Espectáculos

Josemith Bermúdez regresa y celebra la vida desde el teatro

A petición del público, la obra "Vestida para Sanar" escrita y protagonizada por Josemith Bermúdez regresa al escenario del Teatro Trasnocho Cultural hoy 30 de mayo con una nueva función a las 7:00pm  

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FOTOGRAFÍA: FELIPE ROTJES | CAPTURA

«¡Mira es ella!», decían varias personas mientras la animadora y actriz Josemith Bermúdez caminaba por los pasillos del espacio Trasnocho Cultural de Caracas. Anda segura y con las energías renovadas. Cada uno de sus pasos expresan un triunfo. Esa última palabra resume lo que ha sido su vida en dos años: recordar que venció a la muerte -en un país desahuciado por muchos,- es digno de contarse. Y si se dice desde las tablas mejor aún, afirma ella.
Rodeada de espejos, cajas de maquillajes y por las luces de camerino que alumbran su belleza, Josemith esperaba el momento. Estaba ansiosa porque faltaban 30 minutos para que interpretara a Berta, una psicóloga que forma parte del ‘Test’ , la obra de humor negro escrita por del catalán Jordi Vallejo que utiliza un dilema como excusa para hacer una crítica a nuestra realidad.
Tras lograr la remisión del cáncer de ovario que la separó de las cámaras de televisión a finales de 2016, Bermúdez volvió con fuerza al espectáculo. Lo hace desde hace varios meses en el teatro.  Entre el nerviosismo que supone preparar cada función, estudiar guiones y promover un espectáculo que niega ser arrollado por la crisis, la actriz y animadora, de 38 años, celebra la vida y se prepara para su nuevo show «Vestida para Sanar».
josemith
El arte es su cura. Bermúdez se lanzó de lleno al trabajo para expresar lo vivido y aprendido. Su cuerpo frágil parece ser el fiel testimonio las largas (y costosas) sesiones de quimioterapia que acabaron con su larga melena, pero no con su alegría. Ahora, con un cabello corto y perfectamente cuidado, Josemith recuerda el camino tomado para superar el trance. Dios, como en muchos casos, fue un fiel aliado para defender su salud. «Trabajamos para transformar todo lo que tocamos y seguir adelante porque somos un ente divino», dijo.

 

-«¿Esto es el horóscopo o qué?»-

Como si fuese ayer. Josemith recuerda sus primeros pensamientos tras conocer la presencia del cáncer en su cuerpo. En un principio creyó el que el anuncio era un capricho esotérico. Luego, se dio cuenta de la realidad. «Para mí la muerte no es más que un estado de catatonia y luego de un tiempo entendí quién era en realidad«, explicó.  Enfrentar una enfermedad que puede resultar mortal significó todo un aprendizaje para la actriz:  «Me reencontré conmigo misma, con mis defectos, con mis angustias, pero también con mis virtudes y con ese deseo de vivir. Esas cursilerías de ámate a ti misma. Quiérete, valorarte son ciertas, todas ayudan a ser mas fuerte».
A pesar de las amarguras, Bermúdez recuerda con cariño los lazos de amistad que se reforzaron en su proceso de recuperación. Con ellas, aprendió que la vanidad es un artilugio de utilería, de esas que ve en cada función de teatro. Recuerda cómo su cabellos cayeron por los químicos que tomaban su cuerpo.
No había cabellera larga que peinar, ni una bonita figura que lucir, sólo una cabeza calva, una piel opaca y un cuerpo delgado en el que la carne se pegaba a sus huesos en un intento por aferrarse a la vida. «Perdí la integridad y no me acostumbraba a verme así. Estaba fea, parecía E.T.«, recordó. Pero el tiempo pasó y Josemith se vuelve a mostrar ante el público con la simpatía que desborda ante las cámaras.

-«No tuve más suerte que otros»-

Venezuela es un país donde la escasez de medicinas ronda el 90% y los pacientes crónicos parecen estar condenados de antemano a la muerte por el precario sistema de salud. Josemith logró evadir esa realidad gracias a la ayuda que solicitó en las redes sociales. Y algunos sacrificios que tuvo que asumir.
«Yo pedí. Es curioso que la gente crea que por ser famosa me fue más fácil. Tuve que vender mi apartamento para continuar mi proceso». «Recibía ayuda y decía wow… que lindo esto», recordó. 
Gracias a los gestos de solidaridad, Bermúdez  se replanteó cambiar algunos aspectos de su vida. «Quería estar activa y demostrar que seguía adelante y forme mi línea de cosméticos. Eran momentos de agonía, pero por quería resaltar mi espíritu triunfador». Josemith Cosmetics nacía junto a un libro testimonial de lo vivido.
Son dos productos que surgieron entre «quimios» y operaciones que la llevaron a gastar montañas de dinero. «No te sabría decir cuánto es el monto total, pero con decirte que unas pastillas que me estoy tomando ahorita cuestan 12 mil dólares, te digo todo»,  explicó.

La lucha para llegar a la remisión del cáncer fue dura. Aparte de las sesiones de quimioerapia, Bermúdez debió entrar siete veces al quirófano. Momentos de incertidumbre la golpearon en algunas ocasiones. Josemith se sintió en la oscuridad total cuando se dio cuenta que los médicos no sabían que hacer con ella. 
«Se miraban entre ellos y yo confiaba, pero mirarlos a los ojos y saber que la medicina, no era exacta me hundía», reconoció. A pesar de la remisión, algunas marcas quedaron para siempre en su cuerpo. «Si te las mostrara lloras» con su dedo traza una linea imaginaria desde la parte inferior de sus senos hasta la ingle y otra en uno de sus costados. «Ahí está el resultado de la batalla», dijo.
También quedaron marcas en la mente, reveló. «Aún sueño con la muerte. Quería que fuese sin dolor y que los míos descansaran de mi sufrimiento», comentó. Pero esos sueños parecen haber quedado en el pasado. «La vida ha vuelto a mí y es ella la que aparta a la muerte», afirmó la actriz.

-A paso firme-

El cáncer no mató nada en Josemith. «Ni si quiera con mi ego pudo, pero fue un recordatorio de que soy humana y vulnerable».  A estas alturas de su vida no sabe si lo que vivió es un ejemplo para otras mujeres. Pero está clara en que quiere convertirse en un símbolo de ayuda para otros.
«Pasé por una de las peores enfermedades del mundo y aún así me enseñó una ambigüedad de aspectos, porque el cáncer sanó muchos aspectos de mi vida», afirmó. Treinta minutos después, Josemith Bermúdez está en el escenario vestida de rosado, el color que simboliza la lucha contra el cáncer. Luce brillante. Parece no necesitar los focos para destacar en el escenario. Su vestido deja ver sus piernas con unos botines de tacos que marcan sus pasos firmes. El mensaje que lanza lo dijo antes de subirse a las tablas: «Estoy de vuelta y no voy a parar».

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