“El único contacto lo tuvimos el 6 de julio con la autoridad única de salud del Distrito Capital y allí se acordó que se iba a programar una audiencia y todavía estamos esperando a que nos llamen”, aseguró Ana Rosario Contreras, presidenta del colegio de enfermeras de Caracas, una de las voceras de esta paralización.
Contreras dijo que el gremio no ha tenido contacto con Carlos Alvarado, el ministro de Salud designado por Maduro horas después de que se iniciara este conflicto laboral.
La portavoz de las enfermeras acusó al gobierno de jugar al «cansancio» para neutralizar la protesta, que afecta a la red pública de salud del Estado y en el que se han plegado camilleros, bionalaistas y algunos médicos.
“En este momento, el gobierno está jugando al cansancio, esperando que nos cansemos”, afirmó Contreras en la radio Onda.
Contreras insistió que las enfermeras tienen planeado marchar hacia el presidencial palacio de Miraflores, si el gobierno desoye sus demandas basadas principalmente en mejoras salariales y dotación de insumos médicos en los hospitales.
“Nosotros lo que estamos exigiendo es el derecho a la vida y la salud de los pacientes y que tengamos un salario digno”, añadió.
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