta transición de las energías que han causado el calentamiento del planeta debe acelerarse «en esta década crucial», explicó el texto final del acuerdo.
El objetivo es llegar a 2050 con un balance «neutro» de emisiones de gases de efecto invernadero, como estipula el Acuerdo de París de 2015.
«Hemos sentado las bases para lograr un cambio transformador histórico», declaró el presidente de la conferencia, el emiratí Sultan Al Jaber, entre los aplausos de los asistentes.
Los países tuvieron que negociar un día más allá del cierre oficial de la COP28 para alcanzar un acuerdo.
Ocho años después del Acuerdo de París, la comunidad internacional dice que hay que prepararse para dejar atrás las fuentes de energía que le han permitido el mayor crecimiento económico de la historia.
Un día para sentirse felices
«La era de los combustibles fósiles debe acabar — y debe acabar con justicia y equidad», declaró el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un comunicado.
«En un mundo sacudido por la guerra en Ucrania y en Medio Oriente, hay un motivo para sentirse optimista», aseguró el enviado especial para el clima de Estados Unidos, John Kerry.
Arduamente negociado, el texto «pide a las partes que contribuyan» con una lista de acciones climáticas, «de acuerdo a sus circunstancias nacionales».
«Es fundamental que los países desarrollados tomen la delantera» y «que aseguren los medios necesarios para los países en vías de desarrollo», explicó la ministra de Medio Ambiente brasileña, Marina Silva.
El texto propone «triplicar la capacidad energética renovable» y «duplicar la eficiencia energética media» de aquí a 2030.
La transición energética deberá ser «justa, ordenada y equitativa», reconoce el texto.
Más del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero se debe al petróleo, el gas y el carbón.
Pero esa mezcla de combustibles representa también la inmensa parte de la energía que consumimos diariamente.
El término inglés «transition away» utilizado en el texto es ambiguo y sujeto a interpretación, reconocían expertos.
La meta es 2050, pero no deja claro que para esa fecha, clave en el calendario de la batalla climática, los países hayan abandonado totalmente su dependencia de la energía fósil.
Lo que la comunidad internacional reitera es que a mediados de siglo tiene que lograr equilibrar el CO2 que envía a la atmósfera con el que retiene («neutralidad de carbono»).
Voces divergentes
El ambiente general en el centro de convenciones de Dubái era de cansancio y satisfacción, pero las voces divergentes también se dejaron oír.
El texto representa un «paso adelante» pero «no suministra el equilibrio necesario para reforzar la acción mundial», reaccionó la Alianza de los pequeños Estados Insulares, amenazados por la subida de las aguas.
Promesas incumplidas
La presidencia emiratí organizó en Dubái una enorme conferencia, con más de 80.000 delegados, todo un récord.
La COP28 empezó con buen pie el 30 de noviembre, cuando los países acordaron, tras apenas un año de negociaciones, un fondo de daños y pérdidas para los países más afectados por el cambio climático.
A pesar de todas las promesas, el mundo aumenta invariablemente sus emisiones de gases de efecto invernadero, y los expertos advierten que, de aquí a 2030, los compromisos de reducciones propuestos en Dubái solo representarán una tercera parte del sacrificio necesario.
El planeta vivió en 2023 su año más caluroso desde que se tienen registros, aseguran los climatólogos.
Reacciones a COP28
china declaró en la cumbre climática de la ONU el miércoles que los países desarrollados deben «tomar la iniciativa» en la transición energética y brindar apoyo financiero a las naciones en desarrollo «sin demora».
«Los países desarrollados tienen una responsabilidad histórica inquebrantable por el cambio climático y, por lo tanto, deben tomar la iniciativa para embarcarse en el camino de los 1,5 ºC antes que el resto del mundo», dijo el viceministro chino de Medio Ambiente, Zhao Yingmin, a la COP28 en Dubái.
l presidente francés, Emmanuel Macron, se congratuló el miércoles del acuerdo adoptado en la COP28 en Dubái sobre el clima, «un paso importante» que «compromete al mundo a una transición sin combustibles fósiles» y pidió «acelerar» la lucha contra el calentamiento global.
En un mensaje en la red social X destacó además el reconocimiento del «papel clave de la energía nuclear» que defendía Francia, en paralelo a la necesidad de triplicar las energías renovables.
Por otra parte, la Ministra de Relaciones Exteriores francesa, Catherine Colonna, dijo en X que el consenso sobre la salida necesaria de los combustibles fósiles es «un mensaje de esperanza para el planeta y para los más vulnerables».
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, aplaudió este miércoles el acuerdo alcanzado al fin de la cumbre sobre cambio climático COP28, y lo consideró el punto de partida para un mundo sin combustibles fósiles.
«El acuerdo marca el principio de una era posterior a los [combustibles] fósiles», señaló la funcionaria en un mensaje en redes sociales, quien destacó también el apoyo global a las ambiciosas metas energéticas de la Unión Europea (UE).
Al fin de la COP28, unos 200 países lanzaron un dramático llamado a iniciar «una transición» energética que permita abandonar gradualmente los combustibles fósiles «en esta década crucial».
Ocho años después del Acuerdo de París de lucha contra el cambio climático, la comunidad internacional dice que hay que prepararse para dejar atrás las fuentes de energía que le han permitido el mayor crecimiento económico de la historia.
La UE se propone reducir sus emisiones netas en al menos 55% para el año 2030 en comparación con los niveles de 1990, y lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Los países desarrollados, obligados por la convención climática de la ONU de 1992 a ayudar al resto del mundo en nombre de su "responsabilidad histórica" en las emisiones de gases de efecto invernadero, insisten en que las cantidades solicitadas son poco realistas para sus finanzas públicas
Quedan menos de 2.000 metros cuadrados del glaciar La Corona, en la cordillera de Los Andes venezolanos y para prolongar el inevitable desenlace lo cubren con una membrana de contaminante polipropileno en una millonaria operación.