Opinión

¿El Milagro de Singapur?

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Foto: AP

Singapur es un pequeño estado de apenas 701 km2, mas pequeño que la isla de Margarita. Su territorio insular está conformado por 63 islas, de la cual la Ciudad de Singapur es su capital. Después de haber sido una colonia inglesa y haber sido ocupada por los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, y sin contar con ningún tipo de recursos naturales, ocupa hoy los primeros lugares en casi todos los indicadores mundiales de competitividad (lugar 2 de 144 países), facilidades para hacer negocios (lugar 1 de 189 países) comercio (supera los $ 714 mil millones anuales), desarrollo tecnológico, vivienda (90% de su población es propietaria de sus propias viviendas) educación (en muchas de sus escuelas estudian nacionales de mas de 30 paises), etc.

Adicionalmente, su PIB per cápita es de $55.100 (2013) convirtiéndolo en uno de los países con más altos estándares de vida, y por si fuera poco, tiene una de las tasas criminales más bajas del mundo. Mascar chicle o escupir en una calle por su potencial peligro de ensuciarla, puede ser objeto de multas cercanas a los $ 1000. Singapur es algo así como el mejor estudiante, número uno en todas las materias, que habiendo tenido todas las adversidades en su contra, se adueña de su destino, pero sigue trabajando duro para que no se le escape.

Pero lo que es Singapur hoy ¿es producto del azar? ¿De un milagro? ¿Del destino?

El moderno Singapur nace del esfuerzo de muchos hombres, pero en especial de Lee Kuan Yew, quien murió recientemente a los 91 años. Nacido en Singapur y de origen chino, una de sus principales preocupaciones, como lo indicó en el libro “Verdades Difíciles, Como mantener avanzando a Singapur” era hacer entender a sus nacionales, que la buena vida que disfrutaban hoy no les correspondía por derecho y que el país siempre sería vulnerable a muchos peligros. El rango de vulnerabilidades van desde su ubicación geográfica, su carencia de recursos naturales, su tamaño, e inclusive su multiplicidad étnica (Chinos 74%, Malayos 13% e Indios 13%), siendo esta multiplicidad otro motivo de preocupación para el gobierno. Pero la mayor vulnerabilidad era la confianza de creer que una vez alcanzado el desarrollo, había que sentarse a disfrutar y no a seguir trabajando por más.

Todas estas vulnerabilidades llevaron a Lee a asegurar por encima de todo, los mejores rendimientos posibles en la labor de gobierno, en un contexto que para algunos analistas distaba de ser democrático. Sin embargo, la obsesión principal de Lee Kuan Yew era lograr que Singapur fuera diferente a otros países, porque en caso contrario el país estaría liquidado.

Vulnerabilidad mas diferenciación generaron políticas orientadas a la atracción de inversiones en infraestructura básica, industrial, tecnológica en un ambiente óptimo, pleno de incentivos competitivos que asegurasen un flujo de inversiones continúo que años después generase la riqueza suficiente para atender no solamente los problemas de empleo de la población, sino también los de vivienda, educación e inclusive entretenimiento.

Si la etapa en que se desarrolló Singapur era compleja, la actual lo es mucho más. No sólo los países enfrentan los retos de una mayor vulnerabilidad por el complejo nivel de interconexiones de todo orden presente en todos los factores y procesos, sino que también los problemas exigen respuestas más rápidas y eficientes para controlar los daños.

La historia de Singapur es también un poco la historia en donde diferenciar lo correcto, de lo políticamente correcto, puede ser la formula.

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