Opinión

Estrés crónico en el trabajo: causas y recomendaciones para mitigarlo

El logro de objetivos depende en gran medida de la inyección de ánimo e influencia positiva que se desprende del entorno laboral. El coach comparte algunas técnicas para evitar el estrés crónico

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estrés crónico
Cortesía Pexels | Composición de imagen: Alejandro Cremades

En la vorágine laboral que se ha impuesto –mayormente– por la escasez de recursos humanos calificados y la falta de compromiso de los colaboradores, muchas veces nos sentimos agobiados. Y sentirnos así supone un gran problema pues el logro de los objetivos depende en gran medida de la inyección de ánimo e influencia positiva que se desprende de los responsables del liderazgo de una organización.

No pretendo excusar a estos de responsabilidad, pero en los últimos años se evidencia claramente el efecto terrible que ha tenido la diáspora venezolana, que ha afectado el mercado de talentos; esto sin contar con la propia idiosincrasia de los más jóvenes al valorar de manera arrolladora emprendimientos “mata tigres” en lugar de apuntar el esfuerzo en el desarrollo de sus carreras profesionales.

La situación planteada, efectivamente, recarga de trabajo a los más experimentados con el consecuente efecto en sus estados mentales. Lo peligroso de este agobio es que, si no lo controlamos oportunamente, puede llegar a ser estrés crónico, un detonante de incapacidad para cumplir con sus obligaciones.

Estrés crónico
Foto Andrea Piacquadio / Pexels

Los atributos principales que define la doctora Christina Maslach -una de las principales investigadoras del agotamiento y autora de El desafío del agotamiento: gestionar las relaciones de las personas con sus trabajos– para identificar los signos de agotamiento son:

• Nos sentimos agotados y como si no tuviéramos energía para hacer un buen trabajo.

• En segundo lugar, nos sentimos cínicos y tenemos actitudes negativas hacia nuestros proyectos. También tenemos una sensación de disociación de esos proyectos y de las personas que nos rodean, ya sean compañeros de trabajo, amigos o familiares.

• Por último, el agotamiento hace que nos sintamos ineficaces, como si estuviéramos logrando mucho menos de lo habitual y no pudiéramos reunir la fortaleza necesaria para ser productivos.

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Foto Liza Summer / Pexels

Si te suena conocido alguno de los atributos anteriores, te aconsejo que tomes cartas en el asunto. No necesariamente esto conlleva a que programes unas prontas vacaciones. Más bien se trata de que estés consciente de las causas que lo produce y hagas una reflexión concienzuda de sus alcances y de cómo pretendes afrontarlo.

5 medidas contra el estrés crónico

La investigación de la doctora Maslach ha descubierto que el estrés crónico en el trabajo suele provenir de seis fuentes principales: carga de trabajo, valores no alineados con la organización, nivel de recompensa (salariales y emocionales), falta de autonomía y control sobre proyectos, sentimiento de no tener un trato justo con relación a tus pares y relaciones profesionales conflictivas.

Visto las causas anteriores, te propongo realizar una serie de acciones contundentes que abarcan el plano profesional y personal, que pueden ayudarte a controlar y prevenir el agotamiento laboral:

1. Establece límites

Es importante establecer límites claros entre el trabajo y la vida personal, asegurándose de tomar tiempo para descansar, relajarse y disfrutar de actividades no relacionadas con el trabajo.

Foto Andrea Piacquadio / Pexels

A mí me funciona muy bien programar objetivos diarios con base a una mirada acuciosa de los pendientes, para así identificar las prioridades, los urgentes, y los asuntos que por las circunstancias se puedan delegar. De esta manera te sorprenderás muchas veces que queda espacio para el necesario descanso.

2. Busca apoyo

Buscar apoyo en tu equipo y colaboradores es una buena opción cuando estás atrapado en múltiples actividades. Estoy consciente de que con esta premisa no te liberas de la responsabilidad final, pero es indudable que el nivel de estrés cede a niveles adecuados y, además, empoderas a miembros de tu equipo para continuar con su desarrollo profesional.

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Foto Craig Adderley / Pexels

Esta acción también puede incluir hablar con amigos, familiares o por qué no, un terapeuta, que te ayude a gestionar las habilidades de inteligencia emocional necesarias.

3. Mejorar la comunicación

La comunicación efectiva con los compañeros de trabajo, pares, y supervisados, puede ayudar a establecer expectativas claras, resolver problemas y evitar conflictos propios que genera la presión de trabajo y no establecer líneas de acción claras.

4. Establecer metas realistas

Muchas veces nos angustiamos por nuestro afán de abarcar todo en tiempo récord.

Lo recomendable siempre es establecer metas realistas y alcanzables en el trabajo y monitorear los avances para ajustar fechas y tareas, lo que indefectiblemente, puede ayudar a reducir el estrés y mejorar la motivación y el rendimiento.

5. Toma descansos regulares

No me refiero a que interrumpas el ritmo de trabajo a cada momento, pero una pausa obligada es más que necesaria para promover la productividad y no morir en el intento.

Está comprobado que establecer pautas de descanso ayuda a reducir el estrés y a generar nuevas ideas, incluso, haciendo uso del propio descanso.

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Foto Daria Obymaha / Pexels

Otras acciones más personales pasan por establecer una rutina de ejercicios que te mantenga saludable y el tiempo apropiado para el debido descanso nocturno.

Estos son algunos ejemplos de acciones que puedes llevar a cabo. Ahora bien, si no te funcionan, las causas de tu estrés crónico pueden ser más personales; como, por ejemplo, no sentirte firmemente valorado ni con la garantía de seguir encaminado a crecer con la organización.

Si esto te sucede, no hay otra solución que encarar a la dirección y esbozar los argumentos que, de acuerdo con tu percepción, son causantes del agotamiento.

Estoy seguro de que bajo esa iniciativa se abrirán las puertas a nuevas alternativas y acciones tendentes al rescate de la estabilidad emocional. Si, por el contrario, no sientes respaldo alguno, reflexiona seriamente acerca de tu futuro y las nuevas posibilidades que te permitan crecer como mereces.

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