Venezuela

La sentida carta al joven asesinado en San Bernardino

"Venezuela una vez más esta de duelo, mientras en la avenida Bolívar hay fiesta", escribió Myriam Altuve, miembro de la misma parroquia en la que creció el joven de 17 años que fue asesinado este 19A en San Bernardino. Su mensaje fue compartido miles de veces en redes sociales. 

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fotos: Myriam Altuve Solórzano

Myriam Altuve conoció a Carlos José Moreno Barón cuando era un niño de cuarto grado. Durante la noche del 19 de abril, una carta dolor y rabia escrita por la salesiana se diseminó por redes sociales. El muchacho, de 17 años de edad, fue asesinado en la concentración opositora en la Plaza La Estrella de San Bernardino.

Altuve forma parte de la parroquia María Auxiliadora, que está al lado del colegio San Francisco de Sales, donde estudió el muchacho, y es una de las personas que acompaña a los jóvenes en las actividades de esparcimiento que se realizan todos los fines de semana.

«Lo peor de todo esto es que la muerte de Carlos se está dando a conocer porque estaba en la manifestación. Pero él no iba a la marcha, ni siquiera tenía permiso. Iba a jugar fútbol en San Bernardino, pero aprovechó que un grupo de personas de su edificio iba caminando hacia la Plaza La Estrella y se fue con ellos«, dijo a El Estímulo por teléfono.

A continuación, se reproduce la carta completa tal como fue publicada por Altuve.

Para quienes no le conocieron les presento a Carlos José Moreno Barón, de 17 años, la imagen corresponde al acto académico de la Unidad Educativa San Francisco de Sales de Sarría en julio del año pasado. 

A Carlos lo vimos crecer en nuestra casa de Sarría, era literalmente un terremoto, inquieto, alegre, tremendo, muy tremendo, convivió en nuestra parroquia, formó parte del oratorio… luego de la foto recuerdo me dijo «no creas que te vas a librar de mí» y ciertamente cada vez que podía me saltaba de sorpresa encima cuando nos encontrábamos en la calle…

Como salesiana, amante y defensora de los jóvenes, es un momento terriblemente triste, porque en el rostro de Carlos veo el rostro de tantos niños y niñas que he visto crecer…

No es justo que la intolerancia y la injusticia siga apagando la vida de nuestros jóvenes, los sueños de Carlos no estaban metidos en dos maletas de viaje, quizá porque no tenía esa oportunidad, pero sueños, metas y proyectos sí tenía, y muchos…

Mañana su nombre lo utilizaran unos y otros y dentro de unos días sera simplemente «el muchacho que mataron en San Bernardino», para quienes le conocimos no, hoy el dolor es inmenso, y ese dolor nos une como SALESIANOS, el oratorio de Don Bosco en Sarría está de duelo, Venezuela una vez más está de duelo, mientras en la avenida Bolívar hay fiesta, con comida y bebida defendiendo la revolución…

No sé cuantos heridos habrá a esta hora, hiela la sangre pensar que muchos no regresarán a sus casas hoy ya que quizá terminen el día en algún calabozo de nuestros «cuerpos de seguridad»…

Paz a tu alma Carlitos, el oratorio del cielo te recibe mientras nosotros te lloramos… 

¿Cuántos Carlos faltan para despertar de esta pesadilla?

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