Características de un líder valiente

Seguramente leas el título de este artículo y de inmediato lo relaciones con la forma de actuar contundente de un líder que, utilizando sus cualidades, toma decisiones difíciles y duras para avanzar en los objetivos propuestos. Y sí, tienes razón de interpretarlo así pues en su más pura esencia lo que llamamos líder valiente es aquel que muestra una determinación inquebrantable y una capacidad de enfrentar desafíos con coraje y convicción.

Este líder valiente no teme tomar decisiones difíciles, incluso cuando enfrenta oposición o incertidumbre. Su valentía se manifiesta en su voluntad de asumir responsabilidades, defender sus principios y enfrentar riesgos para la obtención de un bien mayor. Además, inspira a otros con su ejemplo y capacidad para enfrentar adversidades con optimismo y determinación, creando un ambiente de confianza y motivación que impulsa al equipo hacia el éxito.

Eso es una cualidad muy apreciada en el argot empresarial, pero ojo, detrás de esa valentía y capacidad para tomar decisiones complicadas, muchos se desajustan y encaran con inusitada dureza las acciones correctivas y machacan la responsabilidad de sus dirigidos sin tomar responsabilidad plena de lo que sucede.

Todavía vemos con asombro como en las políticas de grandes compañías se incluyen controles relacionados con castigar al personal que no haya tenido un buen rendimiento y de esa manera afectar sus remuneraciones, por ejemplo. Se nos ha vendido que ese “castigo” es la mejor respuesta, pero se nos olvida que de esa forma, más que construir, le damos una patada a la mesa y encendemos la chispa de la desmotivación y desmembramiento del trabajo en equipo.

Lógicamente, un mal rendimiento del personal debe ser monitoreado y evaluado, al fin y al cabo, esta es la base para las promociones y la formación de equipos para atender futuras y complejas asignaciones. No obstante, para mí un líder es verdaderamente valiente cuando comunica con firmeza y bajo ese estilo, ejerce su postura siendo compasivo con su interlocutor.

¿A qué me refiero con esto? El liderazgo piensa que, si no se es duro con el personal al comunicar las fallas o errores, eso supone evidenciar debilidad, de allí que un reclamo fuerte con consecuencia directa para el empleado debe imponerse. Muy al contrario de eso, soy de los que piensa que un verdadero líder valiente es aquel que exige con firmeza, pero integra un elemento distintivo, un rasgo que a la postre suma, que no es más que exigir siendo compasivo.

Te estarás preguntando la relación que hay entre firmeza y compasión. Es comprensible que los separes de plano pues constantemente relacionamos firmeza con el reclamo y el castigo. Pero podemos ser firmes e integrarnos en la solución del problema y he allí el quid del asunto: eso para mí es lo que yo defino a ¡un líder valiente!

Si nos anotamos en el equipo del reclamo y el cuestionamiento constante, evadimos nuestra responsabilidad como el principal responsable de los resultados obtenidos y, en conclusión, no avanzamos. En cambio, comunicar con firmeza las fallas, pero apuntarte como el primer responsable y accionar para hacer los correctivos, tiene un efecto demoledor en tus equipos y aumenta ostensiblemente la posibilidad de conseguir los resultados deseados.

Reclamar para castigar no es la vía, sin embargo, reclamar siendo compasivo, da una comprensión del entorno y te anotas en el camino de la construcción.

Lo anterior me permite concluir que un líder valiente no está relacionado estrictamente con la supervisión firme de sus equipos y la toma de decisiones difíciles. Un verdadero líder valiente se comporta con sus colaboradores de manera empática, justa y respetuosa. Reconoce y valora las contribuciones de cada miembro del equipo, fomentando un ambiente de confianza y colaboración.

Este líder escucha activamente las preocupaciones y opiniones de sus colaboradores, y está dispuesto a tomar medidas para abordar cualquier problema o desafío que se presente; más aún, ponerse al frente para enderezar las causas que originen los desvíos normales que pueda tener cualquier proyecto. Además, brinda apoyo y orientación, motivando a su equipo a alcanzar su máximo potencial.

En definitiva, en momentos de dificultad o crisis, el rasgo compasivo del líder valiente se manifiesta a través de la calma y determinación, inspirando a sus colaboradores a mantenerse unidos y superar los obstáculos juntos. Su comportamiento refleja integridad y transparencia, lo que fortalece la relación de confianza entre el líder y su equipo.