Cuando un líder identifica que su equipo está exhausto y poco motivado, surge la necesidad imperiosa de adoptar un enfoque comprensivo y de apoyo que promueva tanto el bienestar como la productividad
Cuando los líderes lidian con un equipo exhausto, la empatía y la comprensión son esenciales para destrabar y avanzar en los objetivos corporativos trazados. Sin embargo, aunque parezca anticuado y despiadado, aún seguimos viendo que el liderazgo no gestiona el agotamiento de forma comprensiva para influir, más bien, utilizan las fórmulas de siempre: presionar para impactar a través de esa presión, sin contar con las consecuencias que esto tiene sobre los equipos.
Vale decir que, en el contexto frenético y demandante de los entornos laborales contemporáneos, el agotamiento del equipo se ha convertido en un desafío omnipresente que los líderes deben enfrentar a diario. Por lo tanto, cuando un líder identifica que su equipo está exhausto y poco motivado, surge la necesidad imperiosa de adoptar un enfoque comprensivo y de apoyo que promueva tanto el bienestar como la productividad. Sin ello, alcanzar las metas será un viacrucis y sus efectos generalizados en la organización pueden ser letales para el futuro cercano.
Existen algunas formas en que un líder puede comportarse en esta situación. Aquí las resumo:
Antes de tomar medidas, es importante escuchar a los miembros del equipo para comprender sus preocupaciones y desafíos.
Anima a tu equipo a expresar cómo se sienten y por qué surge el agotamiento.
Reconoce y valida los sentimientos de agotamiento y fatiga de tu equipo.
Hazles saber que es normal sentirse así, especialmente después de períodos intensos de trabajo.
Muestra empatía y apoyo emocional a tu equipo.
Hazles saber que estás ahí para ayudarlos y que pueden acudir a ti si necesitan hablar o si requieren algún tipo de apoyo.
Considera reevaluar las prioridades del equipo y ajustar las expectativas en función del estado actual del equipo.
Esto puede implicar retrasar ciertos proyectos o redistribuir tareas para aliviar la carga de trabajo.
Promueve el autocuidado entre los miembros del equipo y bríndales recursos y herramientas para gestionar el estrés y el agotamiento.
Esto puede incluir ofrecer días de descanso adicionales, proporcionar recursos sobre bienestar mental o fomentar actividades recreativas.
Fomenta la colaboración entre los miembros del equipo para que puedan apoyarse mutuamente y compartir la carga de trabajo.
Esto no solo ayuda a aliviar la presión sobre los individuos, sino que también fortalece los lazos entre los miembros del equipo y los avances del proyecto serán evidentes.
A pesar del agotamiento, es importante reconocer y celebrar los logros del equipo. Reconoce el arduo trabajo y los esfuerzos realizados, incluso si los resultados no fueron los esperados debido a la fatiga.
Identifica cualquier recurso adicional que pueda ayudar al equipo a manejar su carga de trabajo y agotamiento.
Esto puede incluir la asignación de más personal, la automatización de ciertas tareas o la búsqueda de formas de simplificar procesos.
Como líder, es importante dar el ejemplo y mostrar un comportamiento saludable en cuanto al manejo del estrés y el equilibrio entre el trabajo y la vida personal. Esto puede inspirar a tu equipo a priorizar su bienestar.
Mantén una comunicación abierta y transparente con tu equipo sobre cualquier cambio en las prioridades, los recursos disponibles o las medidas que se están tomando para abordar el agotamiento.
La transparencia ayuda a generar confianza y a mantener a todos informados.
El decálogo de acciones o sugerencias aquí reseñadas son solo pautas generales que incentivan la sinergia entre las intenciones de un líder y la percepción de sus seguidores.
Son fáciles de implementar y solo necesitan una dosis de empatía y humildad, y adoptar esa postura de líder coach donde la escucha activa y la postura de acompañamiento deben estar presentes.
En resumen, apártate de la excusa de que el líder debe hostigar para alcanzar sus objetivos. Más bien, embárcate en la tendencia comprensiva y de vulnerabilidad tan necesaria en los espacios de trabajo. De lo contrario, no te auguro alta fidelidad del equipo que comandas, pero sí un sentimiento de desmotivación generalizada que impactará, ineludiblemente, en la productividad y eficacia de tu organización.
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