Opinión

Reconocer lo que no podemos controlar abona el camino a la felicidad

Aceptar que hay ciertas cosas que simplemente no podemos cambiar, nos permite liberarnos de esa carga emocional y enfocarnos en lo que sí podemos controlar, como nuestras acciones, actitudes y respuestas ante las situaciones

Publicidad
controlar

Son muchos los psicólogos y expertos que refuerzan la frase de que, para construir el camino hacia la felicidad, un ingrediente sin discusión es ignorar lo que no podemos controlar. Y si bien esa propuesta en su contexto puede sonar lógica; si lo miras bien, ignorar alguna circunstancia adversa tampoco suma, lo cual nos deja en el mismo sitio.

Intentar controlar aspectos de la vida que están más allá de nuestro alcance puede llevarnos a sentimientos de frustración, estrés y ansiedad. En cambio, aceptar que hay ciertas cosas que simplemente no podemos cambiar, nos permite liberarnos de esa carga emocional y enfocarnos en lo que sí podemos controlar, como nuestras acciones, actitudes y respuestas ante las situaciones. Esto puede conducir a una mayor sensación de paz interior y bienestar emocional y es fundamental para mantener un estado de ánimo equilibrado y sentirnos más felices.

reconocer controlar
Foto Tatiana Sozutova / Pexels

Un simple ejemplo para graficar lo anterior: imagina que en la empresa donde laboras hay planes para una reducción de personal. Esa situación seguramente te genera sentimientos de ansiedad, pero la realidad es que la decisión de la directiva no la puedes controlar. No obstante, si conoces que esa situación existe, puedes destacarte de tal manera en tus labores y mostrarte como pieza clave tanto que, si estabas en la lista negra, la directiva, a la hora de tomar la decisión, decida mantenerte en nómina.

Lo mismo ocurre cuando debes presentar alguna prueba académica. No puedes controlar lo que saldrá en el examen, pero si depende de ti prepararte adecuadamente para superar la prueba con éxito. Al final, si coincides conmigo, esforzarte por voltear esa situación con lo que tienes a mano y que depende de ti, si nos genera la tranquilidad de que hemos hecho lo que teníamos que hacer en un momento determinado y, en definitiva, eso sí suma a tu tranquilidad o bienestar. En pocas palabras, activas la resiliencia, desarrollando la capacidad de adaptarte y recuperarte o tomar ventajas frente a situaciones adversas.

Foto de Tirachard Kumtanom / Pexels

Reconocer lo que no podemos controlar es el primer paso hacia la construcción de esa resiliencia. Al aceptar la realidad de que hay circunstancias fuera de nuestro control, podemos prepararnos mental y emocionalmente para enfrentarlas de manera más efectiva. Esto claramente no implica ignorar o negar los desafíos, sino enfrentarlos con una mentalidad positiva y proactiva.

En la búsqueda de la felicidad y el bienestar emocional, a menudo nos encontramos frente a circunstancias que escapan a nuestro control. En tales momentos, es nuestra responsabilidad reconocerlas y aceptarlas, e incorporar la resiliencia en el proceso, como fórmulas que inciden en nuestra capacidad de sentirnos más felices.

¿Qué hacer?

Dicho lo anterior, cuando sientas que estas en el limbo de una situación, te recomiendo que incorpores estos pasos:

Reconociendo lo incontrolable. Es fundamental reconocer que existen aspectos de nuestras vidas que están más allá de nuestro control. Desde eventos naturales hasta las acciones de otros individuos, hay una multitud de factores que pueden influir en nuestras vidas de manera que no podemos prever ni manejar. Intentar controlar estas fuerzas externas puede llevar a un constante estado de ansiedad y frustración, ya que nos enfrentamos a la realidad de que no podemos influir en ellas.

controlar
Foto Kelly / Pexels

Aceptar lo incontrolable. Una vez que reconocemos la presencia de lo incontrolable en nuestras vidas, el siguiente paso es aceptarlo. La aceptación no implica resignación, sino reconocer la realidad tal como es y ajustar nuestras expectativas y acciones en consecuencia. Al aceptar lo que no podemos cambiar, liberamos una carga emocional significativa y podemos enfocarnos en lo que sí podemos controlar: nuestras actitudes, respuestas y acciones.

La resiliencia como herramienta. La resiliencia, definida como la capacidad de adaptarse y recuperarse frente a la adversidad, juega un papel fundamental en el proceso de aceptar lo incontrolable. Nos permite enfrentar los desafíos con una mentalidad positiva y proactiva, incluso cuando no tenemos control sobre la situación. Nos ayuda a encontrar fuerza interior para enfrentar las dificultades, aprender de ellas y seguir adelante con determinación.

controlar
Foto Juan Mendes / Pexels

Lo primordial en todo el proceso es entender que, en última instancia, reconocer y aceptar lo que no podemos controlar en la vida es responsabilidad de cada uno. De esa manera, podemos cultivar la resiliencia necesaria para enfrentar los desafíos con fuerza y determinación, lo que a su vez contribuye a nuestra capacidad de sentirnos más felices y satisfechos con nuestras vidas.

En conclusión, la aceptación y la resiliencia no solo son herramientas para sobrevivir, sino para prosperar incluso en medio de la adversidad.

Publicidad
Publicidad