Sucesos

El triste final de Vicky White, la carcelera enamorada que huyó con un preso

Con una carrera ejemplar en la policía, esta mujer de 56 años se enamoró de un preso por homicidio, remató su casa y planificó la huida de los dos. Probablemente acorralada durante una persecución policial, se disparó un tiro

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Vicky White

El amor hace cometer locuras, eso se sabe. Y uno de los más contundentes y recientes ejemplos de esa sentencia es Vicky White, la carcelera de Alabama que se enamoró de un preso 18 años menor que ella y huyó con él.

La fuga fue premeditada y durante 11 días lograron evadir a las autoridades. Pero todo tiene su final y para Vicky y su novio Casey llegó ayer, 9 de mayo, cuando los interceptó la policía, el auto volcó y ella murió de un tiro en la cabeza, aparentemente infringido por ella misma. Según el portal Fox5, el arma estaba en la mano de Vicky.

Pero, ¿cómo llegó Vicky White a esto? Hay que decir que la veterana agente, de 56 años, había hecho carrera intachable en la policía y era considerada una funcionaria ejemplar por todos sus superiores. «Hubiera confiado en ella con mi vida», dijo el fiscal de Lauderdale, Chris Connolly, que trabajó con Vicky a diario durante 17 años, según reflejó CNN.

Todo estaba planificado

La policía no tiene claros muchos detalles, y probablemente jamás se sepa muy bien la historia puesto que Vicky murió, pero todo indica que cuidando la cárcel se enamoró de Casey, de 38 años, imputado a 75 años de prisión por asesinato y otros delitos. Ambos se apellidaban White pero los investigadores comprobaron que ni estaban casados ni se relacionaban familiarmente.

Vicky White
Vicky White era una agente «ejemplar». Tanto que la policía no le siguió el rastro durante 6 horas cuando salió con el preso. Foto cortesía

El 29 de abril, la carcelera anunció que llevaría a Casey al juzgado para una evaluación mental y lo subió a la patrulla. Nunca volvieron. El departamento policial se dio cuenta seis horas después. Nadie hizo seguimiento de si llegaron al sitio ni cuánto demoraba el procedimiento.

Ahora se sabe que, días antes de huir, Vicky vendió su casa a precio de remate y compró un carro con el que huirían a otro estado. La noche del 28 de abril, un día antes de la fuga, durmió en un Quality Inn (un modesto hotel de cadena de Estados Unidos) y compró ropa de hombre adulto, obviamente, para quitarle a Casey el uniforme de presidiario.

La patrulla apareció abandonada en el estacionamiento de un centro comercial donde, se piensa, Vicky había dejado el carro que había comprado especialmente para huir. Con él rodaron 175 kilómetros hasta Tennessee, y lo dejaron abandonado en un autolavado. Luego, fueron hasta Evansville, en Indiana, y se quedaron en un hotel desde el 3 de mayo.

Rastreo hasta Indiana

La policía comenzó a rastrearlos por una de las cientos de pistas que le llegaron. Vigilaron el hotel y aunque Vicky vestía una peluca, la reconocieron. Subió con Casey a un Cadillac, aparentemente robado, y allí comenzó la persecución en la que se involucró hasta el grupo comando  de alguaciles penitenciarios US Marshals. Aparte de los implicados, ningún civil resultó herido, dijo el portal VCP.

En este video de KTLA se pueden ver escenas después del volcamiento y de otros momentos de los 11 días que permanecieron fugitivos.

Cuando volcaron, los agentes lograron extraer a Casey del vehículo. Lo primero que les dijo fue que ayudaran a su «mujer», que tenía un balazo y juró que no lo había disparado él. La sacaron con vida y de inmediato le imputaron el delito de complicidad con una fuga y otros cargos.

El reo fue devuelto a Alabama. Será aislado y, aseguran ahora, nunca más saldrá sin la compañía de mínimo dos agentes. Su condena es de 75 años.

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