Una veinteañera cuyos pulmones quedaron «irreversiblemente» devastados por el coronavirus que provoca COVID-19 recibió un doble trasplante de ese órgano en Chicago, informó el jueves el hospital a cargo de esa intervención.
«Un trasplante de pulmón era su única posibilidad de supervivencia», señaló Ankit Bharat, jefe de cirugía torácica en el Hospital Northwestern de Chicago, en un comunicado.
Es el primer trasplante de este tipo en Estados Unidos, pero no en el mundo, ya que médicos chinos realizaron esa operación en marzo.
La paciente es una mujer hispana que no tenía ninguna enfermedad previa, según el hospital. Pero el coronavirus la hizo enfermar de gravedad, obligando a ingresarla durante seis semanas en una unidad de cuidados intensivos.
Esta paciente debió ser intubada con un respirador artificial. Además conectada a una máquina llamada ECMO (oxigenación por membrana extracorpórea, en español), que reemplaza el corazón y los pulmones para oxigenar y hacer circular la sangre en el cuerpo.
La enfermedad provocó grandes agujeros en su pulmón izquierdo, abriendo la vía a una infección bacteriana.
El 5 de junio, la paciente fue sometida durante 10 horas a una intervención «muy difícil», según Bharat. Los pulmones se habían adherido a las estructuras circundantes dentro del cuerpo y resultó complicado extirparlos, explicó.
En general, en las decenas de trasplantes que realiza cada año el cirujano, la operación toma unas seis horas.
Pero el éxito de la intervención muestra que este tipo de trasplante es posible y seguro, celebra el médico.
«Espero realmente que podamos operar cada vez más pacientes que dependen hoy de un respirador artificial porque sus pulmones han quedado destruidos de forma permanente», dice Bharat.
«Mucho que aprender»
La paciente, que prefiere guardar el anonimato, está consciente pero sigue bajo respirador. Pudo ver a su familia por videoconferencia, según el médico.
Seguirá intubada hasta que haya recobrado las fuerzas, probablemente dentro de varias semanas.
El primer doble trasplante de pulmón tuvo lugar en 1986 en Toronto y fue obra de G. Alexander Patterson, con el que el doctor Bharat, originario de India, se formó.
En el caso de la paciente veinteañera, hubo que esperar a que diera negativo por coronavirus antes de realizar el trasplante, y a que sus órganos se recuperaran lo suficiente para poder soportar esa intervención.
«Hemos tenido que actuar muy rápido, día y noche, para ayudarla en la oxigenación y apoyar sus otros órganos para que pudiera resistir al trasplante», explicó Beth Malsin, especialista pulmonar en el Northwestern.
El equipo médico se mostró sorprendido por la virulencia del coronavirus al provocar la COVID-19. No es común que una persona tan joven muestre semejantes daños irreversibles en los pulmones.
«¿Cómo llega hasta allí una mujer veinteañera sana? Todavía tenemos mucho que aprender sobre la covid-19», dijo el neumólogo Rade Tomic.
La esperanza del equipo es que pacientes infectados por el coronavirus y capaces de volver a casa, pero que sufrieron una pérdida permanente de las funciones respiratorias, puedan someterse a un trasplante en el futuro.
En Estados Unidos, la espera para un trasplante de pulmón es de entre tres y seis meses.
El 85% de los pulmones candidatos para una donación se consideran de mala calidad pero, según el doctor Bharat, nuevas técnicas podrían permitir que más personas en la lista de espera se beneficien de ellos. «Si más pacientes necesitan un trasplante, encontraremos una solución», dijo.