A pesar de que un grupo de países, empresas y ciudades se comprometieron a eliminar gradualmente los vehículos de combustibles fósiles para 2040, como parte de los esfuerzos para reducir las emisiones de carbono y frenar el calentamiento global, factores claves para este objetivo declinaron hacerlo.
La gigante alemana Volkswagen y la japonesa Toyota fueron dos de los consorcios que negaron poner sus rúbricas en la Declaración de Glasgow sobre vehículos y furgonetas de cero emisiones, presentada este 10 de noviembre en las conversaciones sobre el clima en la ciudad escocesa, reseñó Reuters.
El presidente ejecutivo de VW Group, Herbert Diess, dijo que la eliminación propuesta de los automóviles con motor de combustión interna para 2040 «no es factible».
«Necesitamos materias primas, nuevas minas, una economía circular. La capacidad de las baterías y la construcción de redes de energía renovable en Europa serán el cuello de botella», dijo Diess durante una conferencia en línea organizada por el periódico alemán Handelsblatt.
Hasta ahora, la marca VW se ha comprometido a producir solo vehículos totalmente eléctricos en Europa a partir de 2035 y a tener una flota sin emisiones de CO2 a nivel mundial para 2050.
Los automóviles, camiones, barcos, autobuses y aviones representan aproximadamente una cuarta parte de todas las emisiones globales de carbono, mostraron los datos de la Agencia Internacional de Energía, de las cuales la mayor parte proviene de los vehículos de carretera.
Por su parte, Toyota defendió su decisión alegando que su modelo de negocios actual hace «difícil» ese compromiso. Kohei Yoshida, un responsable de la división de vehículos eléctricos de la firma japonesa, explicó a la AFP que había «muchas maneras de enfocar la neutralidad carbono» más allá del pacto.
Un portavoz medioambiental alemán dijo que el gobierno de su país no firmaría porque no había alcanzado un consenso interno sobre un «aspecto marginal» de la promesa sobre si los combustibles elaborados con energía renovable pero quemados en un motor de combustión podrían formar parte de la solución.
A la aparente falta de voluntad de Alemania, se le suma la de China, el mercado automotriz más grande del mundo, y los Estados Unidos, la economía más grande del mundo y el segundo mercado automotriz más grande, que no respaldaron la Declaración, sembrando dudas sobre su efectividad.
Una treintena de países, 38 gobiernos subnacionales, 11 empresas fabricantes de automóviles y 27 propietarios de flotas y empresas de movilidad compartida sí respaldaron la Declaración.
Entre los firmantes están: Gran Bretaña, Noruega, Canadá, Holanda, Finlandia, Suecia, India, Irlanda, Dinamarca, Chipre, Lituania, Israel, Nueva Zelanda, Luxemburgo, Austria, Islandia, Polonia, Etiopía, Kenia, Ghana, Chile, Eslovenia y Ruanda.
Por parte de los consorcios, destacan Ford y General Motors. GM dijo que «se enorgullece de estar ahora junto a otras empresas, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para apoyar la declaración de comprometerse a trabajar hacia una transición a vehículos 100 por ciento cero emisiones para 2035».
Ford confirmó su participación y dijo: «Será necesario que todos trabajen juntos para tener éxito».
Volvo, Mercedes-Benz, BYD y Jaguar Land Rover también firmaron el compromiso.
Volvo ya se ha comprometido a ser totalmente eléctrico para 2030. La marca Jaguar se convertirá en totalmente eléctrica a partir de 2025. Ford ha dicho que su flota de vehículos de pasajeros en Europa será totalmente eléctrica para 2030. Mercedes ha dicho que estará lista para funcionar en forma totalmente eléctrica al final de la década, cuando las condiciones del mercado lo permitan.
Las fuentes dijeron a Reuters que, si bien Estados Unidos no se une a la promesa, los estados clave para la compra de automóviles como California y Nueva York se han inscrito.
Una fuente de la industria automotriz dijo que algunos fabricantes de automóviles desconfían de la promesa porque los compromete con un cambio costoso en la tecnología, pero carece de un compromiso similar de los gobiernos para garantizar que se construya la infraestructura de red y carga necesaria para respaldar los vehículos eléctricos.
En el verano, la Comisión Europea propuso una prohibición efectiva de los vehículos de combustibles fósiles para 2035, acompañada de un compromiso con la infraestructura de carga que los fabricantes de automóviles habían exigido.
Con información de Reuters y AFP