Venezuela

Profanaciones de tumbas y robos de huesos se multiplican en cementerio de Caracas

Los cráneos y dientes de oro de los cadáveres, las losas y hasta los terrenos han caído en la vorágine de robos diarios en el Cementerio del Sur, una muestra de los extremos a los que llega la delincuencia desatada en esta Venezuela del siglo XXI. Los deudos reclaman, pero no son atendidos.

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Durante la conmemoración del día de los Fieles Difuntos el pasado 2 de Noviembre, vine a visitar las tumbas de mis padres, ubicadas en el sector La Paste, del Cementerio General del Sur, en el municipio Libertador, de Caracas, quedé horrorizado al ver la fosa destapada, profanada, delincuentes robaron la losa de mármol y se llevaron parte del cuerpo de mi papá”.

Así lo relata el señor Guillermo Rojas, al señalar que no solo la tumba de sus familiares había sido violentada.

“Fueron muchas las tumbas que fueron profanadas, la mayoría de ellas a la altura de la cabeza de los muertos, en otras zonas vimos que fueron desenterradas las urnas completas y los cuerpos no estaban. Las cruces y las figuras de los ángeles que adornaban las lapidas, estaban rotas, tiradas en el suelo, así como varios restos humanos”, dijo.

El drama de este antiguo y «populoso» cementerio de Caracas es otro lado sórdido de los negocios con la muerte y los entierros en una de las tres ciudades más violentas del mundo, medida por el número de asesinatos por cada 100.000 habitantes.

En este mismo sector nos encontramos al señor Luis Castillo, indignado nos comento que hace unos meses habían profanado la tumba en donde reposaban los cuerpos de su esposa y su papá. “Me dio mucho dolor, reuní un dinero y como pude traslade los restos de mi esposa para el cementerio del Este y mandé a reparar toda la lapida, pero ahora vuelvo y me encuentro que han vuelto abrir la fosa y ahora se llevaron el cráneo de mi papá, definitivamente en este país ni los muertos se salvan del hampa”.

La parte alta de este Campo Santo, podría servir de escenario para grabar la segunda parte del famoso video Thriller, de Michael Jackson. La maleza cubre parte de las tumbas, hileras de urnas oxidadas se observan en las calles, las tumbas están abiertas, con montones de tierra y pedazos de losas de cemento a los lados. En algunos sectores el mal olor es insoportable, mientras que los mosquitos y zancudos atacan a los visitantes sin compasión.

Hay poca vigilancia policial y ya es común las historias de los familiares que son atracados a mano armada mientras visitan las tumbas. Ya en varias ocasiones se han reportado asesinatos dentro del Campo Santo.

Responsabilizan a los paleros.

Los trabajadores del cementerio señalan que la gran cantidad de tumbas profanadas es culpa de los llamados Paleros, que requieren de los cráneos, huesos y otras partes del los cadáveres para realizar ritos de brujería. Es común ver gran cantidad de velas y colillas de tabaco, cerca de las sepulturas violentadas.

Los trabajadores indicaron que antes esta situación solo se observaba en las partes altas. “Pero ahora la delincuencia ya llega a las tumbas de la parte baja, en donde también opera una banda delictiva, que ahora le ha dado por abrir las tumbas más antiguas en busca de los dientes de oro, cadenas o cualquier otro adorno con el cual haya sido enterrado el muerto, es decir abren las tumbas para robar al difunto”, dijo uno de los sepultureros.

Este año los profanadores de tumbas han logrado un récord.“Esto es horroroso, no solo en el sector La Peste, sino en todo el cementerio se observa igual situación”, dijo otro de los trabajadores.

¿Denunciar? No pierda su tiempo.

Varios familiares indicaron que acudieron hasta las oficinas administrativas del Cementerio General del Sur, con la intención de colocar la denuncia y buscar respuesta a los casos de profanaciones.

“Allí nos atendió un funcionario que nos dijo que si queríamos denunciar, podíamos hacerlo, pero que eso era una pérdida de tiempo. Que allí había capturado algunos profanadores, pero que a los pocos días eran puestos en libertad y volvían a sus andanzas. Nos recomendaron a unos trabajadores que por un módico precio nos podían remendar la tumba, para que no se viera tan fea y en mal estado”, dijo una de las familiares.

Relatan que algunos obreros les ofrecieron los servicios para la exhumación sin contratiempos de los cadáveres de sus familiares, por Bs. 10 mil cada uno de los cuerpos.

“Pero si son varios le podemos hacer una oferta y le ahorramos los tramites de permisos sanitarios y autorización de la administración, me dijeron”, relata el señor Guillermo Rojas, asombrado del negocio que le planteaban.

Desanimados y encomendando el cuerpo de sus deudos a Dios, los familiares de los difuntos estuvieron de acuerdo en señalar que el cementerio General del Sur, se ha convertido en tierra de nadie, en donde la desidia, así como las bandas delictivas invadieron el lugar.

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