Salud

La falta de insulina pone en vilo a los diabéticos de Táchira

La insulina, medicamento esencial para los pacientes diabéticos, es reportado como “medicamento grave” por su desaparición en farmacias y red de salud, denunció la presidenta del Colegio de Médicos del estado Táchira, Nelly Núñez.

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Foto: Pixabay

La galena lanzó un alerta al gobierno nacional, Ministerio del Poder Popular para la Salud y al gobierno local ante la grave crisis de falta de insulina que se intensifica en el país, que tiene mayores repercusiones en los estados del interior. La falta de este insumo está afectando en el Táchira a miles de pacientes.
“Lo que en un primer momento se reseñó como escasez de medicamentos ahora es nulidad en renglones que son vitales para la ciudadanía como la insulina para los pacientes que padecen diabetes”, alertó.

Médicos endocrinólogos y especialistas en la enfermedad han tenido que recurrir a lo que llamó “viejas insulinas” que se utilizaban hace 50 años, como la insulina cristalina y la MPH, que fue exitosa pero con los avances de la ciencia y las investigaciones ya existen tratamientos específico para cada tipo de diabetes lo que garantiza mayor efectividad, reveló Núñez.
“Los médicos estamos viendo con mucha preocupación cómo la situación de los pacientes diabéticos ha retrocedido 50 años porque no hay nada. Cuando se logran conseguir en Colombia los precios son muy altos y no son accesible a todos los enfermos”, relató.

Las listas demandando insulina que manejan las farmacias locales son sorprendentes y no llegan a satisfacer a gran parte de la población que solicita el tratamiento, dijo la presidenta del colegio de médicos.
“Existen pacientes que requieren aplicarse la insulina dos veces por día y si no lo hacen las complicaciones que se desarrollan son graves y van desde una insuficiencia renal crónica que fácilmente se transforma en aguda, afectaciones oculares y de la piel,  hasta una cetoacidosis diabética y la muerte, esas estadísticas nada favorables se reportan en el hospital central de San Cristóbal”.

Lamentó que los pacientes en el país no puedan cumplir a cabalidad un tratamiento para controlar la enfermedad que aseguró cada va en aumento y la padecen más niños y jóvenes venezolanos.
Desde hace cinco años la insulina no es de difícil venta en el país pero durante el 2017, se ha hecho imposible conseguirla, reiteró.
Ni en las clínicas privadas del Táchira, se puede acceder al tratamiento, situación que preocupa a los galenos.
“Nos vemos en el deber de denunciar la situación ante los órganos de salud regional y nacional porque nadie está exento de padecerla porque la prevalencia de la patología va en aumento en el país”.

De Colombia recibe ayuda

Herminia Gelvez es una tachirense de 76 años, es insulino dependiente y sigue su tratamiento “por suerte”.
“Los últimos lapiceros de insulina me los mandó un hijo que tengo en Valencia. Mis hijos viven buscando por todas partes donde conseguirla porque en las farmacias nunca hay. Han tenido que ir hasta Cúcuta a comprarlas y hemos conseguido de gente que ha fallecido y sus familiares la venden”, comentó.

La enfermedad ha desencadenado otros padecimientos en la tachirense que ha sido diagnosticada con hipertensión, insomnio y depresiones, aparte de una artrosis de rodilla.
El único ingreso con el que cuenta Herminia es la pensión de vejez y asegura que no es suficiente para cubrir ni la cuarta parte del tratamiento médico mensual. Con lágrimas en los ojos la anciana dijo a El Estímulo que “si no fuera por mis hijos, ya estuviera muerta. Ellos son los que me ayudan”.
Una fundación de ayuda médica, ubicada en la ciudad colombiana de Bucaramanga, contribuye con Herminia donándole las pastillas para la diabetes de forma regular. Son enviadas a Cúcuta donde la familia cruza la frontera para buscarlas.
Ni en el Seguro Social   

Nelly Vejar, familiar de un insulino dependiente, describió la situación que vive, como “todo un trajinar” por lo difícil de conseguir las medicinas.
“Antes el seguro social, porque mi mamá es paciente de allá,  nos donaba la insulina pero ya son varios los meses que no la entregan. Ahorita tenemos un poquito pero ya uno empieza a pensar ¿cuándo se acabe qué hacer? porque no hay esperanzas que al país traigan suficientes medicinas para los diabéticos”.

La familiar de Nelly también padece Parkinson y recibe tratamiento, (cinemes) gracias a una fundación, ubicada en Valencia, estado Carabobo, que lo facilita a través de la entrega previa de los informes médicos que comprueban su padecimiento.
“Para el Parkinson se requiere cinemes y pyramex, estos medicamentos son un complemento, lamentablemente el pyramex no se consigue y hace dos años que mi mamá no lo toma y las consecuencias se ha visto en su cuerpo y en la memoria”.

Consideró como injusto que si el gobierno no se encuentra en la capacidad de distribuir los medicamentos que garantizan una mejor calidad de vida a los venezolanos, no se permita abrir un canal humanitario y permitir la ayuda de otros países.]]>

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