La cuarentena adoptada como medida preventiva frente al covid-19 acarreó grandes cambios en la cotidianidad, con consecuencias inmediatas y a largo plazo. Las empresas se vieron en la obligación de reducir sus nóminas, mientras tantos otros adoptaron un estilo de vida que les permitiera trabajar desde casa. Ha pasado casi un año desde el inicio de la pandemia, y la Organización Mundial de la Salud espera que culmine en menos de dos años tras un adecuado proceso de vacunación y un correcto cuidado personal para evitar la propagación del virus.
El doctor Raúl Del Valle, oftalmólogo del Instituto de Microcirugía Ocular, afirma que tanto la nueva normalidad como el propio virus tendrán resultados diversos en las distintas áreas de la salud, aunque aun es pronto para determinar exactamente de qué tipo: “Cuadros depresivos, de ansiedad, dolores de cabeza, migrañas; lo que sabemos es lo que vemos en consulta. Lo que sí sé, sin lugar a dudas, es que el presente determina el futuro”.
La visión también se ha visto afectada por el confinamiento. El tiempo que anteriormente las personas dedicaban a descansar, estirarse o socializar, ahora lo pasan frente a las pantallas en videoconferencias, llamadas en línea o trabajo sin ningún tipo de distractor: “El cambio de ambiente, tanto laboral como escolar, y el incremento del uso de cualquier tipo de pantalla, producen muchos problemas a nivel orgánico”. La luz azul que caracteriza a estos dispositivos nos afecta.
Horas frente a la pantalla
El cansancio ocular es uno los principales motivos de consulta al oftalmólogo hoy día. Dolor de cabeza, irritación de los ojos y empañamiento de la visión son algunos de los síntomas que impulsan al paciente a llamar a especialistas como el doctor Raúl Del Valle: “Distintos grados de angustia también pueden manifestarse en el sistema visual, así como el músculo trapecio puede desencadenarle dolores de cabeza, cuello y espalda a personas que pasan demasiado tiempo sentadas frente a una pantalla”.
Otra de las afecciones que puede ir en alza ante la nueva normalidad es la miopía. Según Del Valle, la evolución del ser humano muestra una inclinación cada vez mayor hacia este diagnóstico, en parte debido al enfoque de distancias cortas: “El espacio abierto permite una acomodación natural que no se da a menos de seis metros; y ahora encerrados en nuestros hogares, es muy probable que haya un aumento de estos casos”.
Para prevenir problemas como estos, la Organización Mundial de la Salud recomienda aplicar la regla del “veinte, veinte, veinte”, cuando se esté frente a una pantalla.
Se trata de hacer descansos cada 20 minutos para mirar el paisaje o enfocar objetos a una distancia mayor de 6 metros, durante 20 segundos. A su vez, es ideal mantenerse a una distancia del equipo, mínima de 40 centímetros. “También es imprescindible ubicar el ordenador lateral a una ventana o lámpara, sobre todo si es de noche, para que la pantalla no sea la única fuente de luz, ni el brillo excesivo”.
Según Del Valle, niños y adultos deben mantenerse al tanto de estos consejos. Si bien el ojo acaba de formarse a los dos años, sigue creciendo y la córnea continúa cambiando hasta los diecinueve años aproximadamente: “De allí que el miope sepa que su visión empeorará hasta esa edad, que es cuando el desarrollo tiende a estabilizarse”.
Asistir a una consulta anual con el oftalmólogo es una manera de detectar tempranamente problemas con repercusiones graves en el organismo: “Es lo mismo con otros médicos, como el ginecólogo o el urólogo”. Según Del Valle, hay enfermedades silenciosas como la presión arterial o, en este caso, la presión del ojo, que pueden provocar ceguera, entre otras cosas: “Más que detectar problemas visuales, el chequeo oftalmológico es una forma de prevenir este tipo de enfermedades asintomáticas”.
Otra forma de contagio
Los ojos también son una puerta para diferentes virus como la gripe o el coronavirus, aunque, por supuesto, el contagio por boca y nariz es lo más frecuente. Los pocos casos que se reportaron en Venezuela de pacientes con problemas oftalmológicos ocasionados por la covid-19 se han limitado a conjuntivitis: “Este es uno de los posibles síntomas del virus, pero muy fácil de tratar”. Del Valle aun no se ha cruzado con ninguno de estos pacientes, pero no tiene duda de que en algún momento los verá: el coronavirus seguirá mucho tiempo entre nosotros y hay que aprender a cuidarse y convivir con él: “Ser sensato, es ser lógico”.
Y ante dudas, síntomas o evidencias de no contar con herramientas adecuadas para lidiar con el estrés y la ansiedad de estos días, buscar ayuda profesional.