Opinión

El hombre más feliz del mundo

Eddie Jaku, un sobreviviente del Holocausto, explicó en sus memorias por qué un día decidió ser feliz. Y lo logró. Vivió más de 100 años

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eddie
Cortesía

El holocausto ha sido uno de los eventos más trágicos de la historia de la humanidad. Un genocidio perpetrado por el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial en el que murieron seis millones de judíos, así como otras minorías étnicas y grupos sociales. A pesar de haber sido un evento oscuro y difícil de asimilar, como todas las desgracias de la vida dejó importantes lecciones que deben, imperiosamente, servirnos de referencia para procurar una mejor convivencia.

Mucho se ha escrito de esta fatídica etapa de nuestra historia. Si lo miras bien, no ha pasado tanto tiempo y, por ello, tal vez, aún seguimos repitiendo episodios que nos avergüenzan como seres humanos.

Holocausto nazi. Foto: Archivo

Durante el Holocausto murieron 6 millones de personas. Foto Archivo

Este genocidio tuvo como protagonista el odio y la discriminación hacia la comunidad judía que llevó a la creación de leyes discriminatorias que finalmente llevaron a la deportación y exterminio de millones de personas inocentes. No muchos escaparon de esta barbarie, entre ellos, Eddie Jaku, el hombre más feliz del mundo.

Eddie -quien se define desde el inicio como tu amigo, en su libro del mismo nombre- es un sobreviviente de varios campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, y escribió sobre sus experiencias después de emigrar a Australia y que se publicaron cuando tenía 100 años.

Eddie hombre más feliz

Lejos de rememorar o analizar los entuertos de, como hemos dicho, oscura etapa de la historia de la humanidad; más bien, quisiera enfatizar en los mensajes que mi “amigo” Eddie nos deja en esas conmovedoras historias de supervivencia y como gracias a su optimismo logró superar horrores y transformar su dolor en esperanza.

Vale decir que, en el desarrollo de su relato, nos acaricia con muchos postulados y aprendizajes que ratifican, una vez más, que la vida es maravillosa a pesar de las circunstancias y que la felicidad radica, principalmente, en tu interior.

No lo digo como coach, lo dice alguien que según comenta “he vivido un siglo y sé lo que significa ver al diablo cara a cara. He sido testigo de los actos más execrables del género humano, de los horrores de los campos de exterminio, del empeño de los nazis por exterminar a todo mi pueblo. Pero ahora me considero el hombre más feliz del mundo. Durante mi larga existencia he aprendido esto: la vida puede ser hermosa si haces que lo sea”.

Eddie Jaku, el hombre «más feliz» del mundo. Foto cortesía Planeta de libros

¡Hermosa y simple sentencia!, de un “amigo” que vivió poco mas de 100 años. Pero no siempre fue así. Eddie admite – y no es para menos – que, a pesar del fin de la segunda guerra mundial, no era feliz. Esta postura solo cambió por las sensaciones que tuvo cuando nació su primer hijo, momento en el que hizo su más importante promesa: ¡no dejar de sonreír ni un solo día más en su vida!

En sus memorias, resalta el valor incuestionable que tiene la familia y amistades. Lógico, después de perder a sus padres y en medio de un ambiente donde la esperanza de vida se pierde por completo, los amigos surgen como medicina para recordarte que no estas solo y que existe gente buena.

Quisiera resumirte todos los pasajes y reflexiones que me han conmovido, pero no será posible por lo extenso. En cambio, compartiré algunas frases que estoy seguro te harán meditar y reconocer las cosas que realmente hacen que la vida valga la pena.

“El amor es la mejor medicina”
“La vida consiste en compartir tu buena suerte. Es más gratificante dar que recibir”
“Las penas compartidas son menos penas. Las alegrías compartidas son más alegrías”
“Cada día, cada minuto, tienes la opción de actuar de manera que puedas levantar el ánimo a otros”
“Aferrarse a la ira conduce al odio y este, a la muerte. El odio es un enemigo que destruye al enemigo, y luego te destruye a ti”
“La felicidad radica en tu interior y en las personas que amas”
“Intenta ser feliz con lo que tienes”
“No mires el otro lado de la valla. Si te comparas, nunca serás feliz”

En definitiva, las referencias y mensajes más comunes entre los sobrevivientes del Holocausto suelen estar relacionados con la importancia de la vida, la resistencia, y la solidaridad.

Valorar y disfrutar cada día de la vida y reconocer la importancia de la esperanza y la fe para mantenerte con ilusión de labrarte un mejor futuro son acciones obligatorias que te guiarán por el camino a la mejor existencia posible.

Pero en ese camino no olvides tenderle la mano al más necesitado. La solidaridad es un acto necesario, tanto así que, en situaciones de crisis, la ayuda y el apoyo de otras personas fueron cruciales para sobrevivir en los campos de concentración y reconstruir sus vidas después de la guerra.

En nuestro país hay mucho que recomponer y mucha solidaridad que compartir. Lamentablemente nos hemos inmunizado para ejercer los buenos actos, por el vandalismo que han supuesto varias décadas de revolución.

Aun así, con las heridas abiertas que nos dejan años de pobreza y diáspora, pongámonos al servicio de los más necesitados y abracemos la sonrisa – tal como nos aconseja nuestro amigo Eddie – como antídoto para las tristezas y para aspirar a que seamos, como él lo fue, las personas más felices del mundo.

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