Opinión

La frase más bonita del mundo

"Te quiero" es la frase más bonita y más potente. Decirlo y escucharlo desencadena reacciones neurológicas y fisiológicas responsables, sensación de bienestar y el fortalecimiento del vínculo afectivo, contribuye a mejorar la motivación, concentración, aprendizaje, y memoria

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La frase más bonita del mundo
Foto Brett Sayles / Pexels | Composición de imagen: Yiseld Yemiñany

Para un inmenso número de personas, expresar las emociones libremente ha sido un aspecto complicado, principalmente, porque los hace sentir incómodos y vulnerables.

Esta situación, quizás, viene precedida por un entorno cultural que nos impone que nuestras emociones se consideran como algo muy privado y que expresarlas constituye un signo de debilidad.

Afortunadamente, con los avances de la neurociencia, hemos dado un paso al frente en la comprensión de desarrollar la inteligencia emocional de nuestros hijos y en la compenetración de la figura paterna en la gestión emocional familiar que, otrora, parecía una tarea exclusiva de las madres.

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Foto Albert Rafael / Pexels

Y esta acción mancomunada de padre y madre es fantástica, pues permite que sus hijos desarrollen habilidades sociales básicas que les permitirá integrarse mejor a la sociedad, gestionar mejor los sentimientos de otros e incluso, influir de mejor manera en los demás.

Quizás leas lo anterior y no te suene demasiado lo de “influir”. Sin embargo, la gestión del liderazgo en la actualidad pasa por la incorporación de rasgos humanistas y no solo por el desarrollo de las mentadas cualidades. Influyes mejor cuando tus colaboradores te sienten cercano y no hay mejor forma de hacerlo que empatizando, mostrando tu vulnerabilidad, compartiendo lo que sientes cuando sea necesario; al fin y al cabo, somos humanos.

¡Usen la frase más bonita!

No pretendo desarrollar una bitácora de elementos que sustenten mi visión humanista del liderazgo de la que tanto he escrito, más bien quiero proponerles, a pocos días de la celebración del día del padre, el uso sincero de la frase más bonita del mundo: ¡te quiero!

A pesar de ser tan poderosa, es alarmante lo poco que la decimos. La mayor atenuante que circunda su poco uso es referida a la justificación de: “Somos familia y sabemos que nos queremos”. ¡Nada más alejado de la realidad!

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Una investigación publicada por Wendy Suzuki, profesora de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Nueva York, explica la importancia de decir y escuchar un «te quiero» de nuestros seres queridos. Además, en una reciente entrevista reveló, a través de su experiencia personal, cómo incorporó estas palabras en las conversaciones con sus padres y los efectos positivos que tuvieron las mismas.


¿Por qué no decirlo con más frecuencia? ¿Qué nos limita a expresarlo? Si entendiéramos el lazo emocional y de respeto que esta frase genera, nos ahorraríamos muchos dolores de cabeza y fortaleceríamos ese vínculo de amor y autoestima, principalmente, en nuestros pequeños.

Piensa la última vez que le dijiste “te quiero” a tus padres, a tus hijos, a tu pareja. Cuenta las veces que lo has hecho en el último mes. ¿Poco? Es posible. La buena noticia es que la frase es corta, pero tiene un impacto demoledor a quien lo da y lo recibe.

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Foto Vlada Karpovich / Pexels

Sus beneficios son muchos: decirlo y escuchar un «te quiero» desencadena reacciones neurológicas y fisiológicas responsables, entre otras, de la sensación de bienestar y del fortalecimiento del vínculo afectivo, que también contribuyen a mejorar el funcionamiento de la persona, mejorando la motivación, concentración, aprendizaje, y memoria.

Esta frase es tan potente que no solo debe ser usada con nuestra pareja, hijos o nietos. Al contrario de lo que muchos piensan, puede ser usada en cualquier contexto –incluso el profesional– sin tapujos.

Apúntate en ese equipo. Costará al principio, sin embargo, cuando reconocemos lo que sentimos al recibirlo y expresarlo, no habrá marcha atrás y lo incorporarás en tus acciones diarias.

Si llegaste hasta aquí y estas de acuerdo conmigo, embárcate, desde hoy, en la misión de decirlo para que puedas recibirlo.

Como padres, nuestra tarea es expresarlo y educar a nuestros hijos a hacer lo mismo. Como hijos, no hay obsequio que se compare a regalar un ¡te quiero! a tus padres.

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Foto Mikhail Nilov / Pexels

No te imaginas lo que es comenzar tu día con la frase más bonita del mundo. No se compara con nada y más cuando vienen de tus seres queridos, especialmente, de tus pequeños nietos.

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